¡Viva la revolución ‘freelance’!

Existen dos empresas cotizadas, en NYSE y NASDAQ respectivamente, que están en máximos históricos y con un crecimiento sostenido a lo largo de todo el 2020: Fiverr y UpWork. ¿Te suenan? Probablemente no. Casi no hay menciones de ellas en medios españoles.

Los medios, la investigación académica y think-tanks, los sindicatos, las administraciones, etc. tienden a uberizar (o glovizar) todo el fenómeno de las plataformas digitales y el futuro del trabajo. Esa limitación autoimpuesta en el análisis deja fuera de su radar el impacto de otro tipo de plataformas. A nivel mundial Fiverr y UpWork son dos de las principales plataformas digitales laborales especializadas en el ámbito del talento freelance de cuello blanco.

Este tipo de plataformas agrupan a personas que ofrecen sus servicios de diseño, análisis, programación, fotografía, locución, redacción, investigación, administración, finanzas, formación, comercial, desarrollo de negocio, ¿sigo?. Son trabajos pagados por objetivos, de duración variable, mayoritariamente con entrega remota y a escala global. Los clientes son tanto otros freelancers que necesitan ayuda en su trabajo como empresas que buscan un apoyo en un proyecto puntual o en su día a día. Si estas dos plataformas, sea como empresa o como freelancer, no te convencen tienes alternativas a un par de clics de distancia: Malt, Workana, Freelancer, PeoplePerHour o Zhubajie son de ámbito generalista. También existen plataformas especializadas en un sector concreto como Voice123 (locución), TextBroker (redacción) o MatchMode (moda). El listado completo es extenso y no para de crecer.

Un reciente estudio realizado por Harvard Business School y Boston Consulting Group (BCG) asegura que la gran mayoría de las empresas ven a los autónomos altamente capacitados como parte integral de la innovación y de la adaptación rápida a las peticiones del mercado. El estudio preguntó a 700 líderes de grandes empresas estadounidenses sobre sus planes para ser parte de la revolución de los trabajadores independiente o freelancers.

La mayoría (60%) ya viene utilizando, de forma extensa o moderada, las plataformas para encontrar trabajadores autónomos altamente capacitados. Además el 90% de las empresas afirman que buscar freelancers altamente capacitados en las principales plataformas será una parte integral de su estrategia de talento en el futuro. También reconocen que no tienen esa estrategia del todo desarrollada a día de hoy y hay margen de mejora.

Más y más empresas van en contra de la tendencia de tener empleados dedicados al 100%. Lo que solía considerarse una norma laboral exigida por las empresas se está desvaneciendo rápidamente. Según el estudio, el 60% de los líderes empresariales prefieren cada vez más “alquilar”, “pedir prestado” o “compartir” talento con otras empresas.

Las empresas contratan freelancers por la conveniencia, la flexibilidad y el control de los costos laborales. Parece que los resultados son positivos. Un 40% de las empresas dijo que mejoraron la velocidad de comercialización, ayudó a impulsar la productividad y ayudó a aumentar la innovación en la empresa. Por si quedan dudas de estas tendencias, Fiverr en el tercer trimestre aceleró su tasa de crecimiento de ingresos al 88% interanual, hasta los 52 millones de dólares. UpWork en el mismo trimestre aumentó el volumen bruto de servicios un 23% YoY hasta los 654,5 millones de dólares.

El panorama freelance en España, compuesto por más de 750.000 profesionales independientes (con un crecimiento del 40% en 10 años), ha sido uno de los sectores sacudidos por la crisis económica que vivimos a causa del Covid-19. Sin embargo, el hecho de ser profesionales acostumbrados al teletrabajo y altamente ligados a metodologías de trabajo ágiles los posiciona como el motor de la transformación digital de las empresas y herramienta clave de cara a futuro. El 97% de estos profesionales independientes en España, cuya edad media es de 40 años , sabe lo que es trabajar como asalariado para una empresa. Sin embargo, la amplia mayoría (73%) no está dispuesta a volver a ese modelo de trabajo y apuesta por el freelancing como futura vía de trabajo. Son datos del informe Impacto del Covid-19 en el panorama freelance, elaborado por la plataforma Malt con Boston Consulting Group. Por impresionante que pueda parecer todo lo descrito hasta el momento, lo que observamos hoy es tan solo la punta del iceberg de esta revolución freelance.

Podemos y debemos añadir al análisis aspectos como: los impactos demográficos -tanto los jóvenes que llegan al mercado y buscan flexibilidad, como gente mayor que se retira parcialmente-, las nuevas plataformas digitales laborales con servicios cada vez más completos para los freelancers (deep job platforms), el auge narrativo alrededor de la economía del talento o economía de la pasión personal, los nuevos colectivos neosindicales para defender los derechos de los freelancers (FreelancersUnion, Independants.co) así como las comunidades y colectivos de freelancers que deciden presentarse al mercado de manera agrupada sin ser una empresa al uso (MyWay, Nexo Professional, Ouishare, Happy Dev, Collectif Cosme, Hoxby, etc.)

Todas estas piezas se mueven a la vez y nos dibujan un panorama laboral bastante diferente al de generaciones anteriores. Históricamente la incorporación de nuevas tecnologías ha sido siempre el origen de cambios en las maneras de trabajar, en la evolución del derecho laboral, en la organización de la vida de las personas y en la puesta al día del compromiso colectivo que representa el contrato social.

Aunque el trabajo tradicional no desaparecerá con la digitalización de las relaciones laborales vamos a un escenario de mayor fragmentación laboral. Tom Malone, profesor de Sloan-MIT, lo resume diciendo: “Mi padre tuvo un solo trabajo toda su vida, yo tendré siete trabajos, mis hijos van a tener siete trabajos a la vez.”