Pensamiento estratégico en el entorno ‘fintech’

Los negocios se están adaptando a una nueva forma de entender las transacciones financieras y el consumidor maximiza la adopción de servicios innovadores en su vida cotidiana. Esto propicia que el ecosistema en el que operan las fintech continúe con una dinámica de crecimiento exponencial. De hecho, según South Summit organizado por Spain Startup, solo en Europa, la financiación de empresas emergentes ha alcanzado una cifra superior a los 100.000 millones de euros (88.700 millones de dólares) en 2021, un incremento del 29% con respecto al año anterior y que resalta la confianza del sector público y privado.

Los datos son alucinantes en relación con 2020 y no es un fenómeno único en España: el posicionamiento de las startups europeas ha mejorado”, asegura María Benjumea, presidenta de Spain Startup, plataforma organizadora del South Summit. La financiación en empresas emergentes del Viejo Continente ha alcanzado este año el hito de los 100.000 millones de dólares (88.700 millones de euros), con España en sexto lugar del ranking. Esta industria, a la vez que capta inversión genera compañías exitosas que alcanzan valoraciones bursátiles millonarias en muy poco tiempo -sólo en los últimos años han surgido más de 30 Unicornios en la industria-. Es decir, startups que alcanzan un valor de 1.000 millones de dólares en alguna de las etapas de su proceso de levantamiento de capital en sus primeros años de vida.

Según el Informe anual de tendencias de inversión en España 2021, presentado por Fundación Innovación Bankinter, el sector fintech es el que registra un mayor número de operaciones en España, alcanzando un total de 657. El apetito por la tecnología ha provocado cambios en los fondos, ya que comprar compañías que tienen potencial de ser líderes en sus sectores por un componente tecnológico les da una ventaja competitiva. En el último año se han creado 120 nuevas fintech en España, respaldadas, fundamentalmente, por firmas de venture capital. Gracias a la innovación, estas compañías gozan de una enorme capacidad de adaptación al entorno y al cliente, siendo esto una ventaja frente a las empresas tradicionales. Al mismo tiempo, debido a su rápido crecimiento necesitan abordar el desarrollo de áreas muy concretas a medida que van incrementado su facturación y su presencia geográfica como son: la escalabilidad, el desarrollo de negocio a través de alianzas estratégicas, riesgos y regulación, desarrollo en innovación de productos, experiencia cliente y desarrollo del capital humano.

Resulta complejo conformar un equipo cohesionado, alineado con la cultura y los valores definidos en un entorno tan dinámico y exigente que además está marcado por la escasez de talento. Según el análisis que desde Kingsley Gate Partners hemos realizado de las últimas 70 búsquedas de directivos para compañías fintech que abarcan segmentos como el de medios de pago, banca digital, plataformas de inversión o Data Quality, entre otros, hemos encontrado patrones comunes en las capacidades de gestión de negocios y estilos de liderazgo. Así pues, observamos que el atributo más deseado a nivel ejecutivo para las fintech está relacionado con el pensamiento estratégico (54%) donde la anticipación y la visión sobre el negocio es crítica más allá de las cuestiones tácticas del día a día. Asimismo, al tratarse de equipos jóvenes, las empresas demandan que el equipo directivo sea capaz de estimular el pensamiento a largo plazo en el equipo a través de la detección de riesgos potenciales o de oportunidades emergentes.

Una de las claves del éxito en el entorno fintech es poner el foco en el cliente, y encontramos que la capacidad para conectar los objetivos con la creación de valor (42%) para éste, toma especial relevancia en el universo de búsquedas analizadas. De aquí, extraemos habilidades relacionadas con el fomento de la creatividad en los equipos, la construcción de relaciones de confianza con los clientes en el tiempo o el impulso de modelos de reconocimiento para aquellos miembros del equipo que sean más innovadores de cara a los clientes. Por último, el atraer ejecutivos del mercado responde a la necesidad de incorporar conocimiento al negocio (40%), por lo que se buscan ejecutivos capaces de comprender las oportunidades y amenazas que podrían afectar a la compañía, así como de incrementar las posibilidades de éxito a través de su conocimiento profundo del sector.

En cuanto a posiciones, destacan algunos otros atributos que guardan relación con la función a desarrollar, como, por ejemplo, la necesidad de buscar una comunicación efectiva y abierta con los empleados en el caso de roles relacionados con el talento, la capacidad de solución de problemas en posiciones de producto o la gestión del desempeño de los equipos en el área de desarrollo de negocio. Por último, nuestro análisis nos lleva a resaltar la importancia de la construcción de consejos asesores que ayuden a diseñar una hoja de ruta estratégica certera y eficaz. Los perfiles demandados están relacionados con un profundo conocimiento del marco regulatorio bancario y financiero, pero al mismo tiempo, son muy valorados tanto perfiles con experiencia en operaciones corporativas (M&A e IPOs) como emprendedores que hayan participado en la escalabilidad de modelos de negocio. El reto en la elección de estos perfiles se encuentra en su encaje con la cultura de la compañía y entre ellos mismos para crear un equipo alineado y que permita la máxima agilidad en la toma de decisiones.

En definitiva, mientras los accionistas están preocupados por la monetización de sus negocios, a la hora de atraer talento, las fintech tratan de encontrar el equilibrio adecuado entre la tecnología y el desarrollo de productos frente a un profundo conocimiento del sector de los servicios financieros. El entorno va a seguir siendo incierto y cambiante, con tendencias -criptomonedas, blockchain, IA, ciberseguridad, cashless, etc.- que evolucionan y definen nuevos límites para competir. Estamos convencidos de que aquellas compañías que estén preparadas para crecer y cuenten con el talento adecuado, tendrán éxito en la medida en que las capacidades de gestión de los negocios y estilos de liderazgo estén alineadas con la cultura y el propósito de la compañía.