El liderazgo femenino impulsa el ESG:el nuevo rol crítico que desafía al sector

En un mercado cada vez más competitivo y masculino, las nuevas generaciones de mujeres cobran protagonismo en la creciente sostenibilidad de las gestoras españolas. ‘elEconomista Capital Privado’ analiza este nuevo rol clave en la generación de valor y en los beneficios que el ESG puede aportar al ‘private equity’ y ‘venture capital’.

La figura del responsable de ESG gana peso en el capital privado en España y lo seguirá haciendo en el futuro de forma exponencial. Pese a la aún escasa representación femenina en el sector, ya existen unos cuantos modelos y referentes femeninos en los que fijarse. Probablemente, las “cabezas menos visibles” pero más críticas de una industria que camina hacia la diversidad y el relevo generacional. La creciente competencia a la hora de captar fondos, invertir o atraer talento posiciona el ESG como un factor claramente diferenciador. “Asesoramos en temas complejos y diversos -medioambientales, sociales y gobernanza-, configurando una hoja de ruta que se integre perfectamente en la estrategia corporativa en un contexto de cambios regulatorios constantes” explica Irene Rodríguez, vicepresidenta de ESG de AltamarCAM y responsable del área junto a su homólogo alemán Jörg Holler.

De ser un perfil inexistente o cubierto de manera parcial ha pasado a adquirir identidad propia. Un rol transversal con impacto e influencia en todos los diferentes grupos de interés: managing partners, equipos de inversión y de gestión del portfolio, asesores e inversores. A veces se simultanea con otras funciones, pero su acceso a todos los niveles de la organización resulta decisivo.“El responsable de ESG es un especialista a tiempo completo y las exigencias de su función ya no pueden ser cubiertas por otros departamentos”, confirma María Merry del Val, al frente de la nueva oficina de MJ Hudson en Madrid. “Además, es un profesional con proyección directiva, presencia en los consejos de administración y dotado de competencias transversales. La realidad es que la capacidad de influencia del private equity en materia ESG resulta inigualable”, añade.

La procedencia de los reponsables de ESG es muy diversa. “Perfiles como el mío, procedentes del área de inversión y relación con inversores conviven con currículos de departamentos de sostenibilidad de empresas industriales o de servicios y con responsables del área legal”, explica Begoña Aguilera, Head of Investor Relations & ESG en Sherpa Capital. “La figura ha pasado de ser un rol de soporte a ser un catalizador de cambios internos en las gestoras, influyendo en la definición de los procesos”, confirma Aguilera. La profesionalización y especialización es la gran tendencia en base a los objetivos de sostenibilidad de cada gestora, dependiendo de si sus vehículos son artículo 6, 8 o 9 -según la regulación SFDR- o incluso si gestiona fondos de impacto.

Cuando Nazca Capital inició su andadura en esta materia en 2015, el Comité ESG lo formaban apenas tres personas de la firma (solo uno de ellos era socio) con dedicación temporal. “El debate ESG aún no se había trasladado al consejo de la gestora, y, menos aún, al de las participadas. Hoy, ambos hitos son una realidad”, añade Catalina Chalbaud, socia de Nazca Capital y Head of ESG. La firma cuenta con un Comité ESG formado por cinco socios y un miembro Industrial Advisory Board, Hilario Albarracín. “Nos reunimos con una periodicidad trimestral para dar seguimiento a nuestra estrategia, orientar los planes ESG de nuestras participadas y tomar las decisiones más “críticas”, añade Chalbaud.

Desde los inicios de Asterion en 2018, el ESG también forma parte del ADN del mayor fondo de capital privado en España, con un equipo muy femenino, donde el 53% de los empleados son mujeres.“En calidad de ESG manager, dedico más o menos la mitad de mi tiempo a ESG y el resto a relación con inversores y levantamiento de capital. Para nosotros es decisivo que haya un equipo dedicado”, explica Mónica Olmos. “La buena gestión ESG es clave para las compañías. Primero, porque es su responsabilidad como actores en el mercado y, segundo, porque una empresa con una buena estrategia ESG vale más. Es algo de lo que estamos convencidos”, concluye. “Dado que los puestos de relación con inversores y asesoría jurídica están mayoritariamente ocupados por mujeres, parece lógico que estemos sobrerrepresentadas en este ámbito” indica Cristina Zuleta, Co-Head of ESG de Magnum Capital. “Atributos del liderazgo femenino como la capacidad de resolución de conflictos y la comunicación resultan claves para promover el cambio”, añade Inés Bonet, CFO y Head of ESG de Nexxus Iberia. Una opinión compartida por Sonia Fernández, socia de Kibo Ventures. “Estamos dando los primeros pasos y aprendiendo, pero el ESG será un área fundamental en el futuro de cualquier gestora. Sin duda, es un ángulo que está llamando a la acción a las mujeres que participamos en el ecosistema inversor”. Monica Malo, directora de Comunicación, Relaciones Externas y Sostenibilidad de Cecabank, destaca dos aspectos fundamentales que motivan este impulso del talento femenino en el ESG. “Por un lado, la elevada sensibilidad de las mujeres hacia este ámbito y, por otro, la fuente de oportunidades que brinda la sostenibilidad. Indudablemente, el talento femenino y joven están siendo importantes dinamizadores del proceso, pero no los únicos. La regulación también es un motor fundamental donde Europa lidera el cambio a nivel mundial”, matiza.

La sostenibilidad también es parte del ADN de Abac Capital desde sus inicios. “Con nuestro primer fondo en 2015, Abac se convirtió en Signatory de UNPRI, y en 2016 empezamos a medir y a reportar más de 60 KPIs, publicando el primer informe anual de sostenibilidad para inversores. En 2021, Abac Capital se convirtió en un B Corp por su compromiso con la sostenibilidad”, indica Lily Daniel, Investor Relations and Sustainability Officer de la gestora fundada por tres socios procedentes de Apax Partners.

Foco en la cartera

Las exigencias de inversores y reguladores están forzando a las gestoras a apoyarse en consultores externos expertos en la materia. Attalea Partners nació hace cuatro años con el fin de dar respuesta a estas necesidades .“Los fondos necesitaban ayuda para identificar los factores de sostenibilidad materiales en sus negocios. En primer lugar, para responder a las peticiones de información de sus inversores, pero vieron que el análisis ESG ofrece nuevas palancas para su labor central: crear valor financiero”, matiza Alicia Rubi, socia de Attalea Partners.

El ESG también es parte fundamental de la aportación de valor a las compañías participadas y puede contribuir a incrementar los múltiplos de salida del private equity. “Evidentemente hay medidas que tienen un claro impacto en la cuenta de P&G como instalar placas solares o reducir el consumo de agua. Pero otras no menos importantes y cuya cuantificación no es tan evidente tienen un claro aporte de valor a las compañías: retención de talento, políticas de gobernanza o planes de formación de empleados, entre otros” matiza Celia Andreu, Partner and Head of ESG de MCH Private EQuity-Spain Oman Private Equity Fund. Lograr ese compromiso de los equipos directivos en las compañías participadas del private equity requiere “capacidad de liderazgo, comunicación y persistencia, así como mano izquierda”, advierte Natividad Sierra, Head of Investor Relations & ESG en Corpfin Capital. “Los equipos directivos de las compañías están muy ocupados con los temas tradicionalmente prioritarios pero es clave que la consigna de la sostenibilidad venga desde arriba. La principal sostenibilidad es la económica pero para alcanzarla es necesario tener en cuenta los factores ESG”.

Otro cambio positivo es que la sostenibilidad está cada vez más conectada al negocio y a la creación de valor del private equity, lo que sofistica sus funciones. En este sentido, Esther Sarsa, Sustainability Partner en Miura Partners, considera que “ya no es solo definir la estrategia de sostenibilidad en la gestora y participadas, rendir cuentas a los inversores y cumplir con toda la regulación emergente. Estamos hablando de la relevancia de la due diligence de ESG a la hora de analizar oportunidades o acometer inversiones, en el diseño y ejecución de los planes de sostenibilidad en las participadas, y como último eslabón, el Fondo de Impacto”. El rol también es relevante para “ayudar a crear productos que financien soluciones para los grandes retos universales sin dejar de ser lo que somos, una gestora de activos que busca retornos atractivos para sus inversores”, matiza Teresa González Barreda, Head of Sustainability y ESG de Arcano Partners.

Tsunami y riesgo regulatorio

Uno de los mayores desafíos actuales es el tsunami regulatorio al que se enfrenta el sector. La legislación avanza a pasos agigantados y las exigencias derivadas de la normativa SFDR están cayendo en cascada desde los fondos de inversión a las participadas. Sin embargo, aún existe poca claridad sobre cómo abordar el disclosure, especialmente por las limitaciones de disponibilidad y calidad de la información no financiera. “Históricamente, la principal preocupación de los fondos era identificar riesgos potenciales (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) pero, cada vez más, sus esfuerzos se centran en evaluar cómo el ESG impactará a los cash flows futuros. Los fondos quieren acompañar a sus participadas en esta transformación y capturar el valor generado en el proceso”, confirma Jorge Solaun, socio responsable de Energía, Infra & ESG en Deal Strategy de KPMG en España. “El rol ESG ligado al riesgo regulatorio es decisivo”, confirma María Merry del Val. “Casi todas las gestoras cuentan con asesoramiento externo, si bien es fundamental que exista un criterio interno “informado” para tomar decisiones legalmente vinculantes. Este verano, un informe de Morningstar alertaba del riesgo de reclasificación de fondos, de Artículo 9 a 8, por no cumplir con las condiciones mínimas que exige la ley ¿Veremos esto en España? ¿Habrá en el futuro procesos judiciales por parte de inversores internacionales relacionados con una clasificación excesivamente optimista de los fondos?”, se pregunta Merry del Val. Medir la contribución de la sostenibilidad a la rentabilidad de los fondos es un campo clave por trabajar, junto a la comunicación y una mayor transparencia. “El principal desafío ya no es convencer dentro del sector donde es una realidad interiorizada, sino comunicarlo mejor hacia fuera”, matiza Cristina Zuleta, Co-Head ESG de Magnum. En opinión de Marisa González, responsable de Relación con Inversores y ESG de Portobello Capital, “otro de los grandes retos futuros será conseguir una integración absoluta de estas preocupaciones en todo el proceso de inversión y gestión de los activos por parte de todo el sector, siendo capaces de trasmitir, además, que esta integración es verdadera y no postureo o una herramienta de marketing más para atraer inversores”.

En la medición del impacto de una gestión sostenible en los futuros retornos algunos fondos tienen una visión más clara. Oquendo Capital, por ejemplo, realiza gran parte de su inversión vía préstamos. Por lo tanto, “el impacto en los retornos es fácilmente medible con los ESG Linked Loans, donde el spread del préstamo puede verse reducido si se cumple con KPI de sostenibilidad con la necesaria auditoría de un experto independiente. De ser así, la compañía participada se beneficiaría de una rebaja de su coste financiero” explica Rocío Goenechea, Partner and Head of Investors Relations and ESG de Oquendo Capital.