El ‘gran mordisco’ del capital riesgo a la restauración organizada

Los expertos adelantan una nueva ola de movimientos corporativos en la restauración organizada: la recuperación ya está aquí

Comer y beber, el pasatiempo favorito de millones de españoles y turistas, es un deporte nacional cada vez más dependiente del capital privado. Los expertos adelantan a elEconomista.es una nueva ola de movimientos corporativos en la restauración organizada nacional y en el modelo de franquicias, el que mejor ha soportado la crisis. La incertidumbre y la inflación no parecen enfriar los ánimos de vendedores y fondos. Durante las últimas semanas el mercado ha asistido a operaciones indicativas de que la recuperación ya ha llegado. Junto a la necesaria reorganización para adaptarse a los nuevos hábitos -principalmente, take away y delivery-, los fondos están dispuestos a liderar la recuperación del sector, -uno de los termómetros más directos y precisos del consumo-, y deseosos de aprovechar la reactivación para rotar aquellos activos más maduros en sus carteras.

El fondo británico Cinven selló el año pasado la mayor operación de la historia del sector en España: la compra de Burger King por 1.000 millones de euros a través de Restaurant Brands Iberia (RBI). La máster franquiciada de hamburgueserías ha engullido de forma progresiva a los principales franquiciados de la marca estadounidense en nuestro país y acaba de comprar 159 restaurantes de Burger King a la portuguesa Ibersol por 250 millones, pasando de 612 a 771 establecimientos entre ambos países y situándose como líder por facturación en la Península Ibérica.

Ignacio García-Altozano, senior principal de Cinven, explica que la combinación del private equity con un equipo directivo de enorme calidad, bajo el liderazgo de Gregorio Jiménez, ha resultado ser muy potente. “El mercado ofrece una gran oportunidad de crecimiento para nuestras enseñas Burger King y Popeyes, así como para iniciativas en el ámbito de la digitalización y la responsabilidad social corporativa”.

Bajo estas premisas, Juan Carlos Raposo, responsable de FTI Capital Advisors en Iberia, también apuesta por “las cadenas franquiciadas como claro ganador de la atención del private equity. Esta tendencia seguirá, pero será clave identificar bien los ganadores de los perdedores”. En definitiva, el mercado se está reactivando y se anuncian nuevos movimientos, aunque los de mayor calado llegarán, según los expertos, en 2023 y 2024. “Acabamos de cerrar la compra de panaderías Turris por Realza y, y hace meses, la entrada de Bain en Alsea”, explica Borja Oria, managing partner de Arcano. Las dos grandes cotizadas, Alsea y Amrest, también tienen el crecimiento vía compras en el centro de su estrategia.

Renovado apetito

Compañías que han sufrido por la caída del consumo necesitan nuevos socios e inyecciones de capital para reforzar sus balances. Es difícil estimar qué cuota de mercado ha alcanzado ya el capital riesgo en la restauración organizada nacional pero los expertos aseguran que es creciente. “El sector ha atraído siempre a los fondos y ese interés se está incrementando pasada la resaca de la pandemia. Además, viene de lejos. Entre 2006 y 2008 fondos como CVC entraron en Zena, Permira en Telepizza, Corpfin e n Restauravia, Nazca en Lizarrán, Goldman Sachs en Vips y 3i en Café y Té, entre otros”, señala Óscar Marín, socio de Transacciones de PwC. Las marcas más conocidas del sector, como Burger King, Goiko Grill o Lizarrán, siguen controladas por el private equity. Telepizza, Grupo Tragaluz o Saona cuentan también con financiación y apoyo de los fondos de deuda privada.

En los últimos meses los movimientos corporativos se han acelerado. La gestora española Realza ha comprado las panaderíasTurris para llevarlas a Madrid manteniendo al fondo Suma Capital y a los fundadores como minoritarios. Pizzerías Carlos tiene también nuevo socio. DeA Capital, el fondo de De Agostini, ha comprado una participación significativa para duplicar su red en Iberia. La veterana gestora Nazca Capital ha vendido FoodBox, propietario de Santa Gloria, Papizza, Mas Q Menos y El Volapié, al fondo inglés BlueGem Capital, dueño de Lateral desde 2017, con el objetivo de fusionar ambas compañías generando sinergias y manteniendo las marcas. El hecho de que las cadenas estén participadas por fondos de capital privado ya anticipa su salida en cinco años, pero la pandemia ha obligado a alargar los tradicionales períodos de inversión.

Cartel de ‘se vende’

Mientras la restauración organizada se recupera con rapidez, numerosos fondos propietarios de compañías del sector, especialmente del vintage 2017-2018, están en la parrilla de salida o sondean el mercado para colgar el cartel de “se vende” en sus participadas. “Los próximos meses veremos desinversiones de fondos y a grupos pequeños y medianos, que siguen impactados por el Covid, abiertos a dar entrada a socios financieros”, explica César Parra, socio de M&A de RSM. “En su mayoría no serán subastas, sino procesos muy acotados que podrán ser aprovechados por fondos que no están presentes en el segmento o por grupos que decidan crecer con la incorporación de otras enseñas”, matiza Parra.

Por su parte, Ignacio Hornedo, socio de M&A de Allen & Overy, confirma que la pandemia ha tenido el efecto evidente de retrasar la rotación de activos. “Aquellas compañías que aguantaron el apretón en 2020 y en 2021 apostaron por seguir creciendo son candidatos claros de venta para los próximos 18-24 meses. El momento de mercado lo vemos excelente”.

La crisis sanitaria dejó muchas operaciones corporativas paralizadas o aparcadas. Es probable que algunas no vuelvan a ver a luz por el fuerte impacto de la pandemia en las enseñas. Pero otras transacciones que ocuparon las mesas de los inversores están volviendo al mercado. “Algunas compraventas podrían retomarse de la mano de inversores que buscan planes de negocio de crecimiento y expansión. Larrumba, propiedad al 30% de Aurica Capital, podría salir a la venta tras cuatro años de inversión. La firma de panadería y cafetería El Fornet está controlada por Corpfin con el 90% del capital desde 2014. También podrían volver al mercado activos como La Maquina, Sagardi, Brasa y Leña, entre otros”, explica Parra.

Desde el lado de la oferta, la fragmentación del sector en España todavía es muy elevada -un número muy reducido de cadenas gestionan más de 50 locales-, como recuerda José Antonio Zarzalejos, socio de Corporate Finance y M&A de KPMG. “Los grupos organizados o cadenas siguen siendo una minoría dentro de los cerca de 300.000 bares y restaurantes en España. Resulta evidente que el capital privado ha identificado una oportunidad de consolidación siguiendo el patrón de otros países”, añade.

Fondos como GED articulan estos procesos con grupos como Comess Group comprando Pomodoro y Levaduramadre. Rafael López Armenta, socio de GED, explica que ambos grupos “se han integrado fantásticamente. Las expectativas iniciales en sinergias y economías de escala se han cumplido con creces. En menos de un año, Comess ha duplicado el número de locales bajo gestión y está abierto a analizar nuevas operaciones corporativas”.lelesu