La financiación extra para las adquisiciones futuras, clave en la recuperación post-covid

Los expertos tienen en el radar sectores que se pueden consolidar en los próximos meses y recomiendan analizar las opciones de liquidez para realizar operaciones corporativas

Han pasado dos meses y medio desde que España se paralizó con la declaración del estado de alarma, un periodo de tiempo que ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para el tejido empresarial del país. Ahora, en un contexto marcado por la incertidumbre, la desescalada progresiva y con las nubes de las refinanciaciones surcando un horizonte no muy lejano, son numerosas las compañías españolas que están buscando una solución diferencial para sortear con éxito esta crisis. Y, en la medida que sea posible, salir reforzada de ella. La clave, según todos los expertos consultados por elEconomista Capital Privado, pasa por tener una visión a largo plazo del negocio, saber dónde quieren que esté la compañía en los próximos años e intentar establecer un plan de negocio factible. Además, las mejores compañías de determinados sectores se beneficiarán de una palanca de crecimiento extra: la consolidación.

Esta estrategia ha sido una de las herramientas tradicionalmente más utilizadas por los fondos de capital privado, que han hecho suyo el denominado buy & build: es decir, comprar una compañía líder en determinado nicho de negocio para hacerla crecer posteriormente mediante adquisiciones. Una estrategia aparentemente sencilla si se cuenta con una visión completa del sector, conocimientos sobre el futuro del negocio y, por supuesto, mucha liquidez. Miguel Hernández, managing partner y consejero delegado del negocio de Banca de Inversión de Alantra, explica a esta publicación que una de las estrategias que están recomendando a sus clientes es “reforzar la posición de liquidez no sólo para cubrir las necesidades operativas, sino para atender eventuales oportunidades de crecimiento que surgirán en los próximos meses”. “Hay sectores donde creemos que va a haber muchas oportunidades de consolidación porque se va a producir un ajuste en las valoraciones, por lo que creemos que es recomendable tener dinero disponible para invertir”, explica.

En este sentido, durante los últimos años casi todos los inversores coincidían en el encarecimiento de los precios de las compañías por las que se han llegado a pagar múltiplos a doble dígito en muchos sectores. Por ejemplo, hace poco más de un año el fondo británico CVC pagó 1.100 millones de euros por la Universidad Alfonso X El Sabio. Unas cifras que ya en esos momentos sonaban desorbitadas y que ahora todos los expertos consultados apuntan a que se moderarán. Así, consideran que las operaciones corporativas pueden aumentar una vez que la pandemia esté más controlada y tras el ajuste de las expectativas de precio entre el vendedor y el comprador. Otra cuestión es ver cómo se financiarán estas transacciones en los próximos meses. “Un aspecto que está afectando al M&A (fusiones y adquisiciones) es que los bancos están siendo más cautelosos a la hora de afrontar procesos de sindicación. En lo que respecta a los inversores institucionales, vemos que están muy ocupados en la gestión de su cartera. Hasta la fecha, han sido los grandes jugadores internacionales los que se muestran más activos en la búsqueda de oportunidades, aunque todavía tiene que producirse un ajuste entre las expectativas de valoración. Es probable que la actividad repunte después de verano”, revela el responsable de Banca de Inversión de Alantra.

El papel de los fondos de deuda

En este contexto, los expertos coinciden en el importante papel que va a jugar la financiación alternativa en los próximos meses. Un negocio que se ha disparado en los últimos años. En el caso de la deuda privada, el pasado año se captaron 48.400 millones de dólares (44.418 millones de euros, al cambio actual), para invertir en Europa, frente a los 4.400 millones de dólares (4.038 millones de euros) de 2010, según datos de la consultora Preqin. Uno de los mejores ejemplos en este sentido es el de Ares, que prepara un fondo de 9.000 millones para el negocio de la deuda en Europa, el más grande del Viejo Continente, y meses más tarde de abrir oficina en España.

Para Juan Barona, socio de Bancario de Linklaters, “ahora estamos ante una nueva realidad. Por un lado, la banca está muy volcada en las compañías donde ya tienen posiciones y se están centrando en apoyar a las empresas españolas en las que ya participan. Por otro lado, se están ajustando los precios, aunque todavía es pronto para saber cómo van a evolucionar. Todo esto genera una buena oportunidad para los fondos de deuda: la financiación de los bancos se ha movido más hacia la liquidez de sus clientes, que se suma a la reactivación prevista de las operaciones paradas. En los próximos meses, antes del verano, es posible que las empresas recurran más a fondos de deuda. Son muy rápidos y su visión es muy sofisticada, pero sus necesidades de rentabilidad también son mayores a las de los bancos”. Por eso, Barona también explica que la colaboración entre bancos y fondos en las financiaciones de M&A no siempre es factible “porque el nivel de rentabilidad que buscan es distinto”.

De hecho, hay algunos bancos tradicionales que guardan malas experiencias pasadas con grandes fondos de deuda y les siguen viendo como competidores naturales. No es el caso, sin embargo, de la gestora española Oquendo Capital, que participa con frecuencia en financiaciones de forma complementaria a las entidades bancarias. Así, Daniel Herrero, socio fundador de Oquendo, explica que “en la medida que se vayan dando las condiciones adecuadas para la reactivación de la actividad de LBOs (compras apalancadas), nuestra financiación va a ser fundamental como complemento a la bancaria, a fin de permitir a los sponsors contar con la capacidad de estructurar financiaciones más flexibles adaptadas a los nuevos entornos de incertidumbre. Nosotros pensamos que la financiación privada es perfectamente complementaria con la bancaria y que ambas constituyen recursos necesarios que deben convivir para una óptima financiación de las compañías. En estos tiempos de máxima necesidad e incertidumbre, cobra más relevancia, si cabe, la necesidad de recurrir a todas las opciones disponibles en el mercado. Los bancos están contribuyendo decisivamente a ofrecer la financiación destinada a cubrir necesidades de corto, líneas de descuento, factoring, avales, etc., mientras que los fondos aportamos un plus de apalancamiento mediante estructuras bullet que se adaptan a las necesidades de crecimiento e inversión de la actividad”.

Un planteamiento similar al que tiene el gigante internacional Pemberton, uno de los fondos de deuda más activos en Europa Occidental, según el ranking elaborado por Debtwire. Su responsable en España, Leticia Ruenes, explica a elEconomista Capital Privado también está convencida de que la financiación alternativa va a ganar gran peso en nuestro país en los próximos meses.

“Dado que los préstamos del ICO son limitados y la financiación bancaria podría ser más difícil de acceder con el tiempo, las compañías considerarán sin duda alguna la deuda privada como una fuente de financiación relevante, más rápida y flexible. Por lo tanto, esperamos que el número de oportunidades en el mercado pueda aumentar a corto y medio plazo. Sin embargo, no somos un jugador oportunista y queremos establecer relaciones a largo plazo. Esperamos que nuestro pipeline aumente con el tiempo: desde compañías que requieren liquidez para mejoras operativas o financieras hasta desinversiones estratégicas de grandes grupos o adquisiciones. Independientemente del propósito, nos centramos en proporcionar financiación a empresas de alta calidad con fundamentos sólidos, que operan en sectores no cíclicos y con excelentes equipos de gestión”.