El fino equilibrio entre la relajación de restricciones y el estallido de la cuarta ola

Empieza a ser hasta rutinario: suben los contagios y nos encerramos en casa, limitando nuestra movilidad y contacto social; llegamos al pico de la ola y cierran comercios y restauración; se reducen los contagios y se empiezan a relajar las medidas. Una vez cumplido el ciclo, vuelva a empezar y tendrá un buen resumen de los últimos meses en Catalunya. Entre ciclo y ciclo, sin embargo, miles de negocios echan el cierre para siempre ahogados por las deudas y otras tantas familias se ven obligadas a apretarse el cinturón más que nunca para poner un plato de comida en la mesa. Los que no pueden trabajar se quejan y sectores como la cultura o el ferial han visto como ni siquiera en épocas de bajos contagios se celebran eventos. La situación es crítica, y es que encontrar un equilibrio entre la relajación de restricciones y la situación sanitaria es complicado. Algunos dirán que en Madrid se ha llevado mejor con un enfoque marcadamente económico, pero lo cierto es que acumulan el 40% de los contagios de todo el país. No hay una fórmula mágica. Mientras tanto, el sector del libro reza para que no se disparen los contagios antes de Sant Jordi, adaptado este año a la pandemia, y el sector del automóvil espera que el verano se parezca al del año pasado para llevar a cabo el Automobile.