Las operaciones corporativas del capital riesgo español muestran cómo se hace mayor

Durante el mes de junio, la industria del capital riesgo en España ha vivido varios importantes movimientos corporativos que han desvelado hacia dónde va el sector en España y cómo ha madurado en los últimos años. Uno de ellos ha sido el de Aurica Capital, la hasta ahora gestora de capital riesgo del Sabadell, y el otro la de Artá Capital, la gestora hasta hace unas semanas de Corporación Financiera Alba para invertir en private equity. En ambos casos, los directivos han comprado el 100% de estas firmas a los inversores que las crearon años atrás, con el fin de convertirse en gestoras independientes y de obtener un mayor acceso a los bolsillos de los inversores institucionales.

Tanto en el caso de Aurica como en el de Artá, sus inversores ancla fueron clave para el lanzamiento de estos proyectos años atrás, pues la puesta en marcha de este tipo de gestoras no es sencilla sin tener un track récord detrás. Ahora, tras varios años de éxitos, Sabadell y Corporación Financiera Alba han decidido echarse a un lado y quedarse como un inversor de referencia, pero sin participar en la gestión. De esta forma, mantienen su exposición al private equity al quedarse como inversores, pero reducen los recursos que tienen que dedicar. Para Aurica y Artá ahora empieza un nuevo camino para demostrar todo lo recorrido años atrás.

Otro de los movimientos clave este mes ha sido el de Altamar Capital Partners que ha cerrado la adquisición de la alemana CAM Alternatives, dando un salto de gigante a nivel internacional creando uno de los grandes grupos españoles de inversiones alternativas, con más de 14.000 millones de euros en activos bajo gestión. Una estrategia similar, pero a mayor escala, a la que Alantra lleva años realizando en su negocio de gestión de activos, donde ha comprado participaciones de gestoras internacionales para acceder a nuevos mercados o desarrollar nuevos productos que ofrecer a sus inversores.

Estos movimientos corporativos son un claro reflejo de cómo está evolucionando el mundo del capital privado en España, que hace gala de su buena salud pese a la pandemia del coronavirus y muestra cómo quiere seguir creciendo contra viento y marea. Pese a que el país todavía está muy lejos de las grandes cunas de la inversión como Estados Unidos o Reino Unido, los gestores del capital riesgo están haciendo un gran trabajo para demostrar su valía a nivel internacional y siguen consiguiendo recabar recursos incluso en esta época de pandemia. Por eso, desde el Gobierno se debe transmitir un mensaje de tranquilidad a los inversores, mostrar que España sigue siendo uno de los mejores lugares del Sur de Europa para destinar recursos y dar las facilidades normativas/fiscales para que puedan seguir haciendo su trabajo. Ante un momento histórico al que nos acercamos con los fondos europeos, el sector del capital riesgo debe tener un papel clave en la recuperación.