Planasa, Rovensa y Fertiberia se sitúan en la ‘pista de salida’

Cinven lanza la venta de Planasa para cerrar el proceso antes del verano. Los rumores en torno a Rovensa y Fertiberia anticipan la esperada rotación de carteras del ‘private equity’.

Cinven ha lanzado la venta de Planasa con el objetivo de cerrar la desinversión antes del próximo verano en un proceso pilotado por JP Morgan, según confirman fuentes financieras a elEconomista Capital Privado. La puja promete ser una de las grandes subastas del private equity en España en 2023. El fondo británico, propietario del 65% del capital, y el resto de accionistas de la compañía española ponen en marcha la subasta sobre la base de un panorama macroeconómico más despejado y ante el gran interés que despierta el activo y el sector agrotech en el mercado. El private equity liderado por Jorge Quemada en España no se ha planteado un precio de salida, aunque la valoración de mercado supera los 1.000 millones de euros. El proceso promete convocar a todos los grandes fondos internacionales con presencia local y sin ella. CVC, Permira, Advent, Bridgepoint, KKR, Carlyle, EQT, Partners y Bain destacan entre los potenciales candidatos. En 2017, el propio Cinven pagó cerca de 450 millones de euros por la empresa agrícola, dedicada a la producción de plantas, viveros y negocios de productos frescos, a su CEO, Alexandre Darbonne imponiéndose a otros fondos como CVC, Bain y PAI, que participaba en la subasta en un consorcio junto a Alantra y Ardian. La disputada puja llega tras meses de ralentización de los grandes buyouts por el encarecimiento de la financiación, la incertidumbre macroeconómica y la ralentización que sufre el mercado de fusiones y adquisiciones en España.

En una primera fase también se interesaron por Planasa otras grandes gestoras, todas ellas potenciales candidatos a volver a pujar por el gigante español agroalimentario. Cuando Escala Capital, asesor de Planasa en la operación de venta a Cinven, dirigió el proceso competitivo, el activo despertó también un gran apetito. El encaje del activo era claro: el grupo opera en un sector muy fragmentado, propicio para hacer un build up internacional. Pero la relación de Planasa con el capital riesgo se remonta a su mismo origen, muchos años atrás. Uno de sus fundadores fue Corporación Can, el brazo de capital riesgo de Caja Navarra que, junto al francés Darbonne, crearon la compañía en 1973 con el objetivo de mejorar la calidad de las plantas de fresa y espárrago. En 2003, el grupo galo compró al fondo navarro su participación haciéndose con el control total de la compañía viverista. De hecho, durante los últimos años, Planasa ha impulsado un ambicioso plan de crecimiento internacional.

Rovensa, en el disparadero

El sector espera también como “agua de mayo” la próxima salida al mercado de otros grandes activos: compañías top, los llamados “high quality assets”. En algunos casos, empresas con largas trayectorias de crecimiento junto al capital riesgo y que prometen protagonizar una nueva vuelta de tuerca: la tercera etapa de la mano del private equity. El ruido también crece, por ejemplo, en torno a la posible salida al mercado de Rovensa, la antigua Sapec Agro, líder mundial en agricultura sostenible. Sus propietarios, Partners Group y Bridgepoint, ya han refinanciado 388 millones de deuda del grupo con BNP Paribas y HSBC. Además, inyectaron 280 millones de euros adicionales para comprar la mexicana Cosmocel e impulsar su internacionalización. Su compra fue la novena integración realizada por Rovensa en los últimos cuatro años y significativamente la de mayor tamaño. Con ella, los fondos británico y suizo elevaron la valoración de Rovensa por encima de los 2.000 millones. Según fuentes del mercado, Bridgepoint y Partners Group, propietarios al 50% del capital de Rovensa, ya han recibido muestras de interés de otros fondos por el activo. El grupo anunció el pasado febrero una escisión: el lanzamiento de Rovensa Next, una unidad de negocio global de biosoluciones para la agricultura sostenible integrada por diez empresas del grupo especializadas en biosoluciones y presente en más de 80 mercados. Con Rovensa Next, su nuevo proyecto insignia y plataforma holística de biosoluciones, la compañía dio un paso estratégico para segregar el área más ESG y avanzar en su objetivo de posicionarse como el socio de referencia en soluciones sostenibles para la agricultura.

La gestora británica tomó el control de Rovensa en 2016, cuando compró el 100% de la antigua Sapec Agro Business, sociedad matriz de la firma portuguesa especializada en protección de cultivos, y de la española Trade Corporation International, al conglomerado cotizado Sapec en una operación valorada en 456 millones. En 2020 Bridgepoint lanzó una competida puja que culminó con la venta de una participación mayoritaria al fondo suizo Partners Group en una operación que valoró la compañía en 1.175 millones de euros. El private equity suizo se impuso al resto de ofertas en la fase final del proceso, presentadas por la estadounidense AEA Investors, Pamplona Capital y el grupo industrial galo InVivo.

Fuentes financieras también sitúan en el disparadero de venta a Fertiberia, adquirida por el fondo europeo Triton Partners al grupo Villar Mir en 2020 otorgando una valoración a la antigua división de fertilizantes y productos químicos de Villar Mir cercana a 200 millones. Con la operación alivió sus necesidades de liquidez y el holding presidido por Juan Miguel Villar Mir amortizó parte de la deuda contraída con el fondo monegasco Tyrus. El activo despertó entonces bastante apetito con 16 ofertas no vinculantes concurriendo en el proceso. Finalmente, Triton logró imponerse entre los cuatro finalistas.

Desde entonces, Fertiberia ha dado un giro hacia la sostenibilidad y ha lanzado, a través de Fertiberia TECH, un nuevo negocio de productos biotecnológicos. También ha impulsado las ventas internacionales de sus soluciones de nutrición vegetal, innovadoras y sostenibles y crecido en Europa y Benelux con la compra de Van de Reijt, con activos logísticos en Bélgica y Países Bajos. Las fuentes financieras consultadas apuntan a que Triton podría estar abierto a vender la compañía tras haber fomentado su valor sostenible y apoyar su estrategia de innovación, impulsando procesos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.