Así será la vuelta a la oficina ‘post-Covid’ de los fondos

Tras el verano y con el avance de la vacunación contra el coronavirus, la mayoría de las gestoras españolas apuestan por combinar la presencialidad y el teletrabajo

Con la quinta ola remitiendo poco a poco y más del 70% de la población española vacunada, este año ‘la vuelta al cole’ se torna diferente a la del año pasado en el capital riesgo. No obstante, más de 18 meses de pandemia, brotes y cuarentenas han cambiado la mentalidad de empresas y trabajadores. La mayoría de los empleados opta por combinar ambas modalidades, teletrabajo y presencialidad. Así lo pone de manifiesto el II Estudio sobre la seguridad en la vuelta al puesto de Trabajo, realizado por B+SAFE. Algunas compañías han decidido decantarse por un formato híbrido y que se ajuste a la realidad cambiante que nos tiene acostumbrados la pandemia.

Los fondos de inversión españoles optan en su mayoría por este formato. Es el caso de Nazca Capital para los que la prevención anti Covid es un requisito crítico. “Mantendremos las máximas medidas de prevención y seguridad, y por tanto muy similares a las de antes del verano. Mientras siga el número de contagios en niveles elevados, seguiremos con esta política”, explica Catalina Chalbaud, directora Legal en Nazca Capital a elEconomista Capital Privado. Chalbaud añade que la actividad de Nazca en los últimos 12 meses ha sido frenética, con 7 inversiones realizadas y una desinversión, además de todo el trabajo en las compañías participadas derivadas del coronavirus.

“No prevemos que este ritmo de inversión y desinversión nos vaya a cambiar ya que disponemos de dos fondos con amplia disposición de capital. Por tanto, no habrá grandes cambios en la vuelta a la oficina, seguiremos manteniendo las máximas medidas de prevención y seguridad laboral y flexibilizando la asistencia física en función de las necesidades particulares”, asegura.

En Nazca han implementado un estricto protocolo anti Covid que hace posible, a día de hoy, garantizar a sus empleados un “entorno de trabajo seguro y libre de Covid”. Por ello y mientras esto siga siendo posible, optan “por el trabajo presencial como opción preferente”, aunque adecuándose a las necesidades particulares de nuestros empleados en aquellos casos en que sea preciso, con formatos más flexibles”.

Desde Corpfin siguen la misma tendencia: “Mantendremos una política que favorezca al máximo la presencialidad, como hemos venido haciendo en los últimos meses, en línea con la positiva evolución del programa de vacunación y manteniendo nuestras medidas de prevención”, explica a esta publicación Fernando Trueba, Managing Partner. Reconoce que la presencialidad en su caso es muy favorable para el funcionamiento del negocio y la cohesión interna al tiempo que presenta muy pocos riesgos dado el tamaño del equipo y nuestra manera de trabajar. “Mantendremos también una política flexible en favor del teletrabajo, como ya hacíamos antes de la pandemia, atendiendo a los distintos proyectos o necesidades puntuales de la firma o de los empleados”, reconoce el directivo de la gestora española.

En el caso de Corpfin el teletrabajo no llegó con la pandemia, ya venían aplicándolo antes por lo que no prevén cambios en su manera de trabajar a medio plazo.

La realidad es que la presencialidad está volviendo a ser la norma en el sector. “Aquellas empresas, sobre todo las de mayor concentración de personas, que tuvieron que optar forzosamente por el teletrabajo están retomando la presencia física, ya sea de manera total o progresivamente varios días a la semana. Previsiblemente la normalidad de la presencialidad será ya total en unos meses”, reconoce Alberto Bermejo, socio de Magnum Capital en declaraciones a elEconomista Capital Privado.

Cambios permanentes

A pesar de esto, en Magnum creen que es muy probable que el teletrabajo deje ciertos cambios permanentes en el ámbito laboral. Parece claro que las reuniones virtuales a través de las distintas plataformas tecnológicas de videoconferencia han demostrado gran utilidad, permitiendo hacer determinadas reuniones mucho más eficientes y productivas, ahorrando tiempo, dinero y viajes innecesarios. “Sin duda, las reuniones cortas, con mucha gente y/o donde no se traten temas demasiado delicados seguirán haciéndose en gran medida de manera virtual, incluso dentro de una misma ciudad -y aún más si implica un desplazamiento prescindible-”, explica Bermejo.

Por otro lado, en las empresas -especialmente en las grandes organizaciones- “se va a mantener como recurrente cierto nivel de teletrabajo, en algunos casos una parte importante y en otros algún día a la semana”. En Magnum consideran que para ciertas empresas y posiciones ha funcionado bien, permitiendo mayor productividad y compromiso del trabajador, gracias a la flexibilidad que proporciona. El teletrabajo permite además un ahorro de energía, contaminación y tiempos en desplazamientos laborales. “En empresas pequeñas o en aquellas donde la interacción personal es más importante o frecuente, el impacto del teletrabajo sistematizado será, en mi opinión, más residual”, añade.

La flexibilidad, clave para todos

Para otros fondos como es el caso de Abac la situación no ha cambiado demasiado en esta vuelta de vacaciones ya que comenzaron con el regreso a la oficina de manera paulatina hace un año. Desde el equipo de Abcac explican que su plantilla -no demasiado numerosa- y las amplias instalaciones les han permitido casi desde el principio mantener la distancia de seguridad. En cualquier caso, siempre han apostado por un formato híbrido con flexibilidad y conciliación, “permitiendo teletrabajar cuando la persona del equipo así lo requiere y midiendo los resultados y no el tiempo de presencia en la oficina”.

Desde Portobello reconocen a elEconomista que fueron ágiles en organizar mecanismos de trabajo para continuar cumpliendo con las obligaciones para con sus carteras de participadas y sus inversores. “La mejor prueba del resultado de las medidas adoptadas son las operaciones realizadas desde entonces por Portobello”, explican desde este fondo.

Entre esas medidas implantaron el teletrabajo, modalidad que fue asumida con normalidad por toda la organización desde sus principales Directivos hasta el personal de apoyo. Una vez se levantó el estado de alarma fueron organizando, progresivamente, la incorporación física, a tiempo parcial de todo el equipo de inversión, así como del administrativo y financiero. No obstante, durante estos meses ha primado una cierta flexibilidad.

Uno de los cambios que sí es posible haya llegado para quedarse son las reuniones telemáticas con terceros ajenos a la gestora, ya sean reuniones de Consejos de Administración, con asesores, presentaciones, etc.

En este caso, si creen que este tipo de encuentros se incorporarán definitivamente a su manera de trabajar por sus múltiples efectos positivos: evita desplazamientos, reduce costes, optimiza el tiempo dedicado a la reunión -la puntualidad es la norma-, obliga a los partícipes a sintetizar el motivo de la reunión. Naturalmente, es necesaria la reunión física en ocasiones, pero ha dejado de ser la norma, según explican a esta publicación.