Ángel Martín, responsable global de Restructuring de KPMG: Los pilares de la recuperación
La curva de recuperación de la economía en 2021 va a estar basada en el control de la pandemia mediante los procesos de vacunación, la gestión del confinamiento y la movilidad, y en conjugar las políticas públicas ligadas a proporcionar liquidez (prestamos ICO, CESCE, y facilidades en los ingresos de los impuestos), con los ahorros de costes en las empresas y la protección del empleo (ERTEs). Igualmente con medidas destinadas a preservar la solvencia (Fondo gestionado por SEPI para empresas estratégicas y Fondo de recapitalización de empresas medianas gestionado por COFIDES), las ayudas directas a autónomos y empresas, la línea para la reestructuración de deuda financiera COVID (ligada a los prestamos ICO), y la nueva moratoria concursal. Adicionalmente, el capital privado, tanto en situaciones de solvencia como de liquidez, formará parte de las soluciones para facilitar la transformación de las empresas (aspectos digitales, de competitividad y de sostenibilidad, principalmente).
Nuestra recomendación es sin duda la anticipación, con un conocimiento meditado de las consecuencias de la crisis en cada una de las empresas, sus clientes y sus proveedores. Ajustar la oferta de productos y servicios de las compañías a la demanda, trasladar la presión en precios del cliente final a la cadena de valor, las nuevas formas de trabajo a los profesionales, y considerar un horizonte temporal de recuperación en uve asimétrica permitirá presentar planes de viabilidad a los proveedores de liquidez razonables. La liquidez no es hoy un bien escaso, pero la deuda debe repagarse. La moratoria en préstamos ICO, que permite dos años de carencia y ocho de amortización de deuda, debe ir aparejada de una refinanciación de la deuda actual de las sociedades, y en algunos casos de un refuerzo de los fondos propios de las mismas.
Sin embargo, a veces nos olvidamos de que las entidades financieras también tienen una cuenta de pérdidas y ganancias y unos accionistas, por lo que la acomodación de los principios regulatorios en la banca para que estas refinanciaciones, en sectores en los que habrá una vuelta clara a la rentabilidad, tengan un efecto limitado en los balances de las mismas será importante para que el crédito siga fluyendo y para fortalecer a las entidades financieras, claves para el desarrollo futuro de cualquier país.