Incertidumbre en la reanudación de la actividad económica catalana

El fin del confinamiento se acerca y los sectores peor parados por el Covid-19 vuelven o empiezan a preparar la reanudación de su actividad. Algunos lo harán escalonadamente a la espera de la evolución de la crisis, otros aún no tienen protocolo y el sector servicios se prepara para una lenta recuperación

Ya se vislumbra la luz al final del túnel, aunque aún podría haber peligros escondidos por el camino. Desde hace unos días, el Gobierno central y las administraciones autonómicas discuten el mejor modo para iniciar el desconfinamiento de la población. Sin embargo, la actividad económica hace días que se ha reactivado, aunque no todos los sectores tienen claro cuando se volverá a la normalidad, superando esa fase de nueva normalidad que sobre todo afectará al sector servicios: hoteles, restaurantes, sector artístico, cine, etc. Bien es cierto que, como recuerdan sindicatos y patronales, “no se puede hablar de reinicio de la actividad porque no ha parado”. Así lo afirma Alícia Buil, portavoz de la Federación de Industria, Construcción y Agro de la UGT de Catalunya. No obstante, sí hay consenso en que, al menos durante los próximos meses, no se volverá a un nivel de actividad como el de antes de la llegada de la crisis. Como recuerda Buil, sectores como el de la construcción, el químico o la perfumería tuvieron que parar completamente durante las dos semanas en las que el Gobierno decretó el confinamiento total vía permiso retribuible recuperable. Al terminar, todos estos sectores han ido reanudando la actividad junto a sectores como el del metal o la alimentación, que no han parado. “Después de esas dos semanas, sí que se han ido tomando más medidas de control. Esas dos semanas permitieron que las empresas tuvieran acceso a equipamiento de seguridad como mascarillas”.

Según sus cuentas, el sector del a perfumería trabaja ahora al 80%, mientras que el químico está en torno al 90% y el farmacéutico al 95%. Otros, como el textil o el de óptica y vidrio están cerrados sin visos a volver a trabajar, ya que proveen a establecimientos cerrados por decreto, aunque admite que, por ejemplo en el textil, algunas compañías han readaptado su producción a la fabricación de material sanitario. Buil explica que los que se han reincorporado tras las dos semanas de confinamiento total lo han hecho en base a protocolos diseñados entre empresas, administraciones y sindicatos para garantizar la seguridad. En ese sentido, parece que todas las partes han trabajado para entenderse, anteponiendo la seguridad al resto de asuntos, ya que sin seguridad, no hay producción. “Hay consenso. Los protocolos han podido establecerse según las directrices del Ministerio de Sanidad con rapidez. Hay casos aislados, como el agrícola, que nos preocupa”, apunta Buil. En el caso del campo, desde UGT denuncian la falta de iniciativa de la Generalitat, que no está ayudando a diseñar protocolos de seguridad para los trabajadores temporales ahora que arranca la temporada de recogida de la fruta. Muchos trabajadores deben desplazarse a un campo distinto cada día y buscar alojamiento, pero no hay medidas de seguridad definidas. “Hay entre 15.000 y 17.000 trabajadores en el campo a los que se les unen entre 33.000 y 35.000 más. Son personas vulnerables y que no haya un protocolo claro les deja en una situación de indefensión clara. Aunque la Generalitat afirma que ya hay acuerdo, a fecha de la redacción de este reportaje, Buil asegura que “hay un borrador para negociar, pero nada más”.

También el sector de la automoción ha vuelto a trabajar. La automoción catalana, que genera un 10% del PIB regional, ha estado detenida desde mediados de marzo por el Covid-19. Primero fue Seat, el 27 de abril, la que arrancó máquinas, aunque a un ritmo muy inferior al normal, ensamblando 325 vehículos diarios, una cifra lejana a los 2.300 habituales. Esto provocó que la dirección se viera forzada a anunciar otro Erte para 11.000 empleados, que se sumó al previo por fuerza mayor sobre la totalidad de la plantilla para adaptarse al recorte de producción hasta volver a la normalidad. No obstante, en términos de seguridad no ha habido problema para fijar unos protocolos. Nissan es una incógnita, aún con fecha de reapertura fijada para el 4 de mayo, por culpa de una huelga indefinida anunciada por los sindicatos.

Uno de los problemas del sector industrial catalán, según Pimec, que valora positivamente el plan de desconfinamiento, aunque pide medidas que lo acompañen, podría llegar a finales de mayo o principios de junio para las empresas que tienen en la exportación su principal actividad, Àngel Hermosilla, gerente del área institucional, advierte que lo que se está exportando ahora “son productos ya pedidos antes de la crisis. Se está trabajando en base a una cartera de pedidos, pero este mes no se están produciendo pedidos. Cuando pase el Covid-19 nos encontraremos un agujero en el que no habrá pedidos y las empresas tendrán que parar”. Este problema también pasa con la contratación pública. “En las próximas semanas todo el que trabaja por esta vía estará parado porque este mes no se ha producido contratación pública”, añade. Todo esto se sumará a los afectados de los más de 697.000 Ertes presentados por las empresas catalanas, el 94,2% de los cuales por fuerza mayor.

¿Cuándo abrirán los servicios?

Hermosilla adelanta que el sector servicios y el del ocio ya trabajan en los protocolos de seguridad que se impondrán una vez se supere la crisis. “Todo aquello que implique aglomeración se mantendrá cerrado o parcialmente cerrado”, lamenta. Desde el Gremio de Restauración lamentan que la desescalada propuesta por Sánchez retrasará la reapertura de los locales y el Gremio de Hoteles considera que el plan “los empuja al desastre económico y laboral”. Todo será muy progresivo”, adelanta Hermosilla. El mejor de los escenarios es que el sector servicios tarde meses en recuperarse. “Todo este año estaremos así si no se produce ningún rebrote”, apunta. Antes de la apertura, lo vital es definir estos protocolos que determinarán que establecimientos son “Covid-free”. “Oíremos hablar mucho de ello próximamente. Serán establecimientos que seguirán protocolos para ofrecer la garantía al cliente de que cumplen con medidas de seguridad y que permitirán al establecimiento optimizar su negocio dentro de lo posible”, concreta. Hermosilla no tiene claro que todos los establecimientos vayan a disponer de un protocolo bien definido . “Estos protocolos los preparan las empresas con las administraciones”, explica. “De momento, se está trabajando en la buena dirección. Es importante que haya participación de todas las partes para garantizar que los protocolos se usen bien”, advierte.