Los fondos españoles para ‘startups’ tienen mil millones

El negocio del ‘venture capital’ en el país atraviesa uno de sus mejores momentos pese a la pandemia, gracias a que un buen número de jugadores acaba de lanzar nuevos fondos

En plena pandemia mundial, el sector del venture capital español se encuentra en uno de sus mejores momentos y hace gala de la fortaleza del ecosistema de startups y emprendedores españoles. Prueba de ello es que, en lo que va de año, un buen número de gestoras nacionales han captado recursos -o se encuentran en proceso de ello- por valor de unos 1.000 millones de euros. Una cantidad impensable hace algunos años, cuando la inversión en venture capital era algo muy poco común y apenas había fondos nacionales especializados en este tipo de compañías.

Uno de los mejores ejemplos de ello llegó hace unos días de la mano de Kibo Ventures, que ha conseguido realizar el primer cierre -condición necesaria para empezar a invertir- de su tercer fondo levantando más de la mitad del objetivo estimado en 100 millones de euros y para el que tienen un plazo aproximado de 12 meses más. Este vehículo invertirá con tickets de entre 1 y 3 millones de euros, con hasta un máximo de 10 millones por compañía. Su foco está puesto en big data, inteligencia artificial, movilidad, logística, fintech, sanidad y educación digital.

Una captación de recursos que ha llegado en un momento de gran incertidumbre por la pandemia. Sin embargo, Aquilino Peña, cofundador y managing partner de Kibo, es muy optimista con su sector. “Nuestro portfolio está lleno y funcionando. Lo que nosotros hacemos, compañías digitales en series A, con cierto desarrollo y un enfoque muy global, está funcionando muy bien”, asegura a elEconomista Capital Privado. El fondo invertirá en aproximadamente 20 compañías y aunque todavía no han “disparado”, reconoce que “están deseando empezar a invertir” y ya tienen en el radar a muchas startups.

También hace unos días, la gestora española Seaya Ventures ha lanzado su tercer fondo con un primer cierre con compromisos por valor de 85 millones y un tamaño objetivo de 125 millones de euros. Esta compañía ha respaldado a conocidas startups como Glovo o Cabify, entre otras. Estará abierto a nuevos inversores durante los próximos meses y su objetivo es tomar participaciones en las empresas tecnológicas de mayor potencial basadas en el sur de Europa. El fondo, capitaneado por Beatriz González, toma participaciones significativas en las compañías, para ser el inversor de referencia para los fundadores y dar apoyo continuado a sus participadas y emprendedores.

El último en sumarse a este boom fue Samaipata, fondo europeo liderado por emprendedores que invierte en plataformas y marketplaces en fase semilla en Europa, que anunció hace unos días la puesta en marcha de su segundo fondo de 100 millones de euros, con 75 millones de euros de compromisos recibidos.

Algunas de sus primeras inversiones incluyen FoodChéri -vendida a Sodexo en 2018-, Matera, Streamloots, Colvin, Spotahome, Procsea, Deporvillage, Legl u Ontruck. Comenzaron a invertir su Fondo II a principios de 2020, y ya han realizado tres inversiones en Francia, Alemania y España. Samaipata quiere construir una cartera de 20 a 25 empresas con este nuevo fondo.

Adara, hizo lo propio el año pasado con el primer cierre de su tercer fondo y este año con el segundo cierre por valor de 80 millones de euros para invertir en deep tech. No son las únicas en lanzar estos días sus vehículos de inversión. Faraday Venture Partners lo hizo a finales de septiembre con un fondo de venture capital de 40 millones para financiar startups europeas en una fase temprana. Son solo algunos ejemplos que ilustran el momento que vive el sector y al que también se unen los bancos. Por ejemplo, Santander, que lanzó a principios de septiembre un fondo de venture capital con 334 millones para invertir en fintech.

Pero, ¿qué hay detrás de tantos lanzamientos y más en un momento como el actual? A juicio del fundador de Kibo y actual presidente de Ascri, confluyen dos factores. Por un lado, uno meramente cronológico ya que “muchos de los fondos españoles somos del 2012-13 y del 2015-16 y coinciden cada cuatro años los lanzamientos”, explica Aquilino Peña.

Interés por este nicho de inversión

“En eso, en España hemos tenido mala suerte, hay mucha confluencia, por ejemplo, el año pasado muchos fondos estaban secos y ahora se están cerrando muchos”, añade. Sin embargo, reconoce que el tema cronológico no es la única causa detrás del auge que está viviendo el venture en los últimos tiempos. “Hay interés por la categoría por parte de los inversores. Todavía está lejos de otras categorías y del nivel de otros países, pero hay interés”, reconoce el presidente de la patronal del sector a esta publicación.

Año a año, el venture capital está dando un salto de madurez en España con cifras que comienzan a ser muy relevantes y todo parece indicar que 2020/2021 puede cerrar con cifras récord. “Van a ser años excelentes para invertir, las compañías que destaquen en estos años van a ser compañías que realmente tengan un producto muy potente y un equipo con una ambición, energía y poderío total”, asevera el fundador de Kibo.

Gonzalo Tradacete, fundador y director de inversiones de Faraday también se ha mostrado eufórico en este sentido. “Estamos ante el mejor momento de la historia para invertir en venture capital. Nos encontramos ante la inminente creación de nuevos mercados, productos y servicios”, ha valorado en una reciente entrevista con elEconomista Capital Privado.

Alberto Gómez, cofundador de Adara Ventures, también señala varios factores que confluyen en esta buena etapa para el venture además de la coincidencia cronológica de los ciclos de levantamiento de fondos. En conversación con esta publicación, Gómez destaca el papel fundamental del Fond-ICO que “ha ayudado a dar una fuente institucional de financiación para los fondos de venture adicional a lo que tradicionalmente aportaba el fondo europeo de inversiones. Y esto es una ayuda muy importante, tiene un efecto diferencial”, asegura.

Además, las últimas transacciones destacadas que se han producido en los últimos tiempos como la de idealista.com o la operación de MásMóvil han incrementado el atractivo del sector. Una tendencia en España y al otro lado del charco con el “Nasdaq arrastrando hacia arriba las bolsas impulsada por las tecnológicas”, explica el cofundador de Adara.

Colaboración público-privada

Peña reconoce confiar en la colaboración público-privada ya que es la base sobre la que nació el venture en EEUU o Israel, cunas del sector. El presidente de Ascri, explica a elEconomista que defiende un modelo basado en inversiones en capital. Por otro lado, el punto débil del sector siguen siendo los grandes patrimonios, los inversores institucionales.

Aunque es evidente que está creciendo mucho el interés por los fondos venture, “todavía hace falta que los grandes patrimonios, institucionales dediquen porcentajes más altos a venture capital”, reconoce Peña que es optimista y considera que eso va a pasar cuando los fondos den retornos importantes, algo que va en la buena dirección.

Tanto Peña como Gómez coinciden en el buen momento del sector y en que la pandemia no ha hecho más que acelerar tendencias que ya existían. Sin embargo, el cofundador de Adara apela también a la precaución ya que “son momentos de invertir con mucho juicio, no todo sube, tocan tiempos complicados”. En un entorno económico complejo y volátil, las apuestas por el venture son de largo plazo. Son inversiones para realizar “con optimismo y convicción, pero no con exceso de euforia”, añade.