Un país de pymes
Fepime, la Federación de la Pequeña y la Mediana Empresa de Catalunya, está celebrando desde febrero a junio el IV Congreso de la micro, pequeña y mediana empresa de Catalunya 2021, en el que participan 24 organizaciones territoriales y sectoriales de Catalunya.
Nuestro objetivo es establecer un diálogo para abordar las preocupaciones de las pymes en este contexto excepcional, así como debatir sobre posibles acciones que puedan facilitar una recuperación empresarial sólida, digital y sostenible. Estos objetivos son lo que justifican el lema de los encuentros “Resiliencia, digitalización y sostenibilidad, las claves para la recuperación de la pyme catalana”. Cuando el congreso ya llega a su tramo final estamos muy satisfechos de estar cumpliendo con el fin de conocer de primera mano la realidad y las necesidades de las pymes catalanes después de un 2020 marcado por el paso de la pandemia del Covid-19.
Sin duda, el Covid-19 no solo ha saturado el sistema sanitario catalán, sino que también ha condicionado la actividad empresarial, derivando en una crisis económica que se ha prolongado en el tiempo a causa de las medidas restrictivas que los gobiernos han ido aplicando con el objetivo de evitar la propagación del virus. Los encuentros de las diferentes organizaciones se han celebrado como sesiones de trabajo que permitan recoger las principales propuestas en ámbitos como infraestructuras, financiación, fiscalidad, innovación, internacionalización, relaciones laborales, consumo energético, trámites administrativos, formación o competencia desleal y morosidad, siempre desde la perspectiva de la pyme y enfocadas a que las pequeñas empresas catalanas puedan acceder a los fondos europeos. Las conclusiones de las sesiones están permitiendo redactar un documento que incluye las principales inquietudes de cada sector y territorio para mejorar la actividad empresarial, desde Fepime tenemos la esperanza que la formación de un nuevo gobierno en Cataluña nos permita trabajar en el desarrollo de las propuestas.
Desde Fepime constatamos, con preocupación, que muchos de los temas expuestos por las empresas son temas que ya eran motivo de preocupación en el tercer congreso y algunos temas transversales que afectan a todos los sectores entre los que destacan la falta de personal en especial en oficios y en la industria. Este tema está muy relacionado con la falta de relevo generacional en las empresas productivas dado que los jóvenes ven poco atractivo el mundo industrial. En este ámbito industrial, la falta de suelo y la calidad e infraestructuras del mismo es otra cuestión latente indistintamente del territorio al que nos refiramos.
Otro de los grandes retos a los que hacen frente todas las pymes, sean del ámbito que sean es la problemática para la atracción y retención de talento. Desde Fepime se considera que una de las claves para hacer frente a estos problemas es el de la dignificación y potenciación a la Formación profesional para que no sea percibida como unos estudios de menor prestigio social. La accesibilidad de las pymes a los fondos Next Generation es otro tema recurrente durante el Congreso, las pymes catalanas son pesimistas en relación a que dichos fondos lleguen realmente a las pequeñas empresas dado que dichas compañías no tienen los recursos, el tiempo ni los contactos para acceder a la administración y, en consecuencia, a los fondos.
La relación con las administraciones tanto del Estado, como autonómica y locales es uno de los factores clave que afloran de los trabajos del congreso. Dentro de este punto hay muchas variables como la inseguridad jurídica derivada de lo prolija que la administración aprobando leyes, dictando normas y sacando decretos de difícil interpretación, en casi todas las ocasiones están vinculados a regímenes sancionadores estrictos y más obligaciones para las empresas. Asimismo, la elevada fiscalidad y la introducción de nuevas figuras tributarias también es fuente de preocupación en todos los ámbitos. Muchos de nuestros congresistas han mostrado su decepción por que en paralelo al establecimiento de nuevos gravámenes ha sido imposible en la mayoría de casos acceder a las ayudas que se anunciaban desde la administración, pero que luego, vista la letra pequeña eran o bien inaccesibles o bien de gran complejidad y bajo retorno con lo que no justificaba el tiempo que se tenía que dedicar para acceder a las mismas.
La digitalización, sin duda el tema estrella para Fepime en estos últimos años, ha seguido presente en todas las sesiones con el matiz de que si en el pasado el debate sobre la digitalización se centraba casi exclusivamente en la necesidad de las empresas de entrar en el mundo digital para garantizar su presente y su futuro en esta edición comprobamos que a medida que las empresas se digitalizan constatan la necesidad de que la administración realice el mismo camino dado que en algunos ámbitos públicos se requiere aún de la presencialidad analógica que no es acorde a las exigencias que se realizan a las pymes. La necesidad de mejoras de las infraestructuras y la conectividad ha tenido un papel destacado durante l congreso, en especial desde las asociaciones de la Catalunya Central y las ubicadas en el Corredor Mediterráneo. Algunos sectores han sido especialmente activos durante el Congreso, uno de ellos es el comercio desde donde se reclama una respuesta para recuperarse tras el largo periodo de restricciones, pero también de apoyo al comercio de proximidad, que durante la pandemia ha realizado un gran esfuerzo para digitalizarse y esperan ahora de la administración apoyo en la promoción. Los comerciantes destacan, con mucha razón, que el cierre de muchos establecimientos, implica una degradación de los cascos urbanos y mayor inseguridad con lo cual se pone de manifiesto que el apoyo al comercio de proximidad no es, solo, una apuesta por un negocio privado sino una necesidad para el conjunto de la sociedad.
En definitiva las pymes han pasado un periodo de gran dificultad pero del Congreso se extrae como conclusión que la pyme catalana está viva, mira al futuro y quiere seguir siendo el motor de la vida social y económica de Catalunya.