Brookfield pone el foco en España con su fondo ‘verde’ de 15.000 millones

El mayor fondo de transición energética tiene a nuestro país en su radar tras haber invertido en X-Elio, Powen y Saeta Yield

El gigante canadiense Brookfield Asset Management, con 750.000 millones bajo gestión, ha puesto el foco en España con su último megafondo de energías verdes, Brookfield Global Transition Fund, dotado con 15.000 millones de dólares de los que un tercio se invertirán en Europa, con España como uno de sus mercados clave. El fondo de capital privado, uno de los de mayor volumen en la estrategia de transición global hacia una economía de cero emisiones netas, se lanzó en 2021 con 7.000 millones de dólares y el apoyo de cuatro grandes socios estratégicos desde su cierre inicial: la gestora canadiense Ontario Teachers, la entidad estatal de Singapur Temasek, e inversores institucionales de escala global como el fondo de pensiones canadiense PSP Investment e Investment Management Corporation of Ontario (IMCO), dando fe del apetito por el impacto y el ESG.

El fondo, codirigido por Connor Teskey y Mark Carney a nivel global -quien fuera gobernador del Banco de Inglaterra hasta 2020 y antes en el Banco de Canadá-, y por Ignacio Paz-Ares Aldanondo, como responsable de las inversiones en España y en el continente europeo, se cerró en 2022 superando con creces su objetivo inicial de captar 12.500 millones de dólares. En total, según ha podido saber elEconomista Capital Privado, a fecha de junio de 2022 ya se habían invertido 2.500 millones de dólares. “El mundo se centra cada vez más en la sostenibilidad, por lo que el capital necesario y las oportunidades de inversión se expanden más rápidamente de lo que se esperaba originalmente, creando una oportunidad aún mayor para inversiones a gran escala que abordan el cambio climático”, asegura Carney, responsable de Transition Investment y vicepresidente de Brookfield.

7.000 millones en nueve compañías

La estrategia del fondo se basa en el doble mandato de ofrecer una buena rentabilidad ajustada al riesgo logrando, al mismo tiempo, un impacto significativo y mensurable en la descarbonización. Es un fondo de impacto dirigido a acelerar la transición hacia una economía neta cero en emisiones, invirtiendo en tres grandes áreas: energía limpia (energía renovable distribuida y a escala de los servicios públicos, además de oportunidades de almacenamiento en baterías); transformación empresarial (inversión en empresas intensivas en carbono con un plan acordado para reducir sus emisiones y situarlas en la senda de emisiones de París) y soluciones sostenibles (tecnologías y servicios que acelerarán la transición hacia un balance neto cero).

Brookfield Asset Management ya ha invertido 7.000 millones de dólares (aproximadamente la mitad del total) en activos de transición hasta noviembre de 2022. En EEUU el fondo compró Urban Grid sumando 20.000 MW de proyectos de almacenamiento de energía y energía solar y también se hizo con Scout Clean Energy, un operador nacional de energías renovable hasta entonces propiedad de Quinbrook Infrastructure Partners creando una de las mayores carteras de energía limpia del país diversificada en energía eólica, solar, generación y almacenamiento de energía. Otra transacción innovadora que demuestra las fortalezas y amplitud del vehículo es la compra de una compañía en proceso de quiebra: Westinghouse Electric Company por 4.000 millones de los que 1.000 millones fueron invertidos en capital y 3.000 millones vía deuda. Hasta la fecha, la empresa ha distribuido efectivo por encima de la inversión inicial y está generando 800 millones de ebitda anual con grandes perspectivas de crecimiento. En su cartera figuran también Entropy, LanzaTech, California Resources Corporation, Circular Services y Sunovis, pendiente de una adquisición en Australia: Origin Energy.