Los fondos pisan el acelerador: se lanzan a por la automoción

Los inversores apuestan por esta industria en un nicho específico: los recambios y la fabricación de piezas concretas

No sólo Carlos Sainz, vigente ganador del Dakar, Fernando Alonso o Lewis Hamilton llaman la atención de millones de aficionados del mundo de las cuatro ruedas y de todo lo que envuelve al mundo del motor también los altos directivos de las firmas de capital privado están pisando fuerte el acelerador para posicionarse en los últimos años junto a la industria del automóvil. Los retos no son pocos: un sector que deberá reconvertirse ante la presión de la fiscalidad, el agobio de los políticos hacia los motores de combustión fósil o las necesidades de movilidad en las grandes ciudades llaman la atención de los inversores. Y es que el negocio de la automoción en España -que representa el 10% del PIB- ha despertado el interés de los fondos de capital riesgo y ha cerrado varias operaciones en los últimos meses.

La última operación de esta industria ha venido de la mano de Portobello Capital, que acaba de firmar la compra del fabricante vasco USA-Group. Esta compañía está especializada en el negocio de la fabricación de piezas decoletadas -tornillos, ejes, etc.-, aplicadas especialmente en el negocio de la automoción. Uno de los factores que ha convencido a Portobello a la hora de entrar en este sector no es tanto invertir en las posibilidades de negocio futuras de la movilidad o de la renovación del parque de vehículos, sino en la enorme oportunidad de crecimiento que supone la ingeniería y el diseño de alto valor añadido.

En la operación participó también el fondo vasco Easo, que ha tomado una minoría junto al equipo directivo -capitaneado por Mikel Uribe-. Ahora, el objetivo de la gestora española pasa por acompañar a la compañía en su ambicioso plan de crecimiento proporcionándole el pulmón financiero necesario para desarrollarlo y apoyándole en el avance de la actividad comercial. Esta estrategia es similar a la que Portobello realizó con otra de sus participadas industriales: Laulagun Bearings -especializada en rodamientos industriales-, que hace unos meses vendió al grupo francés Legris después de impulsar su crecimiento de tal forma que el negocio internacional llegó a representar más del 80% de sus ventas.

Otro ejemplo de esta apuesta se remonta al pasado verano, cuando Artá Capital, el brazo inversor de la familia March, firmó la compra de Nucap Europe por 100 millones de euros, en la octava inversión de su segundo fondo. Esta empresa es uno de los fabricantes líderes de componentes de sistemas de frenado para el mercado europeo de repuestos de automoción. Nucap Europe era hasta ahora la división europea de la compañía canadiense Nucap Industries. Tras la compra por parte de Artá, pasa a llamarse Nuadi y a reforzar su perfil español. Fundada en 1958, Nuadi tiene su sede en Pamplona, donde cuenta con un centro de producción con 225 empleados.

Como parte de la transacción, Nuadi adquiere la filial china de Nucap Industries, con instalaciones productivas en Shanghái, lo que le permitirá atender este importante mercado asiático y acelerar su internacionalización. De hecho, el importante rol del negocio fuera de España -exporta el 80% de sus ventas-, fue uno de los puntos más interesantes de la transacción, junto a el potencial de innovación de la firma y el amplio catálogo de productos.

Interés por los recambios

Según Alfredo Hernández-Redondo, socio de Corporate de Alantra Partners, “en los últimos procesos hemos visto apetito tanto nacional como internacional por parte del inversor institucional en el sector de automoción, concretamente en autoparts y especialmente en el segmento del aftermarket -recambios-, donde el actor principal es el parque automovilístico -no la producción de nuevos coches-. Esto le convierte en un segmento más resiliente y rentable que otros ámbitos de inversión ante la perspectiva macro del sector auto. Dicha estabilidad junto a su rentabilidad y la capacidad de generación de caja del segmento aftermarket, hacen que los fondos de capital riesgo lo vean como una buena inversión rentable y defensiva frente al cambio de ciclo a tener en sus carteras”, añade el socio de Alantra, firma que ha asesorado estas dos últimas transacciones.

Una estrategia similar fue la que realizó Abac Capital en la primera inversión de la gestora, allá por 2015: la entrada en el accionariado de Metalcaucho, firma especializada en recambios para automóviles.

Javier Rigau, socio fundador de Abac Capital, explica a elEconomista Capital Privado su apuesta por un sector que emplea al 9% de la población activa en nuestro país. “No es de extrañar que el sector de la automoción haya sido uno de los sectores más observados por parte del private equity español”. En el caso concreto de Abac, desde la firma, más que invertir en el sector del automóvil en general, se buscó con la entrada en Metalcaucho “nichos de mercado con un perfil de margen, posición en la cadena de valor y estructura de mercado que nos permitan generar valor a través de nuestra gestión, y el sector del aftermarket es uno de ellos”, comenta Javier Rigau. “Asimismo, existe una fragmentación elevada a nivel europeo que permite generar valor adicional a través de una estrategia de buy and build -compra de pequeñas compañías complementarias a la primera inversión con el objetivo de crear una plataforma líder en el mercado de un tamaño mayor para obtener unas plusvalías mayores en el momento de la desinversión-”, añade el socio fundador de Abac.

Años atrás, otra gestora española se adentró en esta industria: Diana Capital tomó el 80% de Estanda, una compañía especializada en la fabricación de piezas de acero de alta resistencia, principalmente para el sector del ferrocarril, pero también para la industria del cemento y la automoción. En esta operación, que se remonta a 2015, el 20% restante del accionariado quedó en manos de inversores cercanos a Diana Capital.

Tendencia al alza

Según Hernández-Redondo, “tanto en los procesos de Nucap como en USA Group, hemos tenido varios fondos nacionales e internacionales compitiendo por los activos, lo que nos ha permitido maximizar la valoración para los accionistas vendedores que junto con la predisposición de la banca a financiar las operaciones -dada la capacidad de generación de caja del negocio-, han hecho de ambas operaciones un benchmark en el sector”, detalla el directivo de Alantra a este diario.

Pero no solo las gestoras de capital privado se han interesado por este negocio. Las grandes empresas españolas cotizadas también han puesto sus ojos, en las oportunidades de negocio que supone el reto de mejorar y de reducir con criterios de sostenibilidad la nueva movilidad en las grandes ciudades.

Estas inversiones destinadas al sector de la automoción, que en las próximas décadas vivirá su propia reconversión industrial hacia un horizonte menos contaminante y con precios más asequibles para millones de usuarios del automóvil, representan la confianza de grandes compañías del Ibex 35 que están invirtiendo ingentes cantidades de dinero en startups mirando al futuro y contribuyen a ampliar el catálogo de inversiones en la industria automovilística.