Un récord histórico difícil de repetir: 8.735 millones invertidos en 2022

El sector de private equity y venture capital logró superar en 2022 todos sus registros anteriores en España, con 8.735 millones de euros invertidos, un 15% más que en 2021, pulverizando el nivel máximo alcanzado en 2019. Cifras históricas de la patronal SpainCap que parecen difíciles de repetir en un escenario de ralentización. La incertidumbre global ya impactó en la captación de capital el año pasado, en mínimos de la década, y en las desinversiones, con caídas en ambas variables del 36%. El shock macroeconómico se ha traducido en una elevada incertidumbre en las valoraciones y, por tanto, en retrasos en los calendarios de salida. La nota positiva la sigue poniendo la inversión extranjera: los fondos internacionales concentraron el 80,7% del volumen total invertido en 2022.

El 2023 arranca con un parón de las operaciones tras el frenesí inversor postpandemia. El sentimiento de mercado ha cambiado tomando posiciones contrarias y casi siempre extremas. El capital riesgo espera un primer semestre de 2023 cauto, con una potencial ralentización de los ciclos de inversión, desinversión y captación de capital (fundraising), mostrándose más positivo de cara a finales de año. La actividad se ha ralentizado reflejando la incertidumbre macroeconómica y geopolítica con una cascada de procesos cancelados a la espera de acoplarse al nuevo escenario y a la disponibilidad de financiación bancaria.

El fin de la era de bajas tasas de interés ha impactado de lleno en muchas facetas del negocio. Una tormenta perfecta motivada por la guerra, la inflación, la citada subida de tipos y una probable contracción del PIB. Las condiciones actuales de la deuda afectan a las valoraciones y, por lo tanto, a la inversión y a la desinversión, lo que, a su vez, altera implícitamente los retornos y la captación de capital.

El sector anticipa una reducción de las valoraciones de entrada, menor recurso al apalancamiento, más dificultades para financiar los proyectos intensivos en capital y un foco especial en la generación de caja de las compañías. Sin olvidar la depreciación que ya se deja ver en las carteras adquiridas en momentos altos del ciclo y con un mayor nivel de endeudamiento. Una de las grandes lecciones de la crisis financiera anterior es que los fondos no pueden confiar gran parte de la generación de valor en la palanca de la deuda. Cada día deben actuar más activamente en sus portfolios. Por este motivo, las gestoras están focalizando sus esfuerzos en una gestión más activa de las participadas tratando de generar el mayor valor posible e identificando oportunidades de compra (add ons), sin olvidar otras palancas clave como la sostenibilidad y la transformación digital.