La factura del coronavirus asciende a más de 50.000 millones

El Covid-19 paraliza gran parte de la actividad económica de la región y no cesan de registrarse Ertes

El coronavirus Covid-19 ha paralizado el mundo apenas tres meses después de su descubrimiento. Como una crónica de una muerte anunciada, Europa ha sido el espejo de China y Estados Unidos lo está siendo del Viejo Continente en cuanto al desarrollo de la pandemia. Ante la imposibilidad de emular las duras restricciones que han permitido a algunos países asiáticos reducir la curva de contagios relativamente rápido, el mundo occidental se encuentra ahora paralizado. En Catalunya, el día 12, la Generalitat decidió confinar Igualada y otros tres pueblos del Valle del Òdena por considerarse el primer gran foco de contagio de la región. El día 16, el Gobierno de España decretó el confinamiento de todos sus habitantes, solo permitiendo el desplazamiento para cubrir necesidades esenciales e ir a trabajar. El día 30, se pasó al confinamiento total, solo pudiendo trabajar aquellos profesionales de los servicios esenciales. ¿El resultado? Una lluvia de Ertes que han dejado a cientos de miles de trabajadores sin empleo por tiempo indeterminado; una oleada de incertidumbre sobre cuándo se restablecerá la normalidad; toda la actividad congresual, ferial, deportiva, cultural, etc., detenida, generando un enorme impacto económico sobre Barcelona y Catalunya, y disputas entre empresas y Gobierno a raíz de las medidas tomadas. Todo junto ha desencadenado una crisis que nadie vio venir.

Ya antes de marzo, la cancelación del Mobile World Congress se alzaba como un oscuro presagio de lo que estaba por venir. Esos fueron los primeros 492 millones de euros que Catalunya dejó de ingresar por culpa del coronavirus. A partir de ahí, han ido cayendo del calendario una gran cantidad de congresos y eventos como el Gran Premio de Fórmula 1 del Circuit de Barcelona-Catalunya. A principios de mes, Fira de Barcelona trasladó a septiembre Alimentaria, y sus más de 200 millones de euros de impacto económico. Liberty Media, propietaria de la Fórmula 1, ha aplazado el Gran Premio del trazado catalán hasta una fecha aún por concretar. El impacto que genera el evento deportivo es de 163 millones de euros y 3.000 puestos de trabajo. Y en el aire está el Gran Premio de Catalunya de MotoGP, programado para el 7 de junio. En principio se tiene que celebrar. En caso de no disputarse, el impacto negativo ascendería a 97 millones de euros.

También se suspendió la diada de Sant Jordi, que pretende celebrarse antes de las vacaciones de verano. Según la Cámara del Libro, está en juego la tercera parte de la facturación del año, unos 22,16 millones de euros. Sin alejarse del sector cultural, las distintas entidades representantes de colectivos como los músicos, los promotores y representantes y actores y actrices pusieron cifras estimadas al impacto del coronavirus. Respectivamente, las pérdidas ascenderían a más de cinco millones, 6,8 millones y 3,2 millones de euros. Todos los sectores están afectados. El de la planta viva podría perder más de 125 millones al quedarse sin su temporada alta, la primavera, y los agricultores de calçots, forzados a detener en seco la temporada, que esperaban que fuera histórica, calculan una pérdida de hasta 500.000 euros, según la IGP Calçot de Valls.

Desde el sector turístico advierten que se podrían perder seis millones de turistas hasta el verano, y desde la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos cifran en 73 millones el impacto de las cancelaciones de reservas en Catalunya, sobre todo en Semana Santa. A todo esto habrá que sumar las pérdidas que registrarán la agricultura y la pesca, así como la hostelería y hotelería. Asimismo, la Generalitat prevé un gasto sanitario de 1.800 millones para hacer frente a la crisis y afirma que el estado de alarma ha obligado a cerrar al 54% del comercio, que supone una facturación de cerca de 20.000 millones al año. Por último, hay que añadir los 46.800 millones de euros que pymes y autónomos, según Pimec, dejarán de ganar con un confinamiento de un mes. Precisamente, la Cámara de Comercio de Barcelona estima que, durando un mes, el impacto sobre el PIB catalán puede alcanzar los 10.450 millones de euros.

Cascada de Ertes

A fecha de 3 de abril, Catalunya llevaba registrados 80.902 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte) que afectan a 603.105 trabajadores, mientras la comunidad se enfrenta a un mayor paro productivo por el decreto estatal de permiso remunerado recuperable hasta el 9 de abril para todas las actividades no esenciales. Una de las primeras empresas en presentar Erte fue Seat, para sus 14.800 trabajadores de Martorell y Barcelona. Le siguieron muchas compañías, como Nissan para sus 3.000 empleados en Barcelona, Ficosa (1.400 empleados en Barberà del Vallpes), Gestamp (1.400 trabajadores en seis plantas en Catalunya), Magneti Marelli (493 trabajadores en Barberà), Roca (449 en Gavà), el Palau de la Música Catalana (106 trabajadores) o Denso (848 personas en Sant Fruitós de Bages). Hasta el FC Barcelona presentará su propio Erte tras acordar una rebaja salarial con sus futbolistas para garantizar el salario del personal no deportivo. Asimismo, compañías como Decathlon, Mango, Primark, Ikea, Vueling, Inditex, Desigual y El Corte Inglés también presentaron sendos Ertes, afectando a sus plantillas en todo el país, incluidos los trabajadores catalanes. El sindicato UGT en Catalunya apunta que muchas empresas están dejando desprotegidos a los trabajadores fijos discontinuos -comunes sobre todo en el sector turístico-, ya que, dicen, “muchas empresas no los están incluyendo” en los Erte. Una excepción en este área sería Port Aventura World, que presentó un nuevo Erte con personal fijo discontinuo que afectará a 1.492 personas. En general, todos los Erte se presentan por causas de fuerza mayor. La Generalitat cifra en más de 500 millones, que paga el Gobierno Español, las prestaciones de desempleo en marzo en Catalunya con la suma de los Ertes a los parados habituales.

Confinamiento total

Según datos ofrecidos por el sindicato UGT en Catalunya tras decretarse la suspensión de todas las actividades no esenciales el 30 de marzo, el 32% de los empleados en la región se verán obligados a quedarse en casa por no ocupar puestos esenciales. Así, la medida afectará a 1.116.289 personas, contando a los autónomos, y a 894.294 si no se cuentan los trabajadores por cuenta propia. Aunque UGT admite que algunos están teletrabajando y otros podrán hacerlo, la gran mayoría ha seguido acudiendo a su puesto de trabajo incluso tras la entrada en vigor del estado de alarma. La patronal Foment del Treball, considera el paro casi total desacertado y poco riguroso, e insiste en la urgencia de inyectar liquidez a las empresas con una moratoria fiscal de tres meses.