Las aseguradoras españolas se lanzan a por el negocio del capital riesgo

Mapfre y Mutua Madrileña ponen en marcha nuevas estrategias de inversión centradas en esta industria con el objetivo de lograr unos retornos muy complicados en otros activos más tradicionales. Sin embargo, el camino por recorrer respecto a sus homólogas europeas todavía es muy largo

Una de las grandes reclamaciones de la industria del capital privado español ha sido su dificultad de obtener dinero nacional para poner en marcha nuevos fondos y movilizar así más recursos hacia las pymes españolas. Un problema que se hizo más acuciante en la anterior crisis económica, cuando las grandes instituciones internacionales excluyeron a España de sus bolsillos de inversión y puso a buena parte del sector en una encrucijada. Fue en aquel momento cuando el Gobierno dio el gran espaldarazo al sector con el Fond-ICO Global, un programa que sirvió como balón de oxígeno a la industria y que con el paso de los años se ha convertido en el inversor ancla nacional de referencia en el país.

Este apoyo estatal no ha sido suficiente para que los fondos españoles puedan competir en igualdad de condiciones respecto a sus homólogos extranjeros, ya que la regulación todavía dificulta mucho la entrada de otros inversores institucionales al sector, como los fondos de pensiones y las aseguradoras. Así, mientras que en Europa los fondos y planes de pensiones representan aproximadamente el 36% de los fondos gestionados por el capital riesgo, en España suponen menos del 3%, según los datos de la patronal del sector, Ascri. Esta cifra se acrecienta mucho más en Estados Unidos, la cuna del capital privado, donde el porcentaje supera con creces la media europea al llegar al 50%.

Sin embargo, esta tendencia ha experimentado un gran cambio en los últimos meses con la entrada de las aseguradoras en el negocio, que buscan en los activos alternativos -y más concretamente en el capital privado- unos retornos imposibles de conseguir en otras inversiones más tradicionales. Además, todos los expertos coinciden en que esta tendencia se encuentra todavía en una fase muy incipiente y que en los próximos años la apuesta de las aseguradoras por el sector se incrementará de forma exponencial.

La última en apuntarse a esta tendencia ha sido Mapfre, que tras comprar el 10% de Abante, ha anunciado el lanzamiento de un fondo específico para invertir en capital riesgo bajo la gestión de Altamar. Dotado con 250 millones de euros, su estrategia será la de un fondo de fondos: es decir, no invierte directamente sobre compañías, sino que toma participaciones en otras gestoras de capital riesgo que aprovechan sus recursos para invertir mientras la aseguradora diversifica así sus inversiones. Su foco estará en fondos de Estados Unidos y Europa.

José Luis Jiménez, director general de inversiones de Mapfre, explica a elEconomista Capital Privado que "esta estrategia forma parte de un gran proceso de diversificación para dar más solidez al balance en un entorno de tipos de interés bajos. En la parte de alternativos, tenemos un 0,6% invertido, frente a las cifras del 6% de otras compañías del sector en Europa. Nuestra aproximación es muy conservadora: buscamos rentabilidades de entre el 6% y el 8%. Además, con Altamar nos sentimos muy cómodos porque necesitábamos a alguien que tuviera un conocimiento muy profundo de los fondos en los que invertir”.

En cuanto a la estructura del fondo, el directivo de Mapfre explica que es evergreen: "en los fondos de capital riesgo al uso, tienes un periodo de inversión limitado y comprometes un capital que vas desembolsando en los próximos años. Si comprometes 100 millones, nunca vas a tenerlos invertidos de una. Por eso queríamos este producto, que está diseñado realmente para las aseguradoras, porque así conseguimos nuestro objetivo: que nuestro capital esté invertido y generando rentabilidad para el balance desde el principio". “Estamos mirando con mucho interés inversiones en infraestructuras, renovables, todo lo relacionado con las inversiones socialmente responsables”, añade Jiménez.

La fuerte apuesta de Mutua

Otra de las grandes apuestas de las aseguradoras nacionales por el negocio del capital riesgo ha venido de la mano de Mutua Madrileña, que hace unos meses anunció una operación que le puso en la primera fila del sector: compró el 20% de la gestora de activos alternativos de Alantra (asset management). De esta forma, la firma presidida por Ignacio Garralda consigue acceso a todos los productos de Alantra: private equity, deuda privada, inmobiliario, entre otros.

Mediante esta transacción, las compañías crearán un vehículo inversión conjunto, participado al 50% por cada una, en el que ambas desembolsarán compromisos por valor de 50 millones, elevando el total de los fondos a 100 millones. Así, Mutua pasa a convertirse en el inversor nacional de referencia de Alantra para todas las líneas de negocio que desarrolla dentro de su división de activos alternativos.

Fuentes de Mutua Madrileña explican a esta publicación que “con la adquisición del 20% de Alantra Asset Management, reforzamos y ampliamos nuestra presencia en el ámbito de la gestión alternativa de la mano de una entidad con gran experiencia y capacidades reconocidas en este segmento”.

En este sentido, desde esta aseguradora apuntan a que, a cierre de 2019, “contábamos con unos compromisos vivos de 196 millones de euros de inversión en private equity. Cada vez tenemos más experiencia en este tipo de inversiones y ya tenemos muy buenas capacidades instaladas para hacerlo, con un equipo experto en inversiones no cotizadas”.

“En total nuestra inversión comprometida en activos alternativos asciende a 475 millones de euros, repartidos en unas 60 inversiones distribuidas en private equity (196 millones de euros), infraestructuras (197 millones de euros) y préstamos a empresas (82 millones de euros)”, añaden.