Un año de pandemia: cuatro de cada diez personas han sufrido un Erte

Cerca de 1,3 millones de ciudadanos se han visto afectados por una situación de suspensión, total o parcial, de su contrato de trabajo por culpa de una crisis que ha vuelto a poner de relieve la desigualdad entre géneros en términos laborales y sociales

Ya hace más de un año que el coronavirus arrasó con lo que antes conocíamos como “normalidad”. Un año en el que hemos tenido que aprender a vivir con el mínimo contacto social, con la mínima movilidad y, muchos, sin trabajo. El coronavirus ha desatado una de las crisis económicas y sociales más graves que se recuerdan, porque nadie estaba preparado para lo que deparaba el dichoso Covid-19.

Mucho se ha escrito sobre las consecuencias de la pandemia desde que se decretó el primer estado de alarma y los Ertes empezaron a aflorar, el paro a subir y la economía a protagonizar las caídas más pronunciadas de su historia. Desde el sindicato UGT, coincidiendo con el primer aniversario del estado de alarma por culpa del virus, y del anuncio de más medidas urgentes decretadas por el Gobierno, realizó un informe llamado Un año de Covid-19; impacto laboral, económico y social, en el que desgranan y valoran los distintos parámetros que está teniendo esta crisis económica y social sin precedentes y que han puesto de manifiesto, dicen desde el sindicato, “los estragos de años de políticas de austeridad”.

En ese sentido, desde la Unión General de Trabajadores, resaltan que el 38,29% de las personas ocupadas, casi cuatro de cada diez, se han visto afectadas por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo durante los últimos 12 meses. Desde que se decretó el estado de alarma, 1.284.479 personas se han visto afectadas en Catalunya por una situación temporal, total o parcial, de su contrato de trabajo. Cabe recordar que entre los meses de marzo y junio, muchos sectores económicos se vieron parados, quedando a flote los servicios esenciales y aquellas empresas que se adaptaron al teletrabajo. Compañías como Seat o Nissan, por poner ejemplo, cesaron su producción durante este período.

Siguiendo con el informe de UGT, la caída de la contratación total acumulada ha sido del 33,07% respecto al año 2019. La hostelería ha sido, y sigue siendo, el sector económico en el que más ha descendido la contratación laboral. De marzo a septiembre, se firmaron un total de 255.088 menos contratos que durante los mismos meses del año anterior, es decir, un fuerte desplome del 72,4%. Casi uno de cada tres nuevos contratos que no se pudieron formalizar durante la primera ola pertenecieron al sector hostelero.

En cuanto al impacto sobre la ocupación en establecimientos afectados por el Covid-19, el 59,6% ha aplicado una suspensión temporal de trabajadores y trabajadoras, y el 57,6% no han realizado la contratación prevista. El 43,9% del total de establecimientos todavía no han podido recuperar todos los trabajadores en Erte.

Según el informe de UGT, esta crisis está poniendo de relieve, de nuevo, la desigualdad entre hombres y mujeres. Además de las consecuencias laborales para las mujeres, más adversas que para los hombres, el informe resalta que el 54% de los positivos por Covid-19 son mujeres. “Ellas están más expuestas al virus porque se concentran en trabajo de primera línea durante la crisis, como los sectores de la salud, la limpieza, el comercio de alimentación, atención residencial y domiciliaria, etc., y muchas veces son las más precarias y peor remuneradas”. UGT señala que este caso se da también “porque asumen los cuidados de la familia en un grado más elevado que los hombres, con más impacto emocional y en la salud mental”. Así, indica el informe, las mujeres están sufriendo más las consecuencias adversas sobre el mercado laboral. Según las cifras, durante el cuarto trimestre de 2020, la tasa de paro femenina era de un 14,97%, mientras que el de los hombres era inferior, de un 12,85%. En el mismo período, el 51,70% de las personas en paro eran mujeres. Los datos del total del paro a febrero de 2021 indican que el 54,87% son mujeres y el 45,13% son hombres. A nivel catalán, en febrero había 278.615 mujeres desocupadas por 229.466 hombres en paro. UGT no quiere dejar de recordar que el confinamiento y las medidas de limitación de la movilidad “incrementaron el riesgo de violencia machista en el ámbito familiar”.

Por último, el sindicato reivindica “acciones futuras más concretas, saliendo del inmovilismo actual, que inicien un nuevo camino de protección y cuidado medioambiental basado en un desarrollo económico sostenible y justo, donde las personas estén en el centro”. Todo esto, teniendo en cuenta que, como alerta la comunidad científica, “tenemos que tener claro que esta no será la última pandemia” y que, por tanto, “debemos reflexionar, reaccionar y actuar”. Desde UGT argumentan que esta crisis “ha evidenciado la vulnerabilidad, la injusticia, las desigualdades y la insostenibilidad ambiental y social de nuestro modelo de desarrollo”.