Martín Pérez, fundador y director de Concert Studio: “Será nuestro mejor verano de la historia porque la gente desea hacer cosas”

El festival de música ‘Jardins de Pedralbes’ fue uno de los pocos que se celebró en Barcelona el verano pasado pese a la pandemia, y su promotor también ha mantenido el festival del ‘Mil·leni’ este invierno, y prepara un nuevo certamen en la Cerdanya (Girona) para el próximo agosto.

Martín Pérez acumula reconocimientos por su trayectoria en la música en directo, como impulsor desde conciertos locales y giras internacionales a festivales de referencia en el calendario catalán pasado y presente como el de Jardins de Pedralbes, Mil·leni, Cap Roig y Cambrils. La pandemia ha limitado la disponibilidad de artistas extranjeros y la afluencia de público, pero no su determinación para mantener y ampliar la oferta musical en Catalunya, aunque algunas de las propuestas actuales no sean rentables.

¿Cómo empezó en el mundo de la música?

Empecé en el mundo de la música en directo el 13 de julio de 1997 con un concierto de los Tres Tenores en Barcelona. Antes aprendí en Módena, la ciudad de Pavarotti, en un concierto para recaudar fondos para la reconstrucción de los teatros de ópera del Liceo de Barcelona y La Fenice de Venecia, que se habían quemado con poco tiempo de diferencia. Estaré siempre agradecido a la confianza que depositó en mi el tenor Josep Carreras, que me permitió introducirme en el sector y fue mi pasaporte, ya que él es la excelencia, y a quien le acompaña el valor se le supone.

¿Y cuándo y por qué decidió apostar por los festivales?

Hablando con Josep Carreras, queríamos celebrar el cambio de milenio, y en una revista de un avión del año 1998 hablaba de las ciudades europeas que iban a celebrar el cambio de milenio y no había ninguna española. Se lo comenté y le propuse hacer algo en Barcelona. Y lo que nació como una idea de concierto en que participasen varios artistas de distinto género musical se convirtió en un festival. Era para hacerlo una vez, por eso el nombre de Festival del Mil·leni, pero se ha convertido es uno de los más longevos, con 22 ediciones, y se ha convertido en el festival de invierno de la ciudad, de octubre a mayo, con la participación de las principales salas de Barcelona. Más tarde, el presidente de Caixa de Girona, Arcadi Calzada, me contactó para ofrecerme la posibilidad de crear un festival en una finca de la Costa Brava, y así surgió Cap Roig en el año 2000. Al séptimo año era considerado el segundo mejor de Europa. Fue un absoluto éxito, y en 2013 caí en la cuenta de que en la ciudad de Barcelona había un hueco de mercado porque no había un festival tipo Cap Roig o Peralada, y era raro que de algo no hubiese en Barcelona. Y acertamos en la ubicación y en la época.

¿Qué previsiones tiene Concert Studio para este año, en que persiste la pandemia?

Será el mejor verano de nuestra historia porque la gente desea hacer cosas. Igual que la cultura ha sufrido enormemente durante la pandemia, ahora podemos recoger los frutos de la recuperación. Lo comparan con aquellos locos años 20 de hace un siglo, después de la Primera Guerra Mundial y de la peste. Es una necesidad física y psicológica. Del Festival Jardins de Pedralbes 2021 hemos vendido 33.000 entradas antes de presentar esta edición, solo colgando algunos conciertos en la web. Y este año haremos un nuevo festival tipo Pedralbes en la Cerdanya, en las dos semanas centrales del mes de agosto, cuando hay gente veraneando.

¿Tiene nombre y estilo?

Cerdanya Music Festival. La programación seguirá la línea de Jardins de Pedralbes: será de calidad, con mucho prestigio y ecléctica. No he querido nunca centrarme en un género, si no en los mejores en su palo. La música clásica la sigue un 2,9% de la población, la lírica un 4%, el jazz un 6%..., si solo me dirijo a un nicho, habrá mucha gente a la que no le interese, y a mi como vendedor me desespera. Este año ofreceremos 55 conciertos en el Festival de Pedralbes 2021, siempre habrá alguno que te guste.

El ‘Festival de Pedralbes 2020’ se celebró con medidas anticovid, mientras la mayoría se cancelaron. También se está celebrando el ‘Festival del Mil·leni’, ¿cuál es su secreto?

Un amigo me decía el otro día que era un valiente, y le dije: ten cuidado porque rima con inconsciente. Mi convencimiento es que hay que seguir, pero Pedralbes y Mil·leni son dos casos diferentes. En el primer caso, le dije a mi equipo que si levantaban el confinamiento en verano teníamos la obligación moral y ética de abrir puertas de Jardins de Pedralbes, porque es al aire libre y habría quien necesitará salir. Redujimos el aforo de 2.400 a 800 entradas en el auditorio, y cambiamos la programación en casi su totalidad, porque hay artistas que no están dispuestos a rebajar el caché para menos público. Antes me decían a veces felicidades por la calle cuando me reconocían, pero en 2020 me decían gracias, eso es muy representativo. Este año mantendremos la novedad de 2020 de abrir el jardín al concierto previo del village por 5 euros con consumición incluida. Además, el concierto principal no se ve desde el jardín, pero sí que se escucha. Fue un éxito y llegamos al límite del aforo, de 1.300 personas. Había gente que iba cada día e hicimos clientes eternamente agradecidos.

¿Y salieron los números?

Me salieron los números económicos y éticos. Estamos entre los tres mejores festivales de Europa en siete ediciones, desde 2013, y podemos ser los primeros. Es un festival pensado para los barceloneses, que son casi el 70% de los asistentes, para disfrutar en junio y julio una vez terminan la jornada laboral, en una finca vallada maravillosa, en la ciudad pero sin vecinos cerca, con aparcamiento, con transporte público y con oferta gastronómica, atención cuidada y buen clima. La gente lo incluye entre las cosas que quiere hacer al menos un día cada verano, como ir a la playa.

Y en el ‘Festival del Mil·leni’, que se alía con reconocidas salas de conciertos, ¿es rentable con las limitaciones actuales?

Los números no salen, pero estamos trabajando con artistas sensibles a la situación del Covid y están adaptando el caché. Perdemos dinero, pero no nos enmohecemos como un sable de damasco guardado. El que cerró y se fue a casa con el portátil por si alguien le contactaba cada vez tiene más difícil volver. Yo estoy con pérdidas en Mil·leni, pero con actividad, estoy en marcha, estoy metido, y el artista que quiera venir sabe que estoy abierto.

¿Cuántos empleados son en Concert Studio?

En las oficinas somos 24 personas, pero en verano somos 250 directos y casi 700 indirectos. El Festival de Jardins de Pedralbes es el gran motor.

Usted apostó por los festivales antes de que se pusiesen de moda, con proliferación en los últimos años. ¿Son más vulnerables los últimos en llegar?

No, porque los grandes festivales creamos público de festival. El que va a un festival y le gusta anima a su círculo a asistir. El nuevo festival se encuentra con más público, pero es difícil sacar adelante un festival. El 70% de los festivales no cumple la segunda edición, y de los que quedan, el 50% no cumple la tercera. Cuando un amigo te propone ir al cine, vas casi sin decidir la película, pero si te propone ir a un concierto, casi te ha de cantar todo el repertorio para convencerte.

En sus festivales suele combinar una experiencia para público general y ‘networking’ de empresas, ¿eso ha ayudado a sobrevivir?

Sin duda alguna. Sin patrocinadores no se podría hacer Pedralbes, pese a su éxito, porque montamos una ciudad de cero. En España hay 847 festivales, y eso hace que suban los precios de los artistas hasta cifras escandalosas, y la infraestructura para cuidar al público es costosa. Los baños son mejores que los de mi casa, con limpieza constante, y te pueden coser un botón si se rompe. A mi equipo siempre le digo que todo lo que ven se paga. Si no hay patrocinadores, no hay festival.

El presupuesto de Pedralbes ronda los 4 millones de euros. ¿Cuál es el de la Cerdanya?

Nace con un presupuesto de 1,2 millones, pero aún no hemos empezado a negociar partidas. Según lo que ofrezcan los patrocinadores, algunas partidas se pueden intercambiar, y que alguna empresa colabore asumiendo algún gasto.

A parte de los festivales, también ha organizado giras internacionales de artistas, como Los Tres Tenores, Julio Iglesias, Sting, Carla Bruni, Leonard Cohen... ¿lo sigue haciendo?

Sí, hacemos unos 200 conciertos al año, aunque ahora se concentran en España por el Covid, que hace inviable salir fuera, y tardará en normalizarse la situación.

¿Qué volumen de negocio movía el sector antes del Covid y ahora?

La música en directo es el 3,8% del PIB español, y en 2020 la actividad cayó el 78%.

Grandes festivales de Barcelona como el ‘Primavera Sound’ y el ‘Sonar’ han renunciado a la edición de este año, después de cancelar también la de 2020. ¿Cuánto puede aguantar el sector si la pandemia persiste?

La situación es delicadísima. El sector lleva un año casi sin vender una entrada. Los que podamos tirar de recursos propios aguantaremos lo que podamos... Este verano que viene es el límite de los que hemos sobrevivido. Hemos de poder facturar y tendremos unos años por delante para reconstruir lo que ha ido cayendo. El verano pasado decidí hacer Pedralbes al hacer números de a cuánta gente dábamos empleo: luz y sonido que a lo mejor era lo único que harían ese verano, limpieza, seguridad... En la parte que podemos ser motor, hay que mantenerlo en marcha. No obstante, temo que haya un rebrote tras Semana Santa por la necesidad de la gente de salir y relacionarse.

Según el Anuario de la Música 2020, en 2019 los grandes festivales catalanes perdieron público por primera vez en diez años, aunque los asistentes totales al conjunto de festivales se mantuvo. ¿Se había tocado techo antes de la pandemia?

En los festivales masivos su casuística es distinta a la nuestra, pero hay techo. Puedes hacer toda la publicidad que quieras, que hay muchos miles de personas que no irán nunca a un festival, haya Covid o no. Aunque este año habrá un porcentaje más elevado de público por las ganas de la gente de salir y hacer cosas, lo que sea.

¿Cuándo cree que se podrán recuperar los formatos prepandemia?

Al aire libre con asientos numerados, como Pedralbes, este verano, los festivales con gente de pie o en locales cerrados lo desconozco. Nosotros salimos favorecidos.

¿Y cree que se mantendrán nuevos formatos nacidos por la necesidad de la pandemia?

En nuestro caso, lo de asistir al jardín al concierto previo en el village y poder quedarse hasta que quieran sí que se mantendrá.

¿Cómo se han atrevido a impulsar un nuevo festival en la Cerdanya con la que cae?

Por la oportunidad del hueco de mercado, con veraneantes de poder adquisitivo alto y sin oferta en la zona. Tendrá un aforo de unas 1.400 personas. Será un Pedralbes adaptado a la montaña, al aire libre y con asientos numerados, con village y trato cuidado del público. En Pedralbes guardamos el casco de la moto y ofrecemos limpiarlo mientras tanto. No me importa que digan sí o no, me importa ofrecer la opción. Y si una persona mayor pregunta por el baño, que le puedan acompañar y al salir le devuelvan a donde estaba. El festival de portero con camiseta negra en la puerta que te mira como si te fuese a matar, no me ha interesado nunca, y ahora menos.