España, un mercado óptimo para los inversores de los ‘search funds’

Un tejido productivo formado por pymes familiares y facilidades de acceso al crédito convierten a España en un país clave para los fondos de búsqueda

Poco a poco, con paso tranquilo pero seguro, el interés por los search funds va aumentando en nuestro país. Estos fondos son vehículos de inversión de capital privado destinados a financiar la búsqueda y adquisición de una empresa con potencial de crecimiento. Un modelo de negocio que nació en los años 80 en EEUU fundamentalmente en Stanford y Harvard. En España son un fenómeno reciente. Estos fondos mueven el capital de diferentes inversores que entregan su dinero a uno o varios emprendedores para que busquen empresas incipientes a las que destinar recursos.

En España, el primer search fund fue creado en 2011, y logró completar con éxito la adquisición de una empresa en noviembre de 2014. Desde entonces se han creado varios, encontrándose actualmente en distintas fases de su ciclo de vida y convirtiendo a España en uno de los países más activos en el sector. Y es que el mercado nacional es óptimo e interesante para desarrollar el negocio de los search fund al confluir en él tres factores: un elevado número de pymes, un momento de transición económica y facilidad de acceso al crédito bancario, según explica José Martín Cabiedes a elEconomista Capital Privado. Cabiedes es profesor de emprendimiento del IESE y uno de los inversores más potentes de España en estos vehículos a través de Cabiedes & Partners .

“Lo primero es una base de pymes enorme. Es el caldo de cultivo perfecto, porque esas son las empresas objetivo preferente de los fondos de búsqueda”, recuerda Cabiedes. A esto hay que añadir la edad de los fundadores de esas pymes que se crearon en la transición. “Hoy día los gestores, que son personas hechas a sí mismas, muy exitosas, tienen una necesidad de transición generacional. Existen muchas situaciones en las que esa transición no está asegurada porque los hijos no están, se han ido a estudiar fuera o están trabajando en una gran compañía”, añade.

El empresario se encuentra normalmente con que después de muchos años de arduo trabajo y de haber creado un valor económico enorme no sabe cómo gestionar esa transición. En muchos de estos casos, explica el profesor del IESE, estos empresarios “prefieren una persona que continúe y preserve su legado versus otros inversores algo más agresivo”. David Malo, fundador de Pontemcapital, uno de estos fondos de búsqueda que está en la fase inicial del proceso, asegura en declaraciones a elEconomista que las transiciones que proponen los fondos de búsqueda son mucho más respetuosas con el legado del propietario actual.

Emprendimiento por adquisición

El tercer potencial de España para erigirse como líder europeo de este tipo de vehículos financieros lo encontramos en la financiación bancaria. “En España hay un acceso sencillo y muy eficiente a la financiación bancaria que es un elemento fundamental en el proceso de adquisición”, según Cabiedes. En este momento, los bancos españoles están prestando a las pymes familiares a unos tipos de interés que son óptimos para hacer una adquisición apalancada. “Es un elemento clave para fomentar los procesos de adquisición y transición”, asegura.

Hay que dejar claro que los search funds no son ‘oportunistas’, más bien al contrario, se fijan en empresas sólidas, con potencial y sin problemas financieros. “La coyuntura en la que nos encontramos ayuda porque ha servido para discriminar las empresas que son sólidas de las que tenían los pies de papel”, reconoce el profesor del IESE.

Este modelo de negocio combina el private equity con algunos aspectos del mundo del emprendimiento, de hecho, se considera emprendimiento por adquisición y es capaz de generar retornos superiores para emprendedores e inversores. Según el último informe de la universidad de Stanford, que ha evaluado más de 250 fondos de búsqueda, los search funds han generado un retorno medio anual para inversores (TIR) del 36,7%.

En una fase inicial, tal y como explica el buscador David Malo a esta publicación, el emprendedor -en ocasiones una pareja- busca a un grupo pequeño de inversores -no más de 20 con los que establece una relación muy personal- y recibe capital de ellos. “En una primera fase entre 300.000 y 500.000 euros para financiar la búsqueda de una empresa durante un plazo de dos años como máximo”, añade.

Cuando encuentra la empresa, vuelve a requerir capital a sus inversores que tienen la opción de entrar en la compañía en la proporción que se establezca tras la primera aportación. “Una vez que yo encuentre la empresa, a los primeros que les voy a dar la posibilidad de entrar es a ellos. Si tu tienes un 10% del fondo tienes derecho, si quieres, a poder adquirir un 10% de la compañía. Al principio el inversor pone el dinero por confianza, no conoce la empresa porque aún no hay empresa”, explica.

Completada la adquisición, el emprendedor se convierte en consejero delegado de la empresa adquirida y pone en marcha un plan de crecimiento. El objetivo es incrementar sustancialmente el valor de la compañía, generando retornos atractivos para los inversores y para el emprendedor. “El objetivo normalmente es dar una salida entre 5 y 7 años. Somos más parecidos a los fondos de capital riesgo. Es una inversión a medio o largo plazo”, explica a elEconomista Capital Privado este searcher.

La importancia del IESE en el fenómeno

Una parte importante de su desarrollo y crecimiento se debe al IESE. “Fuera de esos dos polos de atracción que son Stanford y Harvard, desde el punto de vista de estudio está el IESE”, explica Cabiedes. “Desde hace unos diez años Stanford publica con carácter bianual un informe sobre la evolución de este activo en EEUU. Un segundo informe paralelo de lo que hace el sector fuera de EEUU lo hace el IESE”, añade. Además, el instituto tiene un centro de emprendimiento y una de las líneas de actividad es el estudio y el fomento de los fondos de búsqueda entre los alumnos. De hecho, la mayoría de los “searchers” (buscadores), suelen ser recientes MBAs.

En paralelo al estudio del sector y al fomento en sus escuelas de negocio, el IESE también organiza, al igual que Stanford, reuniones bianuales en las que “buscadores” e inversores se encuentran. Todo este fomento del sector ha ayudado a que España se convierta en el tercer país, tras EEUU y México (por proximidad con EEUU) con mayor actividad en este tipo de fondos, según Cabiedes.