¿Los fondos alargarán sus inversiones por la pandemia?

La incertidumbre sobre cuánto durará la crisis está obligando a que muchos gestores se replanteen los planes de negocio de sus participadas

Una de las cosas por las que se ha caracterizado la pandemia del coronavirus ha sido por su capacidad de trastocar los tiempos y planes del conjunto de la sociedad. Más allá de las decisiones personales, para las compañías ha supuesto un verdadero elemento disruptor en todos sus negocios. Para algunas, ha servido de revulsivo para encontrar nuevas vías de crecimiento, mientras que para otras ha sido un último empujón para acercarse al abismo de la insolvencia. En la industria del capital riesgo, la inesperada crisis sanitaria y económica ha sido una profecía autocumplida, tras meses esperando que llegara un cambio de ciclo.

Los private equity, que pasaron los primeros meses dedicados casi en exclusiva a la preservación de la caja de sus participadas, analizan ahora nuevas oportunidades de inversión con las alforjas llenas. Oportunidades que, en buena parte de los casos, no están ligadas a nuevas inversiones, sino a compras relacionadas con sectores o compañías en los que están presentes para realizar el denominado buy & build (comprar una empresa relevante en determinado nicho de mercado que luego hacen crecer a través de adquisiciones creando una plataforma líder en el sector). Ahora, las dudas sobrevuelan sobre qué pasará con sus desinversiones y si alargarán sus periodos de inversión.

Para Borja Oria, socio y managing partner de Banca de Inversión de Arcano, "cuando llegó el coronavirus, hubo unos cuatro-cinco meses de parón en el sector, los private equity centraron su foco en salvar la situación de sus participadas y renegociar con proveedores y rentas”.

“Sin embargo, a diferencia de otras crisis económicas, el impacto va a ser muy heterogéneo. Mientras que en las compañías que desarrollan su actividad en sectores más afectados por el coronavirus se va a retrasar la salida de los fondos entre uno y tres años, en los sectores que no se han visto afectados van a seguir su estrategia inicial y en muchos casos se verán beneficiados porque hay mucha demanda y liquidez en el sector", añade Oria a elEconomista Capital Privado.

¿Tendencia en auge?

En los últimos tiempos, un buen número de private equity en España ha analizado o ha cerrado operaciones encaminadas a alargar sus periodos de inversión a través de diferentes estrategias. Por ejemplo, mediante transacciones roll over (traspaso de un fondo antiguo a uno nuevo de la misma gestora) como realizó Bridgepoint con Dorna (la dueña del Mundial de Moto GP), de KKR e Investindustrial con PortAventura o de Portobello con Iberconsa (una de las grandes pesqueras españolas) tras la entrada de Platinum. O bien, mediante el traspaso en bloque de participadas antiguas a inversores en secundario como han hecho conocidas gestoras españolas como ProA Capital con el fondo británico Glendower, Portobello con el estadounidense HarbourVest o Alantra con el suizo Partners Group.

Dos estrategias poco conocidas hasta hace unos años en el mercado español, frente a otros países donde el sector tiene un mayor desarrollo, pero que parece que han llegado para quedarse. Los expertos explican a esta publicación que “este tipo de transacciones está dejando de tener una connotación negativa: no siempre haces estos traspasos cuando no has conseguido las ofertas esperadas o ante la falta de oportunidades de inversión en el país, sino que muchas veces surgen como resultado a la sofisticación del mercado y otras porque los private equity se están dando cuenta de que hay compañías que requieren más tiempo para desarrollar su negocio y están empezando a tener un enfoque más largoplacista, algo que va a aumentar con esta crisis”. Por ejemplo, a finales de este mes salía a la luz que el gigante de la inversión sueco EQT se estaba planteando lanzar un fondo con un enfoque más largoplacista, tal y como habían hecho antes otros competidores como Vista Equity Partners, que estrenó su primera inversión con su fondo Perennial con la española Accelya, el líder catalán en software para aerolíneas a finales de 2019.

Cambio en las expectativas

Según Jorge Riopérez, socio responsable de Corporate Finance y de M&A para Emea en KPMG, “indudablemente la pandemia va a alargar los periodos de inversión de los private equity, no solo por el parón de la primera ola, sino porque el pipeline se va a hacer más complicado, las expectativas de negocio más difíciles de elaborar y la prudencia se añadirá como nuevo factor de decisión. Estamos en un mundo que exige no tomar decisiones inmediatas, y eso va a afectar a los periodos de inversión. Ya hay una serie de fondos que están llegando a periodos finales de inversión y la presión por cerrar un deal va a ser mayor”.

En cuanto a si esto va a afectar a los precios que se desembolsen en las próximas transacciones, Riopérez apunta a que “habrá de todo, en las operaciones covid free vamos a seguir viendo niveles de precios muy competitivos, la escasez de oferta hará que los múltiplos como mínimo no bajen, pero en una gran mayoría de casos los precios se van a ver afectados a la baja o a formulas flexibles en función de resultados”.

En esta línea, los expertos consultados apuntan a que casi todas las gestoras de capital privado tienen el foco puesto en los mismos sectores más covid free: sanidad, tecnología, ingredientes alimenticios y educación. En detrimento de los más afectados como restauración, consumo o aerolíneas. Por los primeros, las valoraciones aumentarán por la competencia, mientras que los segundos han pasado a ser objetivo de otro tipo de inversores. Así, Francisco J. Martínez Maroto, socio de Cuatrecasas, explica que “la situación generada por la pandemia va a hacer que determinados fondos con una estrategia más oportunista pongan su foco en el mercado español, particularmente una vez que dejen de estar en vigor las medidas de protección pública como préstamos ICO, Ertes, etc.”.

Cambio en la relación

El socio de Cuatrecasas, que discrepa sobre la posibilidad de que los private equity extiendan sus periodos de inversión, añade también un punto relevante: ¿cómo podría afectar esto a su relación con los inversores?. “La posibilidad de extender los periodos de inversión es una medida que se barajó inicialmente al principio de la pandemia si bien no tenemos constancia de que los private equity estén recurriendo a la misma hasta la fecha. Téngase en cuenta que dicha extensión es una medida muy extraordinaria por las implicaciones que la misma tendría en las relaciones entre las gestoras y los partícipes de sus fondos por lo que pueden considerarse como medidas de último recurso. En mi opinión, creo que los fondos de momento están más centrados en la adopción de otras estrategias que pasan fundamentalmente, por un lado, por medidas de protección de sus portfolios y por otro, esperar a lograr una mayor certidumbre de la situación real de las potenciales empresas target una vez que vayan quedando sin efecto algunas de las medidas públicas de protección. No obstante, en el supuesto de que a lo largo de los próximos meses la situación no se clarificase o, en el supuesto de que los PE no lograsen ajustar sus estrategias o acomodar sus expectativas de inversión a la realidad que surja, podrían eventualmente volver a plantearse dicha extensión del plazo”, añade Maroto.

En cualquier caso, sobre su relación con los inversores (LP, por sus siglas en inglés), los gestores consultados apuntan a que su relación se ha estrechado durante la pandemia. En general, según señalan, son bastante frecuentes los flash reports, unos documentos que los private equity envían a sus inversores informándoles del impacto que está teniendo el coronavirus en su cartera con cierta periodicidad.

“Al final es importante que la relación entre GP y LP se estreche porque ahora mismo, en un mundo tan globalizado como en el que vivimos, es imposible no saber lo que está ocurriendo en la otra punta del mundo y los inversores preguntan... claro que preguntan. La situación es complicada en todos los países, por eso reportar cada cierto tiempo es útil para que de verdad entiendan cómo está afectando a nuestro porfolio”, argumenta un gestor español de un conocido fondo de capital riesgo. “Si antes la relación con los LP era importante, ahora es vital. Saben que estamos ante una situación especial y sí les vemos más flexibles”, añade.