Credit Back reinventa el sector de la recuperación de impagos con un método propio

El consejero delegado de Credit Back expone las características de su propuesta de trabajo, que ha permitido a la compañía consolidarse como referencia en apenas seis años

La morosidad es casi tan antigua como los préstamos. Las empresas o entidades bancarias ganan dinero ofreciendo préstamos, cobrando intereses durante el período de devolución de los mismos. No obstante, pese a que normalmente valoran cada caso y aceptan únicamente los que ofrecen garantía de devolución, los accidentes pueden ocurrir y el deudor puede no disponer de los medios para devolver el dinero, originando un problema para el acreedor. Empresas como Credit Back se erigen entonces como la solución para intentar recuperar el dinero o vender la cartera de impago para recuperar parte del mismo y minimizar daños. Aunque lo más habitual es el segundo método, es decir, la venta de la titularidad de la cartera de impagos, soluciones como las que ofrece, precisamente, Credit Back, generan valor añadido y mayor garantía de éxito. “Trabajamos con una fórmula propia en la cual somos pioneros. Nosotros no recibimos un mandato de cobro, sino que trabajamos la recuperación de impagos desde la posición del acreedor, es decir, asumimos la posición acreedora”, empieza a detallar Francisco Martín, consejero delegado de Credit Back. “El modelo Credit Back abarca desde la recuperación amistosa, hasta la vía judicial. Si no recibimos el dinero durante un período estipulado, activamos la vía judicial”, añade.

Credit Back ofrece tres vías para recuperar el dinero. En primer lugar está la compra de la cartera de impagos. “En este caso no generamos valor. Somos un comprador más del mercado. Analizamos el caso y hacemos una oferta por una deuda”, dice Martín. Las otras dos opciones son las que definen a Credit Back como una compañía innovadora. “Está la opción garantizada, en la que analizamos una cartera de impagos y nos comprometemos con la empresa a un ratio de recuperación, por ejemplo del 50%, durante el primer año. Cuando nos comprometemos a un mínimo, si no lo conseguimos perdemos nosotros”, explica el directivo. En este caso, Credit Back solo gana dinero si consigue recuperar lo que se ha propuesto, quedándose con el porcentaje no comprometido para la empresa acreedora.

La última vía es la opción óptima. “En este caso no nos comprometemos a un mínimo por lo que es más arriesgada para la empresa, pero su porcentaje de recuperación puede crecer sustancialmente. Esta opción suele venir como consecuencia de una primera experiencia satisfactoria con la opción garantizada”, detalla Martín. La filosofía entre ambas opciones propias es la misma. “Nos ceden ante notario la posición acreedora y el riesgo viene porque nosotros no nos comprometemos a nada, aunque si somos exitosos ofreceremos un mayor retorno”, añade. Además del método utilizado por Credit Back, otra de las ventajas que encuentran sus clientes es que, en lo que ha reputación se refiere, su imagen queda intacta. “El que pide el dinero es Credit Back, no la empresa acreedora. Aportamos esa primera persona porque el deudor nunca sabe si quién nos ha cedido la cartera de impagos es la misma empresa u otra entidad que hubiera comprado previamente la cartera. Esto protege al acreedor, que pueden excusarse diciendo que han vendido la cartera si el deudor se pone en contacto con ellos”, expone el consejero delegado de Credit Back.

Respeto y firmeza

Una vez en marcha, Credit Back se dirige al deudor desde el respeto porque, en otro momento, el mismo deudor podría convertirse en cliente. “El intercambio de roles con el acreedor nos permite ventaja sobre el deudor, que ha adquirido habilidades tras las crisis. Por otro lado, el acreedor tiene el compromiso de que no se le cobrará nada si no recuperamos el dinero. Si se deben llevar a cabo acciones legales, nunca les cobramos los costes de las demandas y demás gestiones. La empresa participa del éxito del bruto recuperado”, especifica Martín.

Cuando se ponen en contacto con un deudor, desde Credit Back Martín incide en que “lo importante es ser eficaces en la reclamación amistosa, porque es un proceso que controlamos muy bien y porque al activar la vía judicial se nos encarece la recuperación y además no controlamos los tiempos. La presión que ejercemos, con buenas prácticas, por supuesto, es uno de los valores añadidos. El contacto es muy profesional”. “Se han dado casos de que deudores no pueden pagar porque, a su vez, hay otra empresa que les debe dinero y pasan a ser nuestros clientes”, cuenta como anécdota Martín. Credit Back se fundó en 2015 y diez personas trabajan para dar soporte a las empresas que necesitan recuperar su dinero. “Estamos posicionados en el B2B. Nuestro deudor medio está en un ratio más alto que la reclamación particular”, expone el consejero delegado de la compañía. Credit Back se ha convertido en un referente en el sector de la recuperación de impagos. En 2019, según DBK, este tipo de empresas gestionaron impagos por valor de 250.000 millones de euros, de los que se recuperó el 10,4%.