Beauté Mediterránea esquiva el Covid-19 con un modelo de negocio basado en el comercio ‘online’

Hay muchos modos de evolucionar como empresa. Algunas optan por reinventarse y virar hacia nuevos modelos de negocio con complejos cambios de imagen para alcanzar nuevos públicos y compradores potenciales, otras, como Laboratorios Rofersam, se marcan un objetivo y desarrollan toda una marca para cumplirlo. En este caso, este fabricante de cosméticos, nacido en 1979, creó Beatué Mediterránea, una marca con la que, en palabras de Juan Manual Sánchez, su consejero delegado, ambiciona “ser una marca referente o líder del producto cosmético para la generación de los millennials”. Su cliente objetivo es, entonces, joven, de entre 30 y 40 años y su modelo de negocio se basa en una estrategia enfocada claramente al comercio online.

Tal y como explica Sánchez, esta marca, nacida hace solo siete años, quiere atraer al comprador que “busca un producto que respete al medioambiente, que no sea probado en animales, que no contenga ingredientes de origen animal y que su packaging sea lo más reciclable posible”. Todo sin importar el sexo. “En nuestra marca no hay una distinción entre hombres y mujeres en ninguna línea de producto. La piel la tenemos igual, lo que sí hacemos es diferenciar el tipo de piel o cabello para que el producto se adapte a cualquier cliente”, detalla Sánchez.

Las ventajas del modelo online

Beauté Mediterránea vende principalmente por Internet y está presente en países como Rusia, Corea del Sur, Francia, Italia o España. Si bien es cierto que, como puntualiza su consejero delegado, también cuentan con tiendas donde tocar y ver el producto, e incluso en algún país como Taiwán solo venden en espacios físicos. En China, también con el modelo online como base, están creciendo mucho. Este modelo fue lo que provocó que, en su nacimiento, la marca creciera lentamente, pero también el que, durante los últimos tres años, ha permitido que explote. “El auge de las redes sociales, como Instagram, le ha venido perfecto a la marca. Estos últimos tres años estamos creciendo mucho”, dice el directivo.

Según cuenta Sánchez, el año pasado se facturaron 6,5 millones, casi un 30% más que en 2018. “Para este año, las previsiones antes del coronavirus eran crecer un 35%. A fecha de hoy estamos un poco por debajo”, admite pero esperan que la marca cumpla sus objetivos para este ejericio gracias, precisamente, al modelo de venta por Internet y a la producción de geles hidroalcohólicos. “Al estar centrados en la venta online, el coronavirus no ha tenido tanta repercusión. No hemos notado ningún parón en este apartado y creo que incluso hemos subido bastante”, dice Sánchez. No obstante, el Covid-19 sí obligó a cerrar establecimientos como peluquerías y salones de belleza y su facturación vía distribuidores se ha hundido. Para compensar esta pérdida, la compañía que dirige Sánchez viró hacia la producción de geles hidroalcohólicos. “Somos un laboratorio autorizado para la fabricación de geles hidroalcohólicos y entre abril y mayo nuestra producción se ha centrado en este producto copando el 60% o más del total”, explica Sánchez. “Antes era un producto residual y ahora, que estamos volviendo a arrancar, estamos volviendo a la fabricación habitual”, concreta.

Así, “en los meses de abril y mayo hemos conseguido mantener la facturación”. Los geles hidroalcohólicos, además, han brindado la oportunidad de posicionar mucho la marca. “Además de venderlos, hemos hecho donaciones y otras acciones. Hemos donado geles a residencias, hospitales... e incluso regalábamos uno con cada compra por Internet. “Hemos tenido la suerte de poder hace geles hidroalcohólicos, que nos ha permitido mantener la facturación. Confiamos que en los últimos meses del año podamos recuperar el ritmo perdido y crecer el 35% que teníamos pensado”, añade Sánchez.

Pasada con éxito una de las peores crisis de la historia, aunque todavía no se conoce cuando se recuperará el mercado por completo, Beauté Mediterránea encara el futuro con una propuesta de valor basado en la creación de productos que satisfagan las necesidades de su cliente potencial y su comercialización principalmente por Internet y por una estrategia que destina muchos recursos a la investigación y el desarrollo. “La marca se creó en los laboratorios e invertimos mucho en investigación y desarrollo. Contamos con un grupo de trabajadores muy joven que entiende el producto que queremos crear y trabaja para ello”, apunta Sánchez. ez.

Beatué Mediterránea lanza cada año cinco o seis productos nuevos. “Es una marca en constante evolución”, reconoce el directivo. Una de sus últimas apuestas es una línea nueva de productos basada en el Cannabis. “Es un tipo de coméstica que no tiene tanta fuerza en España como en otros países como, por ejemplo, Estados Unidos, pero la marca es esto: investigación, nuevos productos y novedades”, apunta Sánchez.