Las exportaciones catalanas
a EEUU se disparan con Trump

El presidente americano cierra su mandato con una imagen mermada por los ‘tuits’, escándalos, aranceles y su gestión de la pandemia, pero ha beneficiado a la industria catalana.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pasa sus últimas semanas como residente de la Casa Blanca. el demócrata Joe Biden, cuatro años mayor que él, tomará posesión del cargo más importante del mundo el próximo 20 de enero para un único mandato tras el que, previsiblemente, pasará el testigo a su vicepresidenta, Kamala Harris, senadora por California. Trump abandonará a regañadientes la presidencia que ganó contra pronóstico hace ya más de cuatro años. Ni las encuestas ni Hillary Clinton lo vieron venir y el resultado de las elecciones de 2016 ha sido cuatro años de gestión a trompicones y a golpe de tuit, y en la que la negatividad ha sido la norma. El país está más dividido que nunca y el retrato que deja Trump al resto del mundo es el de un empresario sin escrúpulos que ha gobernado impulsivamente. En España, y por extensión en Catalunya, el impacto de Trump se traduce en los aranceles impuestos a productos como la carne, el vino y el aceite de oliva como represalia al apoyo de España a la empresa Airbus. La percepción es que su gestión ha tenido consecuencias negativas para Catalunya. Sin embargo, ¿le ha venido mal a la industria y a los productores catalanes los cuatro años de Trump al mando de la economía más potente del mundo?

Según datos de la Promotora de Exportaciones Catalanas (Prodeca), que depende del Departamento de Agricultura, el incremento de los aranceles del 25% que Estados Unidos empezó a aplicar sobre los productos antes descritos en octubre de 2019 ha tenido un impacto negativo en las ventas por valor de unos 38 millones de euros, a los que hay que sumar 13 millones de euros más consecuencia directa de estos nuevos aranceles. En total, 50 millones de euros que los productores y agricultores catalanes han dejado de ganar en el mercado norteamericano. Concretadas las cifras, el efecto sobre el aceite de oliva fue de 17,5 millones de euros, otros 8,5 millones para el vino y 20 millones para la carne. Hay que tener en cuenta, además, el agravio que supuso que Trump no aplicara los mismos aranceles sobre el vino y el aceite italiano y griego, porque ambos países no apoyaron a Airbus, disminuyendo así la competitividad de los productores catalanes. “El modo de hacer de Trump, sus ideas proteccionistas y sus medidas son pan para hoy y hambre para mañana”, dice Xavier Ferrer, presidente de la Comisión de Economía Internacional y Unión Europea del Colegio de Economistas de Catalunya. “En un mundo normalizado como el actual, las relaciones comerciales deben ser abiertas y coordinadas por la Organización Mundial del Consumo. La presidencia de Trump ha sido muy errática en este aspecto”. Ferrar asume que “Trump no cree en la Unión Europea y no la ve como una aliada, sino como una parte más del mundo con la que competir”. Para Ferrer, la elección de Biden tendrá un efecto positivo y pese a que admite que los cambios sustanciales “no se producen de un día para otro”, cree “que volverá a la idea de multilateralidad, no solo desde un punto de vista de seguridad y defensa, sino también de relaciones comerciales”. Por su parte, Kílian García, director de internacional de Foment del Treball, considera que “la política norteamericana ha ido en contra de los objetivos de la Unión Europea durante los últimos años”. Para García, “el mercado norteamericano es muy importante para Catalunya porque es grande y su poder adquisitivo es elevado. Además, los productos catalanes están bien considerados”. García le pediría a Biden que “eliminara todos los aranceles y se normalizaran y estandarizaran las relaciones comerciales”. “Esperamos que la próxima Administración tenga la perspectiva de reconstruir puentes hacia Europa, retirando mutuamente los aranceles”, añade.

Sin embargo, para las agroalimentarias catalanas, las más damnificadas por Trump en Catalunya, Estados Unidos es el noveno mercado mundial con unas ventas por valor de 323,68 millones de euros, cifra que va al alza. Después de todo, el valor de las exportaciones de este sector en el país norteamericano se ha incrementado durante los últimos cinco años hasta crecer un 50%, por lo que la era Trump se cierra con crecimiento.

Cifras récord

Visto con perspectiva -o eso cree Joan Tristany, director general de Amec, la Asociación de las Empresas Industriales Internacionales-, “Trump ha tenido una visibilidad negativa a golpe de tuits muy mediáticos, pero a nivel económico no le ha ido mal”. “En Europa -añade- le conocemos por polémicas como la de la igualdad y su pésima gestión de la pandemia, pero a nivel económico muchos americanos se han beneficiado. Por eso también ha tenido muchísimos votos en las últimas elecciones”. Según admite, las empresas de Amec han aumentado sus exportaciones a EEUU un 56% en el mandato Trump, una cifra relevante. “Nuestra experiencia ha sido buena: Estados Unidos es ahora el primer mercado por interés comercial para nuestras empresas”.

Amec agrupa empresas de toda España, pero el 66% de sus compañías son catalanas. Estos datos manifiestan una realidad que a muchos les resultará incómoda: Trump ha potenciado el valor del mercado norteamericano.

Según datos de Acció en base al ICEX-Estacom, el valor de las exportaciones catalanas en Estados Unidos alcanzó un récord histórico de 2.663,2 millones de euros en 2019, un 5,3% más respecto al año anterior y la cifra más alta de la serie histórica. Desde 2016, cuando Trump entró por primera vez en la Casa Blanca, han subido desde los 2.147,9 millones de euros. Según estos datos, las exportaciones a Estados Unidos representan el 3,6% del total de las exportaciones catalanas y principalmente se envía maquinaria, un 13,3%, productos farmacéuticos, un 10,6%, y combustibles, un 9,9%.

Todos los datos, excepto los 50 millones que el sector agroalimentario ha dejado de ganar -que no perdido- son positivos. “Quiero recordar que las inversiones en filiales de Estados Unidos también han crecido entre 2016 y 2020, sobre todo en filiales productivas”, dice Tristany. Este hecho, derivado de las medidas proteccionistas de Trump, ha provocado que el mix de filiales comerciales/productivas haya pasado del 20-80 al 40-60. “La estrategia del Made in America de Trump ha tenido efectos positivos y negativos pero a las empresas de Amec no les ha ido mal”, añade Tristany.

Amec publica un informe de perspectiva de mercado a partir de indicadores de organismos internacionales. Tristany señala que “Estados Unidos es el mercado número uno en materia de oportunidades para las empresas. Es el mejor país en el que invertir y eso lo trasmitimos a nuestras empresas. Es más, también les recomendamos el Reino Unido pese al Brexit”. Tristany cree que cambiarán cosas pero no habrán variaciones profundas. “Habrá un cierto continuismo en el fondo, pero tenemos claro que habrá un cambio muy importante en las formas. No nos podemos olvidar de la guerra comercial y eso será muy importante a nivel de relaciones internacionales”, señala. Para Tristany, con Biden podrían volver las relaciones cordiales entre Europa y EEUU, pero es patidario de que no destruya el legado de Trump en materia económica, porque ha sido positivo para Estados Unidos. En relación al Brexit -que todos los expertos consultados coinciden en que sería “nefasto cerrar la relación Reino Unido-Europa sin acuerdo”-, Tristany apunta que la elección de Biden favorecerá a Europa: “Trump se hubiera empoderado más al Reino Unido y a Boris Johnson, el nuevo presidente Biden puede decantar la balanza comercial hacia Europa”.