Conjugar coordinación y debate con decisiones ágiles

La Generalitat surgida de la nueva alianza entre ERC y Junts ha ideado decenas de mesas de coordinación, grupos de trabajo y comisiones de seguimiento con el objetivo de evitar las confrontaciones internas que trascendían a la esfera pública de la legislatura anterior, así como para mejorar la toma de decisiones que tienen a varios departamentos implicados. Además, Pere Aragonès también ha extrapolado la idea para buscar consensos de amplio espectro en las políticas a aplicar, como en los pactos nacionales y con la mesa institucional que ha anunciado para buscar un acuerdo colectivo respecto a la ampliación del Aeropuerto de Barcelona que propone Aena.

Aunque la idea de fondo es positiva sobre el papel, la proliferación generalizada de grupos multilaterales puede ralentizar las decisiones en un momento en que la agilidad es más importante que nunca para superar las consecuencias económicas, sanitarias y sociales de la pandemia. Y tampoco debe ser la excusa en la que el Ejecutivo autonómico se escude para evitar la responsabilidad sobre las consecuencias de sus acciones.

En el caso de la mesa sobre la ampliación de El Prat, para la que Aena espera una respuesta en julio a más tardar, aspirar a un entendimiento entre el crecimiento de las instalaciones y la oposición vecinal y ecologista es muy optimista, cuando no ilusorio, y la Generalitat debe tomar partido y poner sobre la mesa su propuesta. En democracia es deseable y recomendable escuchar todas las posiciones antes de tomar decisiones (de hecho era un reproche repetidamente escuchado por el anterior Govern), pero la decisión última corresponde al gobierno autonómico, que ha recibido el encargo de la soberanía popular en las urnas para asumir dicho cometido. Pero para fijar la posición, antes se han de poner de acuerdo entre ERC y Junts.