La banca de inversión se pone en ‘stand-by’ con UBS y Credit Suisse

Varias entidades que operan en este mercado alertan de la existencia de dificultades para sindicar la deuda en procesos que ahora están en marcha.

La debilidad de Credit Suisse y su compra por parte de UBS arrastrada por los supervisores sigue trayendo consecuencias en el sector financiero a nivel europeo. La banca de inversión ha puesto en stand-by varias de las operaciones de financiación, refinanciación e incluso de compras y adquisiciones en las que participaban “de alguna manera” tanto Credit Suisse como UBS. Así lo confirman a elEconomista.es fuentes del sector que apuntan a que la dificultad principal que están atisbando pasa por el cierre de las sindicaciones de deuda, alteradas por la situación de incertidumbre que existe en el mercado en este momento y las caídas en el rating que han experimentado estas entidades en los últimos días.

Además, desde el sector también señalan que desde las entidades han dado la orden de “poner el ojo” en aquellas operaciones en las que estuvieran implicadas estos bancos ahora en el centro de la noticia y de las que hubieran quedado excluidos de forma que puedan “aprovechar la oportunidad” y sustituirlas en ellas. Y es que, como ellos mismos reconocen, en este campo “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

Con respecto a la primera pata de esta problemática, las mismas fuentes señalan que la situación actual de los ratings ha llevado a una complicación mayor que la que había hace unas semanas a la hora de cerrar este tipo de operaciones. “Los préstamos y bonos apalancados son los más difíciles de comercializar en este momento”, señalan desde uno de los principales bancos de inversión que operan en España en este momento. “Las operaciones con investment grade son diez veces más fáciles, pero la situación general tampoco ayuda”, apuntan.

¿Por qué también han puesto en cuarentena aquellas operaciones en las que esté implicado UBS? Las mismas fuentes señalan que el hecho de que agencias de calificación crediticia como Fitch hayan puesto en “vigilancia especial con implicaciones negativas” a la entidad que se quedará con Credit Suisse sumada a la falta de información en torno al impacto que le puede causar esta adquisición han hecho que se tome esta decisión. De hecho, la propia agencia de calificación señalaba en la tarde del pasado martes que subsisten “riesgos de la ejecución” que podrían “debilitar el negocio de UBS” durante la integración y reestructuración de Credit Suisse en un contexto macroeconómico “cada vez más complicado”.

Tampoco se ha quedado corta S&P, que dijo hace solo unos días que “vemos un riesgo de ejecución importante en la integración de Credit Suisse por parte de UBS” apuntando a un perfil crediticio más “débil” y la complejidad de liquidar una gran parte de las operaciones de banca de inversión que están sobre la mesa.

Posibles consecuencias

Si bien es cierto que esto puede suponer un revés de cara a las operaciones de los próximos meses -estiman que la parálisis será temporal si no se complica la situación a otros niveles. Las mismas fuentes señalan que “desde Credit Suisse ya estaban siendo cuidadosos con su asignación de capital en estos últimos años”, por lo que abogan por cierta facilidad para capear la tormenta. Sea como fuere, el sector al completo está alerta de lo que pueda pasar con las operaciones que están abiertas y las que puedan llegar en los próximos meses.

Nueva ‘guerra’ de fichajes en España

Una de las grandes incógnitas por resolver en lo que a Credit Suisse se refiere es qué pasará con la filial española de la entidad, que goza de gran relevancia en el conjunto del grupo. Y es que tras la venta de la pata española de UBS a Singular Bank hace unos meses, la suiza firmó un acuerdo de no competencia que le impediría quedarse con la filial de su compatriota en nuestro país.

Por tanto, la situación de Credit Suisse en España y la incertidumbre que rodea al conjunto de una hipotética operación de venta -salvo que decida pagar la cláusula de no competencia que pesa sobre el acuerdo de hace apenas un año- es otro de los focos de atención del sector en nuestro país.

Entre los profesionales de este mercado ya han empezado los contactos que avecinan, según reconocen ellos mismos, una nueva guerra de fichajes apenas unos meses después de que se produjese la anterior. ¿Quién saldrá y desde qué parte del negocio? Hasta que los planes del Gobierno suizo, que ha apelado a la seguridad nacional y el bienestar económico del país, no continúen su camino, todavía no está claro la forma que tomará el ajuste de plantilla que contará, según señalan los expertos, con una importante hucha en forma de badwill para acometerlo.

Lo único que está claro por ahora, según confirmó el propio presidente de UBS, Colm Kelleher, es que la entidad cerrará la unidad de negociación de deuda de Credit Suisse para alinearla con su “cultura de riesgo conservadora”. El ahorro de costes total, según Ralph Hamers, consejero delegado del banco que absorbe, indicó que buscarán ahorrar costes por hasta 8.000 millones de dólares, de los que unos 6.000 millones provendrían de la dotación de personal.

En este sentido, mientras otras entidades han anunciado importantes planes de despidos en los últimos meses a nivel mundial, el talento que podría salir de la reestructuración que se avecina ya estaría en el foco de propios y extraños tanto a nivel nacional como internacional y la banca de todo el planeta tiene la mirada puesta en este movimiento.