Los criterios ESG, claves para las inversiones del capital riesgo global
Según un informe elaborado por PwC, casi seis de cada diez gestoras rechazan inversiones si no cumplen con ellos. Esta preocupación, además, ha aumentado pese a la pandemia y los expertos señalan que no ha hecho más que empezar
En los últimos años, los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) se han convertido en parte del vocabulario habitual de los inversores institucionales, tanto públicos como privados. Este mes por fin ha llegado el ansiado aprobado de Bruselas al plan español de recuperación para recibir los primeros millones de los fondos europeos. La Comisión Europea afirma que el plan responde “de forma integral y adecuadamente equilibrada” a lo que Europa demandaba para poder acceder a los fondos de recuperación. Considera que las inversiones y reformas propuestas por España contribuirán a abordar eficazmente los retos estructurales del país, además de apoyar “las transiciones verde y digital”. A esto se suma también una mayor preocupación por parte de las empresas de los temas sociales y de buen gobierno. Unos criterios a los que el capital riesgo lleva años prestando mucha atención.
Según el informe Private Equity Responsible Survey 2021, elaborado por PwC a partir de la opinión de 198 compañías de capital privado de 35 países, el 72% tiene en cuenta estos aspectos en las fases previas a una adquisición y, más de la mitad, el 56%, reconoce haber rechazado una potencial inversión o la participación en algún tipo de acuerdo por este tipo de cuestiones.
Y lo que es más importante, la decisión de incorporar estos criterios está cambiando entre el capital privado. “Estamos pasando de considerar los elementos de ESG como un simple ingrediente a un generador de valor”, reconocía Pablo Bascones, socio responsable de Sostenibilidad en PwC, durante la presentación del informe. De hecho, cuando se pregunta a los directivos de las firmas de capital riesgo por cuáles son los tres principales motivos que les están empujando a tener cada vez más en cuenta los aspectos ESG en sus carteras de inversión, el 66% asegura que la creación de valor, el 52% sus valores corporativos y el 41% apunta a la presión de los inversores.
Para Bascones, “las compañías de capital privado deben interiorizar la inversión responsable de la misma manera que lo hacen con el resto de los aspectos estratégicos que tienen un impacto directo en la rentabilidad de sus inversiones. En este sentido, la transformación de sus participadas hacia un modelo de empresa sostenible brinda importantes oportunidades para la creación de valor, mientras que lo contrario resultará en una clara erosión del mismo”.
El capital privado, clave a través del impacto
El consenso de los analistas públicos y privados, nacionales e internacionales coinciden en señalar en que por fin estamos viendo ya la luz, la salida del túnel tras la pandemia y el consenso del capital privado tiene claro que el sector debe ser parte de la solución a través del impacto. Comparándolo con el estudio del año pasado, vemos como han aumentado, del 35% al 56%, los directivos de compañías de capital riesgo cuyos consejos incluyen la ESG en sus agendas más de una vez al año.
Una cifra que, según el informe, va a seguir creciendo a medida que sus estrategias de inversión se alinean con la descarbonización de la economía mundial y que las empresas apuestan por contar con unas cadenas de suministro más resilientes ante futuras pandemias o acontecimientos relacionados con el cambio climático.
Para Ignacio de Garnica, socio responsable de Private Equity en PwC, “en los últimos siete años, las compañías de capital privado han cambiado radicalmente su visión de la ESG, y han pasado de considerarla de forma tangencial y muy vinculada al cumplimiento normativo, a incorporarla como un factor muy a tener en cuenta en sus estrategias de inversión”.
Cambio climático, diversidad e inclusión
El cambio climático está en la agenda de los gobiernos desde hace tiempo, forma parte de los objetivos 2030 y ocupa una parte destacada en los requisitos para recibir los millonarios fondos europeos para la recuperación. Por su parte, cada vez hay más empresas que quieren conseguir el net zero. No obstante, durante la presentación del informe, Bascones reconoció que el sector está muy preocupado por la huella de carbono, pero aún no está dando pasos importantes en este sentido. “Los objetivos de descarbonización son claros para todas las inversiones. El capital privado va a ser un agente claro para conseguir la descarbonización de la economía”, aseguraba por su parte Garnica.
Es posible que la pandemia haya acelerado el interés por los riesgos asociados al cambio climático. En 2019, la gran mayoría de firmas de capital riesgo encuestadas se mostraban preocupadas por estos riesgos, pero pocas estaban haciendo algo al respecto. Ahora, más de la mitad de los entrevistados están poniendo en marcha iniciativas en este sentido y el 36% asegura que tienen en cuenta la exposición a los riesgos climáticos en sus decisiones de inversión.
Margarita de Rossello, directora de Sostenibilidad y Cambio Climático de PWC destacó, a nivel estrategias, cómo se pueden obtener retornos aprovechando la descarbonización. En primer lugar, señalaba la posibilidad de “comprar sucio y vender limpio”, es decir, invertir en compañías que en este momento tengan como deber pendiente esa descarbonización, invertir en el proceso y venderlas cuando sean unas compañías net zero, consiguiendo un retorno. Las otras dos estrategias pasarían por el “arbitraje net zero o por la compra directa de soluciones tempranas y escalables”.