Trea se alía con la banca privada para lanzar su tercer fondo de deuda

La gestora española ha cerrado cinco inversiones en este segmento en lo que va de año, con el foco puesto en pequeñas y medianas empresas con necesidades de financiación. Además, la firma acaba de completar la desinversión total de su primer fondo TDL alcanzando una rentabilidad neta anual del 8,5%

El año 2021 se presenta inmejorable para la división de direct lending de Trea. La gestora española ha completado a inicios de este mes la desinversión total de su primer fondo TDL alcanzando una rentabilidad neta anual del 8,5%, superando su objetivo anual situado en el 6%. Pero no es la única noticia positiva que le espera y lejos de amedrentarse por la crisis económica que atraviesa el país, la firma tiene previsto poner en marcha su tercer fondo para direct lending, con el que pretende captar en torno a 130 millones. La principal novedad respecto a sus predecesores es que pretende abrirse a clientes de banca privada.

Ignacio Díez, managing partner de Trea Direct Lending, explica a elEconomista Capital Privado que “el perfil de riesgo de nuestros fondos anteriores era muy conservador y eso atrae a un tipo de inversores muy determinado, hasta ahora han entrado family offices, aseguradoras, fondos de pensiones, etc., pero un pool muy importante de inversores que también es conservador, que es la banca privada, quería participar, pero no podía en los fondos de capital riesgo o deuda privada de Luxemburgo”. “Hemos estado trabajando desde hace bastante tiempo en el Fondo de Inversión a Largo Plazo Europeo (Filpe) y va a estar aprobado en breve. Esto permitirá dar entrada a la banca privada. Vemos mucho interés”, asegura.

Tal y como avanza a esta publicación, va a ser abierto, no comercializado en exclusiva por ningún banco y con un objetivo de rentabilidad del 5%. Sobre la estrategia de este nuevo vehículo, Diez considera que es muy importante en este tipo de fondos “adaptar bien el inversor al tipo de inversión que haces”. Cree que para banca privada el producto perfecto es este ya que “da una rentabilidad media para un conservador, algo que no da sustos”, añade.

En cuanto a su estrategia, considera que el direct lending jugará un papel clave durante los próximos años, debido a la creciente concentración bancaria y el impacto de la pandemia en el tejido industrial español, especialmente en las pymes, que hace años eran más reacias a contar con este perfil de inversor para financiar sus proyectos. “Hemos notado cada vez más que las empresas valoran la flexibilidad de fondos como el nuestro. En nuestro caso concreto ayuda mucho haber hecho ya 22 operaciones, quita miedo a las empresas sobre esta operación”, asegura.

Otro punto que está ayudando a la consolidación del sector es el papel de la banca tradicional que antes los veían como competencia y ahora los ve como colaboradores. “Cada vez más ven que nuestros fondos no compiten con los bancos. Si nosotros compitiésemos con los bancos saldríamos perdiendo porque ellos siempre van a financiar más barato. Se han dado cuenta de que hay una sinergia muy importante y cada vez se están haciendo más operaciones conjuntas de fondos con bancos”.

Los ICOS, una piedra en el camino

Frente al buen arranque de la gestora este año, que acaba de cerrar la quinta inversión en el primer cuatrimestre de 2021, el pasado ejercicio su actividad se vió prácticamente frenada a causa, fundamentalmente, de los créditos avalados por el ICO. Esta medida aprobada por el Gobierno y que Díez considera acertada y necesaria tras el golpe recibido a causa de la pandemia, frenó de manera drástica el avance de la financiación alternativa en España. “Los prestamos ICO han tenido un impacto súper relevante. Todos los gobiernos han tenido que intervenir para evitar una situación peor y eso ha provocado un efecto monopolizador de mercado”, reconoce el directivo de Trea. El año pasado fue “muy malo, muy seco por los créditos del ICO”. En 2020, solo cerraron dos operaciones, pero Díez considera que este año “va a ser el más activo sin duda de TDL”.

“Comenzamos la aventura sin un padrino o sin ser parte de una gestora de alternativos que contase con una red de contactos, tampoco teníamos una pata de banca privada que nos llenase la mitad del fondo con lo cual todo era más cuesta arriba que otras gestoras”, asegura. Pero lejos de bajar los brazos, reconoce que la dificultad les ha hecho trabajar mucho más duro estos años, lo que ha provocado que cada vez más inversores confíen en ellos y también más empresas para pedir financiación. “Esto ha transformado un proceso duro al principio en algo cada vez más satisfactorio porque ha hecho a los fondos crecer”, explica.

Estrategia afinada

El primer fondo de direct lending de Trea se remonta al año 2016, cuando lanzaron esta línea de negocio dentro de la gestora española y captaron 70 millones de euros. TDL I ha invertido en compañías españolas familiares, ayudándolas a crecer y a consolidarse en su mercado. Las inversiones han sido principalmente para financiar crecimiento orgánico e inorgánico y, en menor medida, para refinanciar deuda existente. “Solemos financiar con préstamos entre 5 y 20 millones y plazos de entre 4 y 7 años, el resto suele ser bastante flexible y hecho a medida. El perfil de nuestros inversores es conservado y lo que prima es el bajo riesgo, no buscar rentabilidades altas. En algunos casos se pueden dar ambos. Una rentabilidad alta con un riesgo moderado y es donde nos sentimos cómodos. Pero la prioridad es controlar riesgo”, explica. “No somos private equity, hay que entender las diferencias. En private equity has de aceptar los ganadores en private debt has de evitar los perdedores”, reconoce.

En la actualidad están en proceso de inversión del segundo fondo, que sigue la misma estrategia que el primero y que ya está invertido al 75%. Este segundo vehículo de inversión se remonta al año 2019 y está dotado con 120 millones de euros. “Entre los dos cambian algunas cosas, quizá el tamaño de empresas es un poco mayor, más diversificado porque el tamaño del fondo es casi el doble del primero”, reconoce Díez. Entre los dos fondos han hecho 22 inversiones en 17 empresas.

Desde esta gestora aseguran que ven todo tipo de sectores, aunque lógicamente es más difícil en este momento que entren en los más afectados por la crisis. “Estudiamos la compañía 360 grados. Obviamente preferimos sectores no impactados por el Covid y que hayan sido beneficiados, pero no descartamos sectores. Obviamente hay algunos muy difíciles, como la restauración, pero no lo descartamos. Crédito no es evitar riesgos es controlar riesgos y que ese riesgo te remunere”, explica Díez.

Por ello, creen que en el direct lending es fundamental un equipo gestor de primer nivel y experimentado ya que tanto el análisis como la estructuración del crédito en pymes es complejo y determina en gran medida el éxito de la inversión.