El exjefe de Apollo en España vuelve buscando ‘oportunidades singulares’

Andrés Rubio lanzó Iman Capital Partners en Londres en 2018, cuando salió de la gestora estadounidense. Ahora, junto a un variado grupo de inversores privados e institucionales, busca ‘gangas’ en activos diversificados en multitud de sectores en Europa y otras regiones.

No parecen existir límites para Andrés Rubio, el banquero norteamericano de familia española que trajo Apollo Management International a España en la anterior crisis con el fin de aprovechar las oportunidades financieras que la coyuntura económica de aquel entonces brindaba. Desde 2011 hasta su salida de Apollo en 2018, la firma realizó sonadas operaciones. Rubio salió del fondo de inversión estadounidense en plena venta de la inmobiliaria del Banco Santander y de la filial de la antigua Novagalicia.

Durante esos años, Rubio se convirtió en uno de los actores más relevantes en la compraventa de los conocidos como activos tóxicos de la banca nacional. Coincidiendo con su salida de Apollo, Rubio lanzó Iman Capital en Londres, ciudad en la que reside. Con casi 30 años de trabajo en el sector, el ejecutivo -que también es consejero de Intrum, gestor del ladrillo de Banco Sabadell y de otras entidades y ha trabajado en Morgan Stanley- busca imprimir toda su experiencia de estos años en Iman. Con este fondo regresó a la actualidad en febrero de este año a través la compra de una fintech española.

Se trata de Crealsa, una empresa de referencia en el sector español que ofrece servicios de descuento de pagarés y anticipos de facturas a través de su plataforma web tanto a pymes como a autónomos. Con esta operación esperaban mover unos 100 millones de euros este año. La operación se cerró en febrero, antes de que comenzase la pandemia, por lo que es muy posible que esas previsiones se hayan visto trastocadas por la fuerte crisis económica y su especial incidencia en pymes y autónomos.

Crealsa, con sede en Valencia y oficinas comerciales en Madrid y Murcia, opera a través de una plataforma online y ha generado un volumen descontado cercano a los 270 millones de euros desde su creación en 2009. Esta fintech ha realizado 50.000 transacciones con 3.000 clientes y 7.000 deudores. Una inversión que representa para Iman su entrada en el sector de los servicios financieros para pymes y autónomos donde ven grandes posibilidades de crecimiento a futuro. “Se trata de la primera operación de Iman Capital y forma parte de un vasto pipeline de oportunidades en crédito e inmobiliario que estamos desarrollando alrededor de Europa junto a un selecto grupo de inversores privados e institucionales”, asegura Rubio.

Búsqueda de oportunidades singulares

La compra de Crealsa es la primera operación desde el lanzamiento de esta firma de capital privado hace dos años. Iman Capital concentra su actividad en “oportunidades singulares en distintos sectores” alrededor de Europa y otras regiones. Esta estrategia de inversión oportunista de Rubio pasa por operaciones a largo plazo donde el activo subyacente y/o el flujo de generación de caja ofrecen rentabilidades atractivas ajustadas al riesgo. Con esa intención de buscar ‘gangas’ en activos diversificados, IMAN ha liderado hace apenas un mes una inversión en capital preferente de serie ‘A’ en la compañía norteamericana de vallas publicitarias digitales Blip Billboards.

La gestora de Rubio pretende con esa inyección apoyar el crecimiento de los negocios de publicidad locales y nacionales de Blip en Estados Unidos. Su estrategia en esta compañía pasa también por fomentar el desarrollo de otros productos y servicios, incluidos los servicios financieros, para el ecosistema de operadores de vallas publicitarias independientes.

Se trata de la segunda inversión del grupo fundado en Londres hace dos años. Como parte del acuerdo, en el que Iman Capital Partners fue asesorado legalmente por Gould Ratner, Rubio se unirá a la junta directiva de Blip, lo que da una muestra de su implicación en la inversión más a largo plazo. Blip, fundada en 2016, opera un mercado virtual para más de 1.500 vallas publicitarias digitales a través de 300 operadores de vallas publicitarias que atienden a 150.000 anunciantes. En esta segunda operación, el fundador de Iman se ha mostrado muy impresionado por el rápido crecimiento de esta compañía de vallas publicitarias y su estrategia a largo plazo en la compañía busca seguir fomentando y favoreciendo ese crecimiento y desarrollo.