Perspectivas del ‘private equity’ y ‘M&A’ en 2021

El 2020 comenzó como había terminado 2019: un mercado activo de fusiones y adquisiciones, pero con la sensación de que se avecinaba una recesión. No estaba claro cuál sería el detonante. Y cuando finalmente se desveló, quedó patente que no se trataba solo de un ajuste, sino de un evento fundamental de consecuencias trascendentales. Mientras el mundo entraba en “hibernación”, siguieron las fusiones y adquisiciones y, a medida que avanzaba el año, se empezaban a poder perfilar ciertas tendencias. En este sentido, la positiva evolución de los mercados de capitales en un entorno de bajos tipos, la recuperación de las cotizaciones de las acciones y los anuncios de salidas a Bolsa, indican que las valoraciones tenderán a mantenerse altas en los sectores más activos. La disponibilidad de abundante liquidez ha seguido impulsando el cierre de operaciones. En el último trimestre del año hemos asistido al retorno del fundraising, aunque aún en menor medida que en años anteriores.

El análisis por sectores revela que el tecnológico está siendo más dinámico de lo esperado y algunas de las transacciones más importantes se han realizado en esta industria (Idealista, Freepik). Una multitud de fondos de capital privado, capital riesgo y de crecimiento están buscando y cerrando operaciones en subsegmentos de este sector. También seguiremos viendo acuerdos en los sectores de infraestructura y energías renovables. Este último es particularmente activo tanto por parte de compradores industriales como financieros. Por otro lado, esperamos que muchos segmentos industriales tan relevantes a nivel nacional como el de la automoción, continúen rezagados hasta que no haya una recuperación internacional más generalizada, por ejemplo, en la demanda de sus clientes y socios industriales alemanes de Tier 1. En el lado opuesto del espectro, los sectores turístico e inmobiliario están experimentando en las últimas semanas de 2020 un mayor movimiento liderado por inversores especializados (fondos hoteleros) u oportunistas que pueden marcar la tendencia para el próximo año. El acuerdo navideño sobre el Brexit y el anuncio de la vacuna son buenas noticias para un sector que no puede permitirse perder otra temporada.

En cuanto al comportamiento de los inversores financieros ante la pandemia, cabe destacar la agilidad de su reacción. Durante los meses de marzo, abril y mayo los gestores estuvieron enfocados fundamentalmente a la gestión de la crisis: estabilización financiera de las participadas, gestión de la cadena de suministros buscando alternativas a los proveedores asiáticos -especialmente chinos- entonces muy afectados por los cierres de fronteras y/o ralentización de la producción, gestión de la seguridad y puesta en marcha del teletrabajo. A partir del mes de junio se aprecia cómo los fondos empiezan a reactivar sus iniciativas de inversión que cristalizan en un último trimestre del año con una concentración de cierres muy importante tanto a nivel de macro-operaciones como en el middle-market. No obstante, también se ha producido un retraso en la venta de una parte significativa de las carteras de los private equities, lo que afecta en torno a un 30%-40% de las participadas, según nuestras estimaciones.

Otra característica novedosa del mercado es la irrupción con fuerza de los denominados fondos de growth, normalmente enfocados en sectores de alto crecimiento como tecnología, biotecnología o transformación digital. Dichos fondos están siendo levantados y gestionados en muchos casos por las mismas gestoras de private equity tradicionales, pero trabajan con estrategias y equipos generalmente distintos. Asimismo, cabe destacar la reinversión por parte de los fondos en aquellas compañías que ponen a la venta y en las que se pasa a compartir la propiedad con los nuevos propietarios

Desde el punto de vista de la financiación, en general las operaciones se están cerrando con unos niveles de apalancamiento más moderados que en la situación pre-Covid pero están siendo pocas las operaciones que se estén cayendo por falta de financiación ya que los fondos están dispuestos en muchos a casos a realizar operaciones full equity y a apalancarlas a posteriori. Si bien los inversores financieros han protagonizado la mayor parte de las operaciones cerradas durante 2020, las empresas españolas se han mostrado especialmente activas en comparación con sus homólogas europeas. En este sentido, compañías como Iberdrola, Telefónica, Caixa Bank, etc. han aprovechado las oportunidades de consolidación en sus sectores. En un sentido más amplio, la pandemia ha marcado el camino para la consolidación y racionalización de sectores estratégicos como la banca, aeronáutica, telecomunicaciones, transporte aéreo, etc. Creemos que el ritmo de integración se acelerará durante 2021, una vez que sea posible evaluar el impacto de la “nueva normalidad” en cada caso para poder aplicar la cirugía adecuada.

Finalmente, no hay que olvidar cómo en 2020 el programa de préstamos ICO ha proporcionado una “anestesia” general con el fin de lograr un alivio temporal de liquidez para que las empresas puedan manejar el impacto generado por el parón económico. En términos generales, el sistema ha funcionado, pero no es una solución a largo plazo para aquellas industrias que han sido más gravemente afectadas por el Covid. Para solucionar esto, en 2021 veremos el despliegue del “Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas”, de 10.000 millones, gestionado por la SEPI, un esquema con un enfoque más especializado que en algunos casos servirá para apoyar situaciones de M&A (por ejemplo, integración Iberia-Air Europa). El tercer nivel de apoyo público es el fondo de recuperación NextGenerationEU, de 750.000 millones; esperamos ver un impacto a más largo plazo de este instrumento, aunque es cierto que puede generar un efecto dinamizador en términos de inversión industrial y confianza del consumidor.

Nuestro pronóstico para 2021, por tanto, ratifica la senda de crecimiento registrado por las fusiones y adquisiciones en el último trimestre de 2020. Sin embargo, seguiremos viendo un comportamiento dual en función del tipo de sector: operaciones a precio elevado impulsadas por la abundante liquidez de los fondos y las apuestas estratégicas de las corporaciones convivirán con situaciones distress y planes públicos de apoyo financiero a las empresas. En este sentido, desde DC Advisory, seguiremos apoyando a nuestros clientes, poniendo a su disposición la amplia experiencia de nuestros equipos en todo el mundo con el fin de ofrecerles el asesoramiento adecuado en cada situación en un entorno cambiante.