Kleta levanta 400.000 euros para expandirse y crecer

La empresa emergente nació durante la pandemia con una innovadora idea para promover el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano.

Kleta debe ser un ejemplo para todo aquel que quiera emprender. La compañía, fundada el año pasado por Falk Siegel y Diego Casabe, extrabajadores de Badi, surge de una necesidad, como casi todas las buenas ideas, que ambos se plantearon solventar con su nueva empresa. No obstante, para los predicadores del “todo está inventado”, Kleta no crea un nuevo sector, no establece las bases de un nuevo campo de experimentación, sino que nace como competencia de algo que muchas grandes ciudades tienen: el servicio de bicicletas compartidas. Lo verdaderamente innovador es la vuelta que le dan al concepto de movilidad compartida y la fusionan con el de propiedad, en un giro inesperado que parece funcionar muy bien. “Kleta es un servicio de suscripción de bicicletas y bicicletas eléctricas donde ofrecemos una bici propia a los usuarios, personalizable, que nunca se comparte pero con la ventaja de que incluímos una garantía antirrobo y mantenimiento a domicilio sin compromiso a largo plazo”, explica Falk Siegel, que además de cofundador es su consejero delegado. “Los usuarios pagan una cuota mensual, reciben la bici y los servicios, pero no se comprometen”, concreta.

Siegel lo compara con el renting de un vehículo, aunque, al contrario de lo que ocurre con los coches, el usuario no se compromete más que los meses que quiera pagar la suscripción. Kleta está orientada al uso urbano para desplazarse al trabajo u otros lugares y soluciona varios problemas que se encuentran los que quieren iniciarse en esta modalidad de movilidad. “Kleta te da la libertad de tener una bici propia pero resuelve problemas como la inversión elevada inicial, sufrir por el robo o el de tener que subir la bicicleta al piso”, dice Siegel. Kleta entrega cada bicicleta con un candado inteligente que permite al usuario mantenerla en la calle. “Sabemos que nuestro usuario potencial no puede o no quiere aventurarse en este mundo porque no saben si realmente les gusta la bici o le es conveniente y ahí está la idea de ofrecer un servicio de suscripción sin permanencia. Te permite probar eso”, acaba.

Kleta nació en 2020 y durante los meses en los que la pandemia arremetió con más fuerza validó el modelo alquilando y subalquilando bicicletas. Actualmente, la compañía dispone de una flota propia de bicicletas, en las que la característica diferencial es la rueda delantera amarilla. En un año han conseguido 500 usuarios activos, que pagan entre 19,50 euros por una bicicleta convencional y 39,50 euros al mes por una eléctrica. El usuario puede elegir el color y algunos componentes como una cesta para llevar cualquier cosa. “La idea”, cuenta Siegel, “es terminar el año con entre 1.500 y 2.000 usuarios activos. Hemos visto un crecimiento exponencial muy orgánico. Los usuarios están muy satisfechos y nos recomiendan. En el futuro queremos ampliar el servicio para que todos conozcan la compañía. Creemos que ya podemos encarar la expansión nacional del negocio a otras ciudades. Estamos definiendo cuáles serán”.

Precisamente, Kleta acaba de cerrar una ronda de financiación de 400.000 euros, liderada por Business Angels con experiencia en el sector y por personalidades como Marc-André Ter Stegen, el portero del FC Barcelona, con la expansión nacional de la empresa en mente. Según cuenta su consejero delegado, la ronda tiene principal,ente dos objetivos. “El primero es desarrollar el negocio en sí, tanto en Barcelona como en otras ciudades”, expone. “El segundo es el desarrollo tecnológico”, añade. En ese sentido, Siegel matiza que “nuestro usuario potencial es uno que quiere cambiarse a la bicicleta, pero necesita un incentivo para cambiar sus hábitos. Nos hemos dado cuenta de eso y estamos desarrollando una apliación que permitirá acumular puntos con cada kilómetro que se recorra, puntos que podrán canjearse en tiendas locales para ganar descuentos o productos gratis”. “Un ejemplo es acumular puntos con kilómetros y luego tienes un café gratis junto al trabajo. Esta aplicación está en desarrollo y la usaremos con socios”, detalla.

Kleta quiere convertirse un actor que “promueva el uso de la bici. Nos encantaría que en unos años se nos viera como una de esas empresas que hizo que más gente apostara por la bici”, sueña Siegel.