Coselva cumple 120 años apostando por un producto de proximidad y de calidad

El director de Coselva repasa los 120 años de historia de un cooperativa que ha ido evolucionando hasta ser una entidad capaz de superar el Covid-19 sin excesivos problemas

Cada vez es más difícil establecerse en el mercado actual. La hipercompetitividad existente hace complicado que nazcan nuevas compañías, sean del sector que sean, y consigan crecer, ser rentables y consolidarse. Tampoco es fácil mantenerse una vez establecidas, en un mundo en constante evolución y con un cliente cada vez más exigente, derivado del exceso de oferta. Sorprenden, entonces, casos como Coselva, la actual Cooperativa Agrícola de la Selva del Camp, una cooperativa fundada en octubre del 1900 que partiendo de una propuesta de proximidad basada en la calidad y la humildad no solo ha conseguido mantenerse, sino que ha podido sobrevivir al Covid-19 sin más problemas que cualquier otra compañía.

“Coselva mantiene sus esencia desde sus inicios. Fundados en 1900, seguimos siendo una cooperativa en su forma jurídica y seguimos en el mismo campo de trabajo y con la misma filosofía: unir los esfuerzos de los productores de la Selva del Camp y su entorno para comercializar sus productos y beneficiar sus intereses”, explica Pere Ferré, director de Coselva. Actualmente, Coselva cuenta con alrededor de 2.200 socios. “No crecemos porque no tenemos más capacidad para dar cabida a más socios”, dice Ferré, que concreta que “los socios productores de la cooperativa son prácticamente los mismos desde siempre, nunca han crecido de forma importante. Aun así sí que hay cada vez más concentración de socios porque las cooperativas se unen”. Ferré apunta que la única puerta abierta actualmente es con el aceite, que ahora producen bajo la marca Antara.

Coselva funciona “como una cooperativa cualquiera”. Según relata su director, “tenemos unos socios que se reúnen periódicamente en asambleas, que a su vez eligen un consejo rector que nombra un director general [en este caso Pere Ferré], que la maneja como una empresa normal. Tenemos un departamento financiero, uno de producción... y cada sección tiene sus responsables. Al final comentamos los resultados, se distribuye lo generado entre los socios...” “La cooperativa funciona a resultados y todos cobran el mismo precio según la calidad”, acaba.

Nacida como Asociación Agrícola de la Selva del Camp, Coselva nació como una entidad que agrupaba granjeros para buscar un modo de atajar las crisis agrarias de principios de finales del siglo XVII. Esta agrupación fue evolucionando con el tiempo, fue sumando socios y empezó a ser más actriva. Gracias a la cooperativa se proporcionó crédito a sus socios y se pudieron introducir nuevos adobos y productos fitosanitarios en las prácticas agrícolas de la época. Fue esta unión la que también permitió llevar a cabo importantes inversiones como la adquisición de una prensa hidráulica para las oli-vas. Tras pasar períodos complicados durante las guerras de principios del siglo pasado, la cooperativa volvió a una época de crecimiento hasta los 70, cuando se focalizaron en trabajar el producto más importante de la zona, y el más emblemático también: la avellana. La cooperativa diversificó servicios, mejoró y tecnificó sus instalaciones y siguió su camino hasta los 80, cuando sufrieron una importante crisis que provocó un proceso de refundación y mejora para sobrevivir y prepararse ante futuros contratiempos, como ha sido el Covid-19, la crisis que nadie imaginó y que ha ‘pillado’ a todo el mundo por sorpresa.

El paso del Covid-19

Pese a haberlo superado sin tener que optar por medidas traumáticas, el Covid-19 ha afectado también a Coselva, que ha tenido que adaptar todas sus prácticas a las medidas de seguridad necesarias para evitar el contagio. No obstante, a nivel de negocio, Ferré admite que “prácticamente hemos crecido”. Coselva tiene varias fortalezas ante una crisis tan particular como la del Covid-19. En primer lugar, expone Ferré, “tenemos muy pocos clientes en el canal Horeca”. Destinar tan poca producción a hoteles y restauración ha sido uno de los seguros de vida de la cooperativa ante el cierre forzado de este canal. En segundo lugar, Ferré se enorgullece de presidir “una cooperativa de productos diversificados y de servicios. Producimos chocolate, aceite, turrón, vino, avellanas”. Coselva incluso ofrece servicios veterinarios destinado principalmente a animales de compañía. En productos como el aceite, Ferré indica que “desde que empezamos, el aceite ha ido de menos a más y sigue creciendo”. Con estas particularidades y la estructura solidaria típica de una cooperativa, Coselva ha superado la peor parte de la crisis sin mayores problemas. “En Semana Santa nos querían hacer abrir la fábrica porque [a la distribuidora] se le había acabado la Nocilla”, comenta como anécdota divertida el director de la cooperativa. Por último, también ha sido importante la puesta en marcha de su tienda virtual hace unos años. “Supuso un incremento de ventas que sigue al alza”.