El capital riesgo pone 300 millones para lanzar firmas biotecnológicas

Asebio, la patronal que engloba a este perfil de compañías, llega a un acuerdo con siete fondos para impulsar proyectos de investigación básica que refuerce el crecimiento de este sector, así como su peso y desarrollo en la economía española

El capital riesgo va a apostar por la ciencia básica en España. La patronal de empresas biotecnológicas ha llegado a un acuerdo con siete fondos especializados en ciencias de la vida para impulsar el sector biotecnológico en la recuperación del país tras la crisis sanitaria provocada por el Covid. El volumen de inversión para los próximos años es de 300 millones de euros, según asegura el director general de Asebio, patronal que engloba a las empresas biotecnológicas españolas, Ion Arocena. “En total gestionan fondos por 800 millones de euros y de cara a los próximos años tienen una capacidad de inversión de 300 millones”, explica.

Entre los miembros del grupo se encuentran Alta Life Sciences, Asabys Partners, Caixa Capital Risc, CRB inverbio, Inveready, Invivo Capital Partners, Sociedad de desarrollo de Navarra (Sodena) e Ysios Capital Partners. El nuevo grupo de trabajo persigue cuatro objetivos principales. El primero es posicionar el capital riesgo como una pieza clave para financiar el nacimiento, desarrollo y crecimiento de empresas biotech innovadoras. Además, pretende incentivar la atracción de inversión, tanto privada como pública, al capital riesgo especializado por su impacto social y económico.

Este grupo también servirá para promover e impulsar instrumentos de apoyo al Capital Riesgo como Innvierte y FondICO Global. “Esta acción tiene como objetivo fomentar el crecimiento del ecosistema de empresas biotech innovadoras del país y atraer inversión y talento”, resumen desde la patronal de empresas biotecnológicas.

El perfil de las inversiones en empresas biotecnológicas de carácter sanitario y farmacéutico tiene sus peculiaridades respecto a otros campos. En este sector, a pesar de ser empresas jóvenes, los volúmenes de inversión en las primeras rondas son elevados. Un ejemplo cercano es Ona Therapeutics. Esta empresa abrió una ronda de financiación en junio de 2020 y levantó en la primera tanda 30 millones de euros. Además, los plazos de maduración de la inversión son más largos que en otros sectores, lo que aumenta el riesgo.

Uno de los ejemplos clásicos de crecimiento en este sector para llegar al mercado es el siguiente. La investigación básica busca al capital riesgo para comenzar a trabajar. Cuando el proyecto, por ejemplo, un fármaco, demuestra su potencial en las primeras fases de investigación (normalmente la fase preclínica) llega el interés de las grandes farmacéuticas. Estas son las que tienen el músculo financiero necesario para aguantar los elevados costes de las fases clínicas y su llegada al mercado. Pero este camino no siempre termina bien. Como ejemplo tenemos a Oryzon, una empresa catalana que licenció un potencial antitumoral a Roche y que sin embargo, la multinacional terminó devolviendo a sus dueños originales.

Entre los fondos elegidos para impulsar la ciencia española hay mucha variedad, según explica Arocena. “Los hay que están especializados en terapias, otros en salud digital o tecnología. También se diferencian en la madurez de la inversión, yendo desde la inversión semilla hasta rondas A y B. Incluso hay diferencias entre el rango de inversión, que va desde 1 millón hasta los 20 millones”, explica.

Según se recoge en el Informe AseBio, en 2019 volvió a aumentar el importe comprometido y desembolsado por las entidades gestoras de capital riesgo que invierten en compañías biotecnológicas españolas. Estas entidades comprometieron más de 74 millones de euros a lo largo de 2019 (un 342% más que en 2018), para futuros desembolsos.

Instrumento clave

“En la asociación estamos convencidos de que el capital riesgo especializado es un instrumento clave para financiar el nacimiento, desarrollo y crecimiento de empresas biotech innovadoras. Por ello, hemos puesto en marcha este nuevo grupo de trabajo que pretende precisamente reforzar el posicionamiento del capital riesgo especializado como instrumento clave para impulsar nuestro sector y de esta forma, facilitar el acceso de las empresas biotecnológicas a la financiación que necesitan para generar impacto”, ha declarado el director general de la patronal.

Llama la atención que dos de los siete fondos que participan en el proyecto, Caixa Capital Risc y Asabys, son dos gestoras de conocidas entidades financieras españolas. Respecto a la primera, cuenta con el respaldo de Criteria, uno de los holdings más relevantes en el país, siendo esta firma una de las gestoras de venture capital con más años de recorrido. Fue fundada en 2007 y en la actualidad cuenta con más de 200 millones en activos bajo gestión a través de nueve vehículos especializados con los que ha realizado más de 250 operaciones para financiar startups.

Asabys, por su parte, está respaldada por el Sabadell, uno de los bancos que más ha apostado por el capital riesgo en los últimos años. Además, desde 2019 cuenta con otra conocida firma española, Alantra, en su accionariado, lo que refuerza el gran apetito inversor por esta industria. “El sector salud ha ido ganando en protagonismo en los últimos años y estos meses han consolidado esta tendencia que ya veníamos observando”, explica María de Blas, directora del área de Transacciones de PwC y responsable de Sanidad y Farma, a esta publicación. Dado el impacto del Covid en muchos sectores de la economía, la industria de la salud presenta oportunidades muy interesantes con un componente de riesgo menor que en otros. El negocio biotech es uno de los focos de interés en los últimos meses.