¿Vuelve la fiebre de los fondos por la restauración?

Los expertos adelantan una ola de movimientos corporativos, especialmente fusiones, como estrategia defensiva ante el avance de la pandemia

La restauración se ha convertido en uno de los sectores más perjudicados por la pandemia del coronavirus en todo el mundo. Los cierres de la hostelería en diferentes ciudades y el límite horario de la actividad en otras tantas, no augura un buen arranque del año para el sector en España, que sigue haciendo cuentas para ser capaces de sortear la complicada situación a la que se enfrentan. En este contexto, los expertos consultados por elEconomista señalan que, en los próximos meses, se va a producir un baile de operaciones corporativas como estrategia defensiva.

Para Borja Oria, socio director de Banca de Inversión de Arcano Partners, “este año va a haber varias operaciones de fusiones en el sector de restauración, hay muchas cadenas con un tamaño medio que pueden aprovechar sinergias claras en compras, poner en marcha economías de escala o de reducción de gastos mediante este tipo de transacciones, que pueden generar mucho valor”. “Es verdad que la situación es dramática, pero a los que más ha afectado ha sido a los independientes -pequeños restaurantes, bares, etc.-. Las cadenas medianas-grandes han encontrado mucha liquidez y un balón de oxígeno relevante con los préstamos avalados por el ICO y los Erte, que les han dado un respiro”, añade Oria. El experto de Arcano adelanta también que el gran dinamizador de este tipo de operaciones va a ser el capital privado, que desde hace años ha apostado muy fuerte por el sector de la restauración. “Siempre es más fácil que se produzcan este tipo de operaciones cuando hay un private equity en una de las dos compañías porque suelen entender mejor las dinámicas financieras. Creo que se van a producir más fusiones que ventas porque ahora mismo es muy difícil llegar a un acuerdo en las valoraciones: el que vende quiere tomar referencias excovid y el que compra no quiere pagar un múltiplo que todavía no está... Por eso hay empresarios que retrasan estas decisiones”.

Apetito por el sector

Por el momento, en las últimas semanas, dos fondos se han aventurado a realizar sonadas operaciones en el sector: GED Capital tomando el control de Comess Group -dueño de Lizarran, Cantina Mariachi, entre otras- financiando la integración de la cadena de restaurantes italianos Pomodor; y la de Axon Partners, que ha comprado a Zena-Alsea la enseña Cañas y Tapas tras su primera incursión en 2019 con la adquisición de las cafeterías de Le Pain Quotidien.

“La tesis de inversión en el sector es que se va a ver beneficiado cuado el coronavirus se haya quedado atrás por tres razones. En primer lugar, va a haber un boom del ocio y la restauración porque tenemos muchas ganas de salir a celebrar, como lo que ocurrió en los Felices años 20. En segundo lugar, el delivery ha explosionado y va a ser un recurso que no sólo va a quedar para el fast food... y esto va a ir en aumento. En tercer lugar, y en menor medida, va a comenzar a incrementarse el uso de las terrazas y se usarán durante los 12 meses del año. A esto hay que añadir todos los motivos que hacían al sector atractivo para el private equity antes de la pandemia: posibilidades de consolidar un sector muy fragmentado, marcas exportables, posibilidad de mejora con la introducción de tecnologías, etc.”, añade Oria. Esto se tradujo en una oleada de operaciones años atrás, cuando los fondos nacionales e internacionales llegaron a desembolsar grandes cantidades de dinero para hacerse con conocidas cadenas como el Grupo Ten con Ten, Vips -hoy en manos de Zena-Alsea-, Larrumba, las antiguas cervecerías de Heineken o la cadena de hamburgueserías Goiko.

Ante unos meses complicados

Por el momento, todos los expertos coinciden en que es complicado ver en qué momento la restauración volverá a brillar en España como hace tan sólo unos meses. Por ello, todos son conscientes de la importancia de recapitalizar las compañías para que sigan adelante. Según Manuel Roca de Togores, director general y socio fundador de NK5, “hay que tener un pulmón financiero muy grande, una estructura de costes muy flexible para aguantar este impacto, lo que está abocando a mucho pequeño, mediano y algún gran restaurador, al cierre”. “Este hecho va a crear una importante demanda no atendida en el mercado y esto en sí mismo representa una oportunidad para invertir en nuevos proyectos. En cuanto a los supervivientes, estos se encontrarán con un mercado menor con consumidores que a medio plazo habrán visto reducida su renta disponible, pero por otro lado, con muchos menos competidores y, seguro, con mucha más deuda. Por tanto, operaciones de reestructuración de negocios rentables, pero notablemente endeudados, serán también generadores de oportunidades de inversión que combinen aportación de dinero nuevo junto con una nueva estructura de capital”, añade el director general de NK5.

Por ejemplo, Kartesia, que participó en la anterior refinanciación de Café y Té -en manos de HIG- ejecutó este verano la deuda que tenía en la cadena y entró en el capital como accionista junto con HIG para dar solvencia a la compañía. Capza, por su parte, que financió a L Catterton en la adquisición de Goiko ha aceptado los waivers requeridos por la pandemia para mantener la compañía en una holgada posición financiera, que a su vez consiguió dinero de los préstamos ICO.

Para Iván Plaza, principal de Aurica Capital -accionista del Grupo Larrumba-, “es innegable que el Covid-19 ha supuesto una revolución a todos los niveles. Las limitaciones de aforo y las exigencias sanitarias hicieron que, en un primer momento, el impacto en el sector de la hostelería fuera muy acusado, y por ese motivo tomamos medidas principalmente defensivas como la protección de la caja, la obtención de nueva financiación, la renegociación de alquileres y la adecuación de los costes a la nueva demanda: todas ellas orientadas a proteger la liquidez del grupo y procurar que sus flujos sufrieran lo menos posible. No obstante, no cabe duda de que está produciéndose un ajuste considerable de la oferta hostelera que está demostrando que no todo vale en este sector, y que montar un restaurante es una inversión que requiere de una gran planificación. Por eso, desde Aurica creemos que quienes resistan a este cribado saldrán reforzados. En el caso concreto del Grupo Larrumba, sus tres aperturas desde el inicio de la pandemia acreditan que, pese a la adversidad, puede seguir creciéndose con arreglo a un plan de negocio sólido”, añade.