¿La inversión sostenible hace compañías más rentables?

Los gestores del capital privado tienen cada vez más claro que su propósito como organización es crear valor sostenible en sus empresas participadas y sus comunidades

La sostenibilidad se ha convertido en una palanca fundamental de creación de valor social, reputacional, medioambiental y, también financiero. Las estrategias de sostenibilidad y buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) o inversión de impacto, se han convertido poco a poco en términos clave en la gestión de activos en los últimos años. El nuevo concepto de “rentabilidad justa” parece haber dejado de ser un mantra casi decorativo para convertirse en una realidad medible y palpable plenamente instalada en la industria del capital privado en todo el mundo. Los gestores de fondos tienen cada vez más claro que su propósito como organización es crear valor sostenible en sus empresas participadas y sus comunidades. Hasta BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, ha dado un giro en los últimos tiempos en su estrategia para poner el foco en la inversión sostenible. Además, este ha sido el tema central de la influyente y prestigiosa reunión de Davos este año.

En 2015, los gobiernos de las principales economías del mundo se pusieron de acuerdo para conformar las áreas y el marco referencial claro de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible e inclusión social. Entonces se determinó que de la inversión total necesaria estimada para cumplir estos objetivos en 2030, dos tercios tendrían que ser aportados por el sector privado.

“Esto significa un marco nuevo para todos nosotros con nuevas métricas, mediciones y lenguaje alrededor del riesgo, la rentabilidad y el impacto, que son la clave para hablar con sentido de esta materia”, ha asegurado recientemente Santiago Barranechea presidente de la Fundación PwC, en la presentación de la Guía de Inversión responsable para el sector del Private Equity y Venture Capital en España, elaborada conjuntamente con Ascri.

Ignacio Garnica, socio responsable de Private Equity en PwC, reconoce que el sector está cada vez más preocupado por la sostenibilidad. “El entorno actual está marcado por un creciente interés de los inversores, también de la sociedad y del consumidor que están dispuestos a pagar más por algo sostenible y también en el marco regulatorio”, asegura. Sin embargo, hay aún muchas incógnitas y desconocimiento acerca de la implementación de medidas ESG y la medición de su retorno.

De hecho, apenas el 14% de las firmas de capital privado en España reconoce contar con una persona o un equipo humano dedicado en exclusiva a los criterios ESG, muy por debajo del 35% de las compañías que lo tienen a nivel internacional, según la encuesta de PwC y Ascri. A pesar de que aún es necesario reforzar el personal dedicado a estos fines, el 84% de las firmas de private equity y venture capital ya incluye criterios ESG tanto en su gestión como en sus decisiones de inversión, según esta misma encuesta. El 75% de las 32 firmas españolas encuestadas asegura contar con una política de inversión responsable y el 50% han adoptado un compromiso público en esta materia.

Organizaciones resilientes

Abac Capital, es una de las gestoras que ha sabido captar este cambio en la forma de mirar a sus participadas. “Queremos, en el momento de la desinversión, ceder el relevo de compañías sólidas y responsables con su entorno, contribuyendo a una nueva generación de organizaciones que alinean el éxito de su negocio con el bienestar del entorno social y medioambiental en el que operan”, reconoce Oriol Pinya, socio fundador y CEO de Abac Capital en declaraciones a elEconomista Capital Privado. Apostar, en definitiva, por la ESG para construir organizaciones resilientes que generen externalidades positivas en sus comunidades. Articulan esta visión en tres líneas estratégicas que guían el día a día de su organización: i) Aportar valor transformacional en la gestión de sus compañías participadas durante el período de inversión; ii) generar retornos sostenibles para sus inversores; y iii) tener un impacto positivo en las comunidades que nos rodean. Un ejemplo distintivo de su estrategia es la figura de los Sustainability Champions. “Son figuras clave en nuestras compañías participadas, son las personas responsables de impulsar toda la organización a implementar iniciativas de ESG, así como de reportar tanto a Abac como al Consejo el avance de estas”, añade.

Capacidad de influir

El grado de influencia de los gestores para implementar estas estrategias es un tema destacado dentro de la inversión de impacto en el venture. Esta cuestión se abordó en un reciente Webinar organizado por ASCRI denominado Un nuevo camino hacia la sostenibilidad. David Castany, director de Galdana Ventures, explicó que en las participadas que tienen posiciones minoritarias es más complejo implementar la estrategia ESG al completo. “Creemos que el éxito del ESG solo puede desarrollarse cuando la empresa cree y comprende la razón fundamental detrás de ello”. Añade que, al margen de la posición que tengan en la participada, lo fundamental es guiarlas sobre las tendencias en ESG en el mercado y lo que están haciendo otras empresas.

Por su parte, Carlos Fisch, principal de Seaya Ventures, cree que la eficacia en la implementación de estrategias ESG en sus participadas tiene mucho que ver también con la influencia en el fundador, algo que se complica si lo que tienes son inversiones muy minoritarias. No obstante, en declaraciones a esta publicación Fisch deja claro que solo invierten en compañías que dejan un impacto positivo en la sociedad. “Buscamos compañías que resuelven problemas reales, redefiniendo industrias y que promueven un desarrollo sostenible”, argumenta.

Tienen muchos ejemplos de compañías así en su cartera: Cabify que es la primera app de movilidad de Europa y American Latina 100% neutra en emisiones de carbono; Wallbox que diseña, produce y distribuye soluciones inteligentes de carga para coche eléctrico; Clarity que desarrolla soluciones SaaS para ayudar a los inversores a optimizar el impacto social de sus carteras de inversión; o Movo con sus opciones de micro movilidad eléctricas y sostenibles. “Seaya tiene implementadas políticas de ESG en sus procesos de inversión y monitorización de inversiones, siendo una de las primeras gestoras de Venture Capital en España signatarias de UNPRI”, añade Fisch.

Impacto social y rentabilidad

El dinero no lo es todo, pero lógicamente estas estrategias busca también obtener un retorno. Pero, ¿qué es prioritario, maximizar el retorno o el impacto social? Jose Moncada, managing director de Bolsa Social, lo tiene claro: ambos factores son muy importantes y pueden estar interrelacionados. “Hemos visto proyectos, que parecen muy rentables, pero de impacto muy pequeño, y no hemos invertido en ellos”, reconoce.

“Es interesante alcanzar o lograr un equilibrio, entre inversión siempre de alto impacto, que podría ser muy rentable, porque hay empresas que cuanto más venden más impacto producen y por lo tanto más rentables son”, añade el managing director de Bolsa Social.