José Luis Molina y Claudio Aguirre, cofundadores de Altamar Capital Partners: “Vamos a hacer una adquisición en Europa en las próximas semanas para doblar nuestro tamaño”

Los cofundadores de Altamar Capital Partners reciben a ‘elEconomista Capital Privado’ en su oficina de Madrid para hablar de su futuro, sus retos y de cómo ha evolucionado el negocio de las inversiones en mercados privados desde que fundaron la gestora española en el año 2004 hasta convertirse en un referente en el mercado

Claudio Aguirre y José Luis Molina llevan toda una vida dedicados al mundo financiero, desarrollando su carrera profesional al calor de los grandes bancos de inversión. En 2004, hace ya 17 años, se lanzaron a la aventura de poner en marcha su propia gestora, Altamar Capital Partners. Su enfoque, que posteriormente fue replicado por otras firmas en el país, fue pionero en España: proporcionaron a los inversores nacionales la posibilidad de invertir a nivel global en el mundo de los activos alternativos.

A día de hoy, la firma española cuenta con más de 8.500 millones de euros en activos bajo gestión. Sus fundadores adelantan a elEconomista Capital Privado sus ambiciosos planes para los próximos años y cómo la industria ha cambiado desde que abrieron su primera oficina en Madrid.

Han pasado casi dos décadas desde que fundaron Altamar Capital Partners, ¿cómo ha cambiado la industria de las inversiones alternativas en España desde entonces?

José Luis Molina (JLM): Ha habido una evolución brutal del lado de la oferta y la demanda, tanto dentro como fuera de España. Los fondos se han sofisticado mucho, han ganado tamaño y su enfoque ha cambiado. Ahora no es comprar y vender una compañía para obtener una plusvalía, ahora es más industrial: compran una compañía para transformarla y mejorarla para luego venderla. Desde el punto de vista del inversor también se ha sofisticado muchísimo. Antes prácticamente no invertían en alternativos o ilíquidos y ahora nadie pone en duda lo que aportan estos activos en las carteras. En esto, ha habido una evolución impresionante en España, pero a nivel internacional menos porque estaban acostumbrados a este tipo de activos desde casi 50 años antes. Nosotros fuimos pioneros en ofrecer estos servicios.

Claudio Aguirre (CA): Fundamos Altamar en el 2004, con la idea de poder ofrecer a los inversores institucionales en España la posibilidad de invertir globalmente en private equity. En eso éramos distintos a lo que hacían otras gestoras en España, que invertían directamente en private equity en el país, ,pues el mercado estaba muy crowded. Por ello decidimos enforcarnos en el buy side y desarrollar relaciones a largo plazo con los principales inversores institucionales inicialmente en España y posteriormente en América Latina y Europa.

¿Qué estrategia es la que más demandan ahora sus clientes? ¿Tienen previsto lanzar alguna nueva línea de negocio o tienen ya cubierta toda la gama de alternativos?

CA: Lo primero que ofrecimos a nuestros clientes para que empezaran a invertir en private equity a nivel global fue un fondo de fondos, que era la manera más conservadora desde un punto de vista de diversificación, riesgo/retorno y para familiarizarse con el activo. Pero 17 años son muchos años y el nivel de aprendizaje y sofisticación ha ido aumentando, por lo que hemos ido ofreciéndoles una mayor oferta de clases de activos, estrategias y perfil riesgo/retorno. Primero private equity y luego coinversiones, así como inversiones en el sector inmobiliario directamente, infraestructuras, venture capital, life sciences y crédito. Hemos ido ampliando para tener el menú con toda la gama de private markets. También hemos ido ofreciéndoles coinversiones y la posibilidad de contar con soluciones a medida a través del servicio de mandatos de inversión. Como línea de negocio tenemos ya toda clase de activos, pero en cada uno de ellos iremos ampliando estrategias.

JLM: Dentro de cada uno, hay muchísimas opciones. Al final lo que quieren los inversores es un producto que genere un nivel de rentabilidad/riesgo que no encuentran en el mercado cotizado. Los inversores están buscando una TIR que puedes ofrecer a través de los determinados segmentos. Ya no buscan un producto, buscan un servicio. Por eso nos estamos centrando también mucho en el monitoreo, en el análisis del asset allocation, de cómo convive la parte líquida con la ilíquida, en la medición del riesgo...

¿Cuántos activos bajo gestión tienen?

CA: Tenemos en torno a 8.500 millones de euros y todo ha sido crecimiento orgánico, sobre todo la base de inversores. Antes teníamos a casi todos en España, pero ahora tenemos de varios países de Latinoamérica, por eso en 2009 abrimos oficina en Santiago de Chile. Después abrimos también una oficina en Nueva York y otra en Barcelona. Ahora también tenemos clientes de Europa. Como nuestros activos necesitan varios años para que se vean cuáles son los retornos, hemos esperado a tener varios fondos liquidados –hemos devuelto unos 1.800 millones de euros– para ir a buscar más inversores internacionales y teniendo como respaldo una evolución de los fondos ha sido muy positiva. Ahora estamos enfocados en ampliar nuestra base de inversores internacionales.

¿Y cómo se plantean hacerlo?

CA: Después de 17 años de crecimiento orgánico, hemos decidido que puede tener sentido hacer una adquisición en Europa para acelerar nuestro crecimiento internacional y estamos en conversaciones avanzadas. Los dos mercados más importantes son Alemania y Suiza, que es donde nos estamos enfocando.

JLM: También queremos abrir nuevas plazas internacionales para consolidar nuestra presencia en el mercado americano después de abrir la oficina de Nueva York.

¿Qué objetivos de crecimiento tienen?

CA: Siempre hemos procurado ser un poco ambiciosos porque en este mercado creo que es muy importante tener masa crítica. Nuestro objetivo sería poder tener 25.000 millones en activos bajo gestión en cuatro o cinco años.

JLM: En términos de crecimiento orgánico, queremos doblar el tamaño y llegar a 16.000 millones en activos bajo gestión, que se completarían con la parte inorgánica para llegar hasta esa cifra.

¿Qué opinan de toda la consolidación que hay en el negocio del ‘asset management’ en España? ¿Van a participar activamente en ella o sólo quieren crecer a nivel internacional?

JLM: Queremos mantener la independencia y focalizarnos en el negocio internacional. Al final, nuestro universo de inversión es internacional. Queremos tener más acceso a capital de inversores europeos, ya tenemos en Italia, Francia, Alemania, Benelux, Escandinavia, etc. Nuestro objetivo es que la base de inversores españoles sea el 50% del negocio y el 50% restante sea internacional. En este momento España representa algo más.

¿Qué opinan sus clientes internacionales sobre España? ¿Sigue siendo un destino clave para la inversión?

JLM: España ha sido tradicionalmente un destino importante para la inversión extranjera, con sus vicisitudes. Ha habido momentos de dificultades, pero en los últimos años ha tenido un reconocimiento clarísimo por parte de los grandes inversores. Es cierto que hay momentos en los que el apetito se reduce por diferentes situaciones de inestabilidad, que se ha visto en determinadas regiones de España donde el peso de la inversión extranjera se ha reducido. Todo lo que sea dar sensación de tranquilidad, estabilidad, mesura en las medidas, favorece la inversión. De momento sigue habiendo interés por invertir en España, está en nuestras manos y en la de nuestros políticos seguir generando esa confianza.

CA: En los últimos años hemos visto muchas operaciones importantes de compra para las que el Gobierno no ha puesto resistencia y se han movido más de 100.000 millones en diferentes sectores. Creo que lo mejor que le ha podido pasar a España es ser parte de Europa.

JLM: Eso tiene una serie de ventajas y obligaciones, que nos evita que se puedan tomar ciertas medidas que pudieran ser muy populares, por un lado, pero que alejarían al inversor internacional. España no puede permitirse el lujo de perder a los inversores internacionales, porque son los que te dan la financiación. No puedes hacer cosas que los ahuyente porque tendríamos un problema muy serio. La gente confía en que España es un país serio dentro de un marco muy serio como es la Unión Europea, como han confirmado las diferentes emisiones del Tesoro, que se han cerrado con sobredemanda.

Han firmado varios acuerdos para gestionar fondos con aseguradoras como Santalucía o Mapfre, ¿las aseguradoras españolas están perdiendo el miedo para invertir en esta clase de activos?

CA: En general todo el sector asegurador está invirtiendo en esta clase de activos, unos han empezado antes y otros más tarde. En este escenario que hay de tipos de interés, la volatilidad de los mercados cotizados, todo el sector está obligado a tener un porcentaje en mercados privados en su cartera. En Europa y a nivel mundial las aseguradoras son de los mayores inversores en private equity. Algunas lo hacen desde hace más tiempo y su grado de sofisticación es mayor, por lo que prefieren un servicio de asesoramiento más a medida, pero en general todo el sector está apostando ya por este tipo de activos.

Cada vez más bancos están lanzando fondos para invertir en alternativos para sus clientes de banca privada. ¿Qué riesgos implica para el inversor minorista?

CA: La situación económica de bajos tipos de interés afecta tanto a personas físicas, como instituciones. Hemos visto que hay un interés creciente por parte de las personas para invertir en mercados privados desde hace muchos años. Nuestro enfoque siempre ha sido institucional, pero abiertos a bancas privadas para distribuir nuestro producto en sus redes. Hace 15 años empezamos a trabajar con Banif, Santander, Caixabank, Morgan, etc. Otros bancos han tenido que reaccionar ante ese modelo, porque el que lo desarrollaba, le “robaba” los clientes a otro y por eso ahora hay cantidad de propuestas de toda la banca en general.

JLM: Para invertir en nuestros fondos el tamaño es el que marca la regulación, un mínimo de 100.000 euros, y luego es necesario contar con unas condiciones regulatorias de inversor profesional. La clave es que alguien que no entiende, no debería meterse, pero ni en mercados privados ni en bolsa. Para eso está la figura del asesor financiero, que cobra más importancia en este tipo de activos. Es fundamental que el inversor esté muy bien asesorado, que el asesor sepa de lo que habla, que explique bien la venta y que entienda que esto no es un producto para todo el mundo. El asset allocation es importantísimo en función de las necesidades de cada inversor. Con MiFID II ha habido una gran revolución, por la que tienes que ver si el producto le encaja al perfil del inversor...

CA: El mundo ha cambiado mucho y la gente en general ya sabe en lo que se está metiendo. Hay mucho más asesoramiento y más conocimiento. Además, ahora hay muchos más requerimientos que en otras épocas que cuando tuvieron lugar escándalos como los de Madoff o Forum Filatélico.

JLM: Lo que sí nos da miedo es la aparición de profesionales de no muy buena cualificación. Cuando hay mucho apetito y mucha demanda de determinados productos, afloran profesionales menos preparados y eso tiene un efecto contaminación en el mercado. Ahora más que nunca insistimos a los profesionales en materia de asesoramiento para que no distribuyan cualquier cosa y que hagan buenos estudios de idoneidad entre el producto y el cliente.