El capital riesgo vuelve a la EGB

Facundo, Borrás y Fini, marcas icónicas que han acompañado a los españoles desde los 60, han abierto sus puertas a la entrada de nuevos socios.

Hay un refrán que dice que “todo tiempo pasado fue mejor”. Eso es lo que deben estar pensado los inversores de capital privado, que tienen en el radar compañías que llevan con ellos toda la vida, pero no toda su vida adulta o laboral, toda su vida de verdad.

Se trata de Fini Golosinas, Pipas Facundo y Magia Borras. Las tres compañías están a la venta o a punto de buscar nuevos socios según han confirmado diversas fuentes del sector a elEconomista Capital Privado.

La primera lleva más de 40 años haciendo dulces, hasta tal punto que se ha convertido en la mayor empresa española en fabricación y distribución de golosinas con más de 40 millones de euros de facturación en el ámbito nacional y más de 90 millones en el europeo. Y como a nadie le amarga un dulce los hijos del fundador, Manuel Sánchez Cano, que falleció en 2015, han decidido abrir la puerta a nuevos socios de capital privado, un movimiento que está valorado en aproximadamente 600 millones de euros.

La operación está todavía en una fase muy inicial y aún no se conoce como será el desembarco del capital privado en la reina de los regalices, es más, el abanico de posibilidades es muy amplio y abarca desde una posible ampliación de capital hasta la venta de una participación, ya sea minoritaria o mayoritaria. Lo que si parece estar descartado es que los herederos de Sánchez Cano pierdan el control de la compañía, que pese a ser una multinacional con presencia en más de 80 países quiere seguir manteniendo ese legado familiar.

Otro de los nombres que empieza a sonar con fuerza entre los despachos de abogados y asesores es el de Educa Borras, dueña del popular juego Magia Borrás. La compañía, conocida por niños y no tan niños, nació en 1894 bajo el nombre Borras Plana y en casi 130 años ha conseguido llevar sus productos a más de 75 países en todo el mundo.

Unos productos que ahora quiere añadir a su catálogo Ravensburger, una compañía alemana dedicada a la fabricación de juegos y juguetes, destacando especialmente su porfolio de puzles. A la alemana absorber a su principal competidor español no le saldría gratis, supondría una quita del 30% de la deuda. Hay que tener en cuenta que la juguetera catalana refinanció 35 millones de euros a finales de 2019 después de haberse declarado tres meses antes en preconcurso de acreedores, según se informó en su momento. Ese ejercicio cerró con unas pérdidas de más de 1,6 millones de euros según los datos publicados por el portal Informa a los que ha tenido acceso elEconomista Capital Privado.

En Palencia nació hace casi 80 años una empresa “conocida en el mundo entero”. Se trata de las pipas más famosas, las de Facundo. A pesar de que es su producto más conocido, la compañía comenzó su andadura en 1944 tostando cacahuetes y avellanas en el interior de la trastienda de una tienda en Palencia.

El proyecto nació como una empresa familiar de la mano de un matrimonio, D. Facundo y Dña. M Dolores, pero su éxito ha sido tal que despierta mucho interés empresarial. Tanto que después de su presidente Vicente Villagrá Blanco falleciera en 2020, los actuales responsables de la empresa han decidido buscar nuevos socios para analizar posibles escenarios. Para ello, han contratado a la boutique de inversión GBS Finanzas.

No es tan raro que el capital privado de el paso y entre en las empresas familiares, de hecho, es mucho más habitual de lo que parece. Pacha Ibiza, discoteca estrella entre los que fueron a la EGB, hace años que acogió entre su capital a los fondos de capital privado.

En febrero de 2017 la familia Urgell, propietaria de las famosas discotecas, vendió una participación mayoritaria del grupo al fondo de capital riesgo Trilantic Europe, mientras que los fondos MCH Private Equity y GPF Capital invirtieron en la adquisición de una participación del capital de miembros de la familia Urgell y en la financiación del plan de expansión de la compañía.