España sigue la estela de otros países y lanza un plan de ayuda a ‘startups’

Calviño ha anunciado una inversión de 500 millones para este tipo de empresas, siguiendo a otros países como Alemania y Reino Unido, que conceden financiación para paliar la crisis del coronavirus. El sector reclama más colaboración público-privada para salvar a las pymes

El contexto económico en el que se mueve el mundo sigue siendo extremadamente incierto. La OCDE, el FMI, el Banco de España, BBVA Research o la Airef coinciden en señalar una caída del PIB por encima del 10% del PIB este año para España. Un desplome de la riqueza sin precedentes en un escenario donde la incertidumbre marca cotas elevadas. Aunque parece que en Europa hemos tenido cierto éxito en el control de la pandemia, la situación dista mucho de haberse controlado y preocupa la situación de EEUU y América Latina. En este escenario en el que nos acercamos a una gran depresión económica, más duradera de lo que a priori se preveía, el papel del capital privado en el desarrollo de las empresas es fundamental.

Pero también lo es la colaboración público privada como señalan desde esta industria. Un sector fundamental que a día de hoy necesita más apoyo y empuje que nunca. En esta coyuntura, el Gobierno español trabaja ya en una Estrategia de Ciencia, Tecnología e Innovación con un horizonte 2021-2027 y que presentará en las próximas semanas, además de una ley específica para startups, tal y como avanzó el presidente Pedro Sánchez hace unos días. La vicepresidenta tercera de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, también avanzó que “próximamente” se va a completar la labor del FondICO con una dotación específica de 500 millones para financiar startups para movilizar inversión y el desarrollo empresarial en materia de inteligencia artificial, ciberseguridad o big data en el ámbito de pequeñas y medianas empresas. Al cierre de esta edición todavía no se conocían más datos sobre estas ayudas.

Por el momento, la industria del capital privado acaba de recibir un nuevo espaldarazo de la mano del ICO. El organismo ha dado recientemente el visto bueno al lanzamiento de la que se convertirá en la mayor movilización de recursos para el sector: repartirá 430 millones de euros entre 16 gestoras. De esta cantidad, 220 millones irán destinados a startups o empresas de nueva creación. En concreto, este organismo público desembolsará 150 millones de euros entre cuatro fondos de venture capital y otros 70 millones que repartirá entre fondos de transferencia tecnológica e incubación -las primeras etapas de la industria-.

El FEI, básico para las pymes

Los programas que en estos meses ha implementado el FEI (European Investment Fund) para proveer de liquidez a las pequeñas y medianas empresas europeas han sido fundamentales. El FEI tiene entre sus accionistas al Banco Europeo de Inversiones (BEI), la Unión Europea, representada por la Comisión Europea, y una amplia gama de bancos e instituciones financieras públicas y privadas. Unas ayudas que han implementado a través de dos productos que ya existían (COSME y NOFIC y INNOVFIN) y que han adaptado al entorno Covid para poder atacar los problemas de liquidez de las pymes europeas. Han destinado 1.000 millones que pretenden que movilicen 8.000 millones de euros cuando acaben de catalizarlo. Por otro lado, tal y como explica Cristian Lopez Bahíllo, representante del FEI a elEconomista Capital Privado, para la parte de equity están actualmente en fase de constitución del fondo European Guarantee Fund como medida de apoyo a las pequeñas y medianas frente a la crisis del coronavirus. Este fondo contará con un programa de inversión en fondos a través de cinco productos/líneas dependiendo de la afectación que haya tenido el fondo o sus participadas en esta crisis. “Esperamos lanzar al mercado el European Guarantee Fund en Agosto/Septiembre”, avanza Bahíllo.

Cofides, el otro dinamizador

Desde Cofides se muestran optimistas ante la situación. Fuentes de la compañía explican a elEconomista Capital Privado que han observado que las empresas no han bajado los brazos en estos meses a pesar de los acontecimientos y la cierta parálisis de la financiación, y están buscando proyectos de inversión en todos los lugares del mundo. Desde su posición, en estos meses tan convulsos, Cofides ha tomado dos posiciones a corto plazo para colaborar con el sector privado.

A nivel diagnóstico, han percibido que las empresas han estado intentando hacer acopio de liquidez, “la consigna empresarial ha sido mantenerse a flote y mantener la caja”. Para favorecer en esta dirección, desde Cofides por un lado han hecho los desembolsos de todas las transacciones que tenían firmadas pero cuyo desembolso estaba pendiente. “En el primer trimestre del año 2020 a nivel de desembolsos hemos estado en el doble del anterior récord histórico, y te hablo de 30 años de compañía, casi todos ocurrieron en la segunda mitad del mes de marzo”, explican estas mismas fuentes a nuestra publicación. Con esta estrategia han contribuido a la liquidez corporativa y a la liquidez de las empresas.

Además, en estos meses, muchas empresas, también para proteger la caja “nos han estado pidiendo aplazamientos de pago de deudas, hemos creado un mecanismo por el cual el consejo de administración o los comités ejecutivos de los fondos que gestionamos han delegado en Cofides la facultad de aprobar estos aplazamientos de forma rápida”, explican. Una operación para la que han recibido muchas solicitudes en número, pero en proporción menos de lo que esperaban. Para empresas grandes, de todas las compañías que tenían vencimientos de deuda este año, les han solicitado aplazamientos aproximadamente un 7-8%. En cuanto a pymes, esa proporción se eleva al entorno del 15%.

Esas medidas de choque a corto plazo van acompañadas también de una visión a largo en la que Cofides se está focalizando en ayudar a las empresas a seguir buscando sus objetivos de inversión productiva y dotándoles de los medios suficientes para hacerlas posibles. La inversión productiva y el crédito se pararon de forma súbita en el mes de marzo, pero lo bueno es que las compañías no han parado de pedirles financiación para proyectos a largo plazo, “no han bajado los brazos”.

El número de solicitudes de financiación que han tenido en Cofides necesitaba de recursos y hace unas semanas el gobierno aprobó el Real Decreto Ley 25/2020 con una dotación nueva de 100 millones de euros para atender todos estos proyectos de inversión exterior que han recibido, o al menos los más urgentes.

¿Qué han hecho el resto de países europeos?

El shock económico que ha provocado el coronavirus ha pillado prácticamente a todos los países con el pie cambiado, aunque algunos han actuado con mayor premura y contundencia. Alemania, por ejemplo, ha comprometido un fondo por valor de 2.000 millones de euros para ayudar a las startups durante la crisis. El dinero permitiría a estas empresas emergentes completar las rondas de financiación necesarias.

El Tesoro de Reino Unido creó en abril un Fondo Futuro para proporcionar un salvavidas a las empresas tecnológicas no rentables que tuviesen complicado acceder a la financiación tradicional. Hasta ahora se calcula que las nuevas empresas habrían recibido del gobierno cerca de 320 millones de libras (354 millones de euros, al cambio actual) a través de este fondo que el ejecutivo inglés se ha mostrado dispuesto a aumentar.

La iniciativa en Europa, además de los programas del FEI que comentábamos, tiene también otras vías. La Comisión Europea, el Banco de Inglaterra y los ministerios de Economía de Alemania y Francia estudian comprar participaciones en pymes para evitar así su quiebra. Unas ayudas y apoyo a las empresas para las que será fundamental el acuerdo de reparto del fondo europeo de recuperación que alcancen los países europeos y que marcará el futuro de muchas empresas españolas y europeas.