Adan Medical abre una ronda de 325.000 euros para salvar vidas

Tras años de pruebas y del desarrollo de sus productos, Adan Medical está lista para comercializar su tecnología, que buscará evitar muertes por choque anafiláctico, un problema muy extendido en la sociedad que se trata con una inyección de adrenalina.

Hace ya más de una década que los centros escolares de alrededor del mundo se están digitalizando de algún modo, ya sea mediante softwares de gestión de los alumnos y sus expedientes o mediante herramientas para complementar la formación del propio alumno. A cualquiera que haya pasado por las aulas de un instituto o una universidad durante los últimos diez años les suenan las palabras “moodle” o “campus virtual” y cualquier persona que haya trabajado en el departamento de administración de un centro conoce su CRM para gestionar las ventas y las matrículas de los alumnos. Classlife Education, una empresa emergente con sedes en Barcelona y Valencia, propone una solución todo en uno para gestionar todo un centro educativo bajo el paraguas de una misma plataforma. “Proponemos una solución en la nube que permita conectar a toda la comunidad, familias, alumnos, profesores y trabajadores en una plataforma que controla todas las operaciones de todo un centro”, dice Mario Espósito, fundador de Classlife Education. “Un centro educativo, como empresa, necesita un CRM para poder llevar la parte de ventas, luego una plataforma de gestión financiera y una secretaría académica para organizar los expedientes de los alumnos. También necesita un entorno de aula virtual y al tenerlo todo en entornos distintos la gestión se complica. Classlife es todo esto y además ofrece una implementación modular y flexible”, detalla Espósito. La compañía ofrece servicios por separado o toda su plataforma y genera sus ingresos mediante la venta de la licencia de su plataforma, mediante funciones premium muy específicas, como la firma en línea y mediante el proceso de activación. “Entregamos la plataforma llave en mano con toda la información ya dentro y lista para funcionar”, expone su fundador.

Espósito fundó Classlife Education en 2015 tras detectar él mismo esta necesidad, ya que procede del ámbito educativo tras ejercer de profesor en universidades de Guatemala y España. En 2016 llegó el lanzamiento comercial tras un año de desarrollo y en 2017 alcanzaron 15 ventas en nuevos centros. “La facturación quedó por debajo de los 100.000 euros ese año, pero seguíamos creciendo. En 2020 estuvimos sobre 400.000 y crecemos de forma reactiva generando contactos con centros internacionales”, dice Espósito.

Classlife Education acaba de cerrar una ronda de financiación de 800.000 euros con el objetivo de consolidar su expansión a Latinoamérica, donde ya hay diez centros que usan su herramienta. “Seguiremos invirtiendo en Investigación y Desarrollo, marketing y ventas también”, adelanta Espósito, que explica que, para 2022, pasarán de los 12 trabajadores a los 24. La vocación de Classlife Education es internacional y su futuro ideal pasaría, según su fundador, “por ser la referencia mundial de la gestión administrativa de los centros educativos. Queremos tener impacto en todo el mundo”. Para ello, el punto de mira está puesto en Estados Unidos, donde ya hay un centro que usa su plataforma. El salto, según Espósito, podría darse a partir de finales de 2022. “Será cuando hayamos probado la efectividad de nuestro plan de expansión internacional actual. Entonces enfocaremos otra ronda de financiación, una Serie A, que nos permita tener los recursos adecuados para afrontar un mercado tan importante como el estadounidense”.