La crisis atrae a los inversores del mercado secundario

Los expertos consideran que esta opción puede ser una vía adicional para recapitalizar las participadas de los fondos y obtener más tiempo para hacerlas crecer

En estos primeros meses de pandemia, con muchos sectores prácticamente parados, la mayoría de fondos de capital riesgo se han volcado con sus participadas tanto en el tema de reducción de costes a través de ERTE como en la obtención de líneas de financiación del ICO pasando por la renegociación de su deuda. Una vez agotados todos los recursos de la banca, algunos expertos del sector consultados ven lógico que los vehículos de secundario puedan servir como una vía adicional para recapitalizar sus participadas.

Las operaciones del mercado secundario constituyen un instrumento de gestión de la cartera y “no cabe duda de que son una alternativa para recapitalizar sus portfolios -total o parcialmente-, crear valor y alargar los períodos de inversión, especialmente en un momento de crisis como el actual”, explica Ignacio de Garnica, socio responsable de Private Equity en PwC a elEconomista Capital Privado. Estas operaciones de mercado secundario permiteN remunerar a los LP de los fondos primarios y sustituir estos por otros, en el caso de que los primeros quieran materializar su inversión o se vean obligados a vender por circunstancias adversas como la actual con el frenazo en el mercado de fusiones y adquisiciones. Además, esta opción permite, tal y como explica Garnica, la reinversión por los mismos LP con el nuevo fondo (inversores roll-over). Esto fue, por ejemplo, lo que hizo hace unos meses Bridgepoint con Dorna, su participada dueña del Mundial de Moto GP. No obstante, el experto considera que “aún es pronto para saber la tracción que el mercado secundario va a presentar en esta crisis, pero veo al mercado secundario como un tipo de operación que va a mostrar crecimientos en los próximos meses”. Este crecimiento esperado del mercado secundario “no es algo que vaya a suceder de forma inmediata, pasarán unos meses hasta que veamos movimientos en este sentido. Esperamos ver estos crecimientos hacia final del ejercicio y principios del siguiente ejercicio”, añade Garnica.

Unigestion, que a principios de año lanzó un nuevo fondo para invertir en el mercado secundario de private equity, ha publicado recientemente un informe en el que augura que las operaciones en el mercado secundario caerán en este ejercicio hasta los 50.000 millones de dólares (45.841 millones de euros, al cambio actual) en todo el mundo. Sin embargo, en línea con lo que explica el experto consultado de PwC, cree que estas operaciones se dispararán el próximo año hasta representar los 100.000 millones de dólares (91.683 millones de euros, al cambio actual).

Ignacio Hornedo, socio de M&A de Allen & Overy considera que es aún pronto para hablar de tendencias inversoras derivadas de la crisis ya que es muy difícil valorar ciertos activos dada la incertidumbre actual y los riesgos asociados a posibles rebrotes del Covid y sus consecuencias. “Sin duda el secundario puede tener un atractivo importante a medio plazo. Pero -por ahora- nuestra percepción es que los precios aún no se han ajustado y no existen alternativas reales de inversión para los LP, de modo que el extra de liquidez no es, aún, un reclamo lo bastante potente -sí lo es para las participadas, pero no para los inversores-”, explica Hornedo en declaraciones a elEconomista Capital Privado.

El mercado secundario sigue sin despegar del todo en nuestro país. Portobello fue pionero en 2015 al vender una cartera en bloque a un fondo secundario liderado por el fondo de fondos norteamericano HarbourVest. Posteriormente, en octubre de 2018, se produjo en España otra operación destacada en este mercado. Fue el traspaso de una cartera de Alantra al fondo Partners Group. En ambos casos, la gestión se ha mantenido en manos de las gestoras vendedoras. “Las operaciones de venta en bloque de carteras permiten ahorros de costes y de tiempo, materializando la inversión de forma rápida”, explica Garnica. La última operación relevante en el mercado español de este tipo se produjo a mediados del año pasado cuando la gestora española ProA Capital firmaba el traspaso de dos de sus participadas al fondo británico Glendower, especializado en este tipo de operaciones.

Un mercado de secundario que está mucho más desarrollado en Europa y en Estados Unidos. “Son mercados más maduros y presentan una tipología de fondos mucho más amplia y avanzada con respecto a mercados más pequeños”, añade Garnica. En estos mercados hay mucha liquidez y en los últimos años los fondos han lanzado sus vehículos de secundario, incrementando el tamaño. Por ello, considera que el mercado secundario español tiene aún mucho recorrido y cada vez más los fondos locales están diversificando sus estrategias de inversión y tipología de fondos para abarcar más oportunidades de inversión. Según explica, no cabe duda de que las entidades con fondos secundarios y los fondos de fondos van a estar muy pendientes de potenciales oportunidades que puedan aflorar en el contexto de crisis que estamos viviendo. En esta situación “el mercado secundario español debería seguir la estela de lo ocurrido en Europa y EEUU y ganar relevancia en el mercado local español”. Sin embargo, Garnica cree que su evolución dependerá de varios factores en función de las dificultades de los portfolios de los private equity, la madurez de sus carteras y las necesidades de liquidez que presenten los LP de los vehículos primarios.

Si los estímulos bancarios no son suficientes esto puede evolucionar, según los expertos, en reordenaciones de capital. Es en este punto donde el secundario puede tener su vía de entrada y consolidación definitiva en el mercado de capital riesgo. “Ahí puede haber lugar para nuevos fondos de secundario que faciliten la rotación de activos, dando entrada a nuevos inversores o permitiendo a quienes puedan aguantar no perder el potencial upside tras la recuperación”, explica Hornedo.