Carlota Pi, cofundadora y presidenta ejecutiva de Holaluz: “Los clientes han ahorrado 5 millones al mes con nuestra ayuda para atajar el impacto del Covid-19”

Holaluz, la tecnológica de energía verde que cotiza en el MAB, mantiene el rumbo hacia el millón de clientes y las 50.000 instalaciones fotovoltaicas en 2023. La compañía fundada por Carlota Pi, Oriol Vila y Ferran Nogué sortea el “imprevisto” de la pandemia como si se tratara de un ‘twist’ y lo gestiona como una “oportunidad”.

Holaluz se define como una empresa que contribuye a cambiar el mundo, con las personas en el centro de sus objetivos.

La irrupción del Covid-19 y su impacto en la economía, ¿puede ser una oportunidad para profundizar en esta estrategia?

Para nosotros esta situación ha sido como un twist inesperado, un giro que nos abre una gran oportunidad porque llevamos nueve años explicando que desarrollamos un proyecto trascendente hacia un mundo 100% renovable y construyendo un modelo de compañía donde las personas despliegan su máximo potencial. Esto, ahora, se ha impuesto como una realidad indiscutible. El Covid-19 ha acelerado un proceso de transformación que ya existía. Todos hemos tenido que trabajar desde casa, sin fichar, y las empresas tienen que confiar en que sus empleados están haciendo lo que deben. Por otro lado, se ha desmontado que el anticuado mensaje de que malvives si eres una persona que vives de acuerdo con tus principios, que defiendes entre otras cosas la energía verde... Eso, que no era cierto, lo ven claro muchas más personas. Nosotros gracias a la tecnología ofrecemos una calidad de vida mejor y alineada con unos valores, porque tenemos fuertemente interiorizada la mentalidad de transformar el mundo para que sea mejor para todos. Día a día y ahora más que nunca, como empresa cobramos más sentido.

¿Qué acciones han llevado a cabo para minimizar el impacto del Covid-19?

Podemos diferenciar entre la acciones internas para los empleados de la compañía y para mantener el servicio y las medidas para ayudar a nuestros usuarios. Internamente no hemos llevado a cabo acciones a las que no estuviéramos ya familiarizados. Holaluz es una compañía en la que la flexibilidad laboral está al cien por cien establecida para desarrollar nuestra vida profesional y personal, por lo que organizar que 200 personas trabajaran en remoto desde casa nos ocupó dos horas. Nuestra experiencia ha servido de ejemplo a otras compañías. La única diferencia con el Covid-19 es que la flexibilidad y el teletrabajo han pasado de ser una herramienta de libre elección a una obligación.

Entonces ¿ha trabajado toda la plantilla?

Sí. No hemos hecho Erte. Vimos necesario mantener toda la plantilla y prepararnos ya para el día después. Holaluz está inmersa en la ejecución del plan de negocio que tienen como fecha de finalización 31 de diciembre de 2023, por ello, el Covid-19 es un imprevisto, como nos podemos encontrar con otros muchos hasta llegar a ese horizonte. Pero a la vez, ha sido una oportunidad, enorme: mantener todos los puestos de trabajo ha sido nuestra contribución a la sociedad.

¿Cuál ha sido la estrategia con los clientes? Actuamos para el cliente doméstico y sobre todo para las pymes con problemas. Para las pequeñas empresas que tuvieron que cerrar sus negocios de forma obligatoria por el estado de alarma lo importante era que, sin ingresos durante unos meses, la factura de la luz fuera lo más próxima posible a cero, para no incurrir en un coste innecesario. Y, en paralelo también ofrecemos la posibilidad de financiar los pagos, pero creemos que ésta no es la ayuda real que necesitan las pymes para atajar sus problemas.

¿Cómo se puede poner el gasto a cero?

Apretando al máximo nuestros algoritmos de optimización de la potencia y también provocamos un cambio regulatorio porque hasta el pasado mes de febrero un usuario sólo se podía cambiar de potencia una vez al año, pero consideramos que debíamos permitir bajar la potencia y volverla a subir inmediatamente cuando volvieran a poner en marcha los negocios, las tiendas, los restaurantes... Dicho de otra forma, permitimos contratar un nivel de potencia necesario para mantener únicamente el consumo mínimo de, por ejemplo, tener luz en el rótulo de la tienda, activar la alarma de seguridad, las neveras y congeladores... Con ello eliminábamos la mitad del coste de la factura en una pyme de la tipología de nuestros clientes. Así hemos conseguido un ahorro mensual de casi 5 millones de euros para toda la base de clientes.

¿A nivel doméstico también se puede generar este ahorro?

Es cierto que el consumo de energía doméstica ha subido porque las familias están en sus domicilios más horas de las que tienen por costumbre. Pero la demanda de potencia -la energía por unidad de tiempo- se ha repartido durante más espacio de tiempo, no se concentrado en unas horas que acostumbran a ser las de la tarde-noche y primera hora de la mañana. De todas formas, el consumo solo ha aumentado entre un 5% y un 7% y ese gasto no llega ni a la mitad de la factura total. Al crecer el consumo, pero repartido a lo largo del día, nos ha bajado la demanda de potencia y a prácticamente dos terceras partes de nuestros clientes les hemos reducido la cuota y, por lo tanto, la factura. Todo gracias a nuestras tecnologías.

¿Qué aprendizajes nos deja el covid-19? Uno muy claro e importante: en este planeta todos estamos dentro del mismo barco. La gente está tomando decisiones de compra y tiene claro que el poder para la solución global depende de la libertad y de la decisión de cada uno. Por ejemplo nuestra campaña de marketing ‘tú también puedes cambiar el mundo’ ha cobrado una ética y un sentido mil veces mayor de la que tenía porque las personas nos hemos convencido a base de ver que efectivamente hay mucho que podemos hacer nosotros mismos para cambiar el mundo. El coronavirus nos ha enseñado que un problema en la China o donde sea es también nuestro problema y que hay que solventarlo entre todos. Es un cambio de mainframe.

¿Para Holaluz, en qué se ha traducido?

Solo durante cinco semanas dejamos a un lado la estrategia de captación de nuevos clientes. Pese a ello, hemos mantenido un ritmo de crecimiento diario en nuevos clientes del 12%, estamos en unos 240.000 en toda España. Ahora ya hemos retomado la campaña y el mensaje de responsabilidad ambiental y seguimos sumando. Además, en pleno confinamiento, hemos hecho récords de ventas de instalaciones de autoconsumo porque la gente le ha visto mucho más sentido a autoproducir la electricidad en su tejado. Ya estamos muy por encima de las cinco instalaciones nuevas por día. De hecho durante el primer trimestre de este año hemos vendido más instalaciones de autoconsumo que las que veníamos comercializando desde que empezamos en este segmento en octubre de 2018 y que superan el millar. En enero y febrero registramos 35 instalaciones a la semana y un crecimiento diario del 14% en relación al último trimestre de 2019. Y ello a pesar de que no podremos instalarlas hasta que se levante el estado de alarma.

¿El autoconsumo es urbano o rural?

En todas partes. La apuesta de Holaluz es ayudar a los clientes a convertirse en productores de electricidad porque es un paso más, el siguiente. Conectamos personas con la energía verde, comprando electricidad a los productores de 100% renovable y vendemos al cliente final. Ahora estos productores no solo son productores centralizados sino que podemos convertir tejados en productores de energía, con diversas modalidades, tanto de uso doméstico particular, como de edificios para la comunidad de propietarios... Tener placas solares fotovoltaicas en tu tejado será tan estándar en tu vida como tener un cuarto de baño o una lavadora. Porque lo disruptivo es que no hace falta que seas tú quien genere tu propia energía, ni tu vecino, sino que cualquier persona que esté transformando su tejado en producción de electricidad ya está cambiando y mejorando el mundo para el conjunto de la sociedad.

Holaluz ha sido la primera empresa eléctrica española en comercializar la compensación simplificada ¿ha sido la clave?

Por un lado, hemos ayudado a los clientes a convertir su tejado en una instalación generadora de electricidad y en breve lo potenciaremos con una campaña disruptiva para acelerar la transformación de tejados de las casas en áreas de paneles solares. Por otro lado, lanzamos Holaluz Cloud, un sistema que permite descontar de la factura de la luz los excedentes. Hay clientes que ya tienen la instalación para autoconsumo pero que desperdician una parte de la electricidad cuando ya se han cubierto el consumo diario interno y han acumulado parte sobrante en una batería. Entonces les compramos la energía excedentaria que la conectamos a otro cliente. Transformamos los hogares en productores independientes. Es una combinación de producción centralizada y renovable y producción distribuida. Es un escenario cien por cien energía renovable.

¿Cuál será esa transformación disruptiva?

Daremos un paso más para que la decisión de transformar el tejado en un espacio generador de electricidad no dependa de disponer de unos ahorros o capacidad de endeudamiento de 5.000 euros, sino que Holaluz ofrecerá un sistema para financiarlo como suscripción a una energía verde. El objetivo es transformar todos los tejados de España en instalaciones generadoras.

¿Temen la posible entrada de los gigantes tecnológicos en el sector energético?

¡Ojalá Google y Amazon se pusieran en serio en temas de energía! Ahora somos nosotros quienes lideramos el mercado en España, pero tener más challengers sería muy bueno.

El impacto económico del Covid-19 ha castigado los mercados bursátiles. Su cotización está por debajo del nivel de salida al MAB en noviembre de 2019.

No entendemos la cotización como un espejo de la evolución del negocio. El precio de la acción no es, en plena crisis, un dato para medir la temperatura de la empresa. La cotización ha bajado, como otras muchas, por la dinámica del mercado de capitales a raíz de la crisis del Covid-19 y de necesidad de liquidez. Pero nuestros inversores mantienen sus posiciones e incluso están incrementándolas. Observemos que la colocación de 40 millones en el MAB, en noviembre de 2019, se hizo a través de tres entidades JB Capital Markets y GVC Gaesco Valores para inversor institucional y family office, y AndBank, con un paquete pequeño de unos cinco millones para inversor privado, un inversor retail que ahora vende para hacer caja y tener liquidez. No dudamos de que la acción recuperará el valor en los próximos trimestres.

¿Variarán sus perspectivas económicas?

Somos una compañía de construcción a largo plazo con la vista puesta en el business plan para 2023. El ebitda 2020 no debería ser sustancialmente distinto al previsto. En el último ejercicio fiscal, a 30 de septiembre, Holaluz obtuvo unos ingresos de 208,81 millones de euros y un ebitda de 2,61 millones, con un crecimiento del cien por cien respecto el año anterior. Este ejercicio 2019 hemos vendido 1.128.538 MWh, lo que ha contribuido a evitar la emisión de 451.414 toneladas de CO2, equivalentes al cierre de una planta de energía contaminante durante 142 días, o lo que es lo mismo a dejar de producir bolsas de plástico durante casi 13 años.

¿Crecerán con compras?

Estamos en disposición de analizar las oportunidades que surjan. Mantenemos una posición fuerte y contamos con el apoyo de nuestros fondos de inversión para adquisiciones. Podríamos cerrar acuerdos para la compra de carteras domésticas y reforzar nuestra masa de clientes. Una operación de estas características nos permitiría acelerar en un par o tres de trimestres a la ejecución del plan estratégico para 2023.