Reflexiones sobre el urbanismo en Madrid (III)

Cerca ya de las elecciones municipales y autonómicas en nuestro país, voy a intentar sugerir una serie de medidas imprescindibles para un desarrollo armónico sostenible de las ciudades, centrándome fundamentalmente en la ciudad de Madrid y su Comunidad Autónoma, si bien muchas de estas medidas serían igualmente aplicables a otros municipios del territorio nacional para una mayor eficacia en la gestión del urbanismo y la ordenación del territorio.

1) Definir el marco competencial en el que se puede mover cada administración local o autonómica. Es evidente que la Sentencia del Tribunal Constitucional de 1997 de 20 de marzo estableció con claridad que la ordenación del territorio y la vivienda son competencia de las comunidades autónomas. Eso no quiere decir que en los propios ayuntamientos o entidades locales no puedan desarrollar programas de apoyo a la vivienda y permitir a los ciudadanos de esas ciudades el acceso a una vivienda digna.

2) Este marco competencial debe estar íntimamente ligado al desarrollo urbanístico de ordenación del territorio, transporte y movilidad urbana de la Unión Europea. El eje París - Madrid - Lisboa que pueda conectar por AVE las tres grandes ciudades europeas permitiría un mayor desarrollo del sur europeo. Es una vieja aspiración, pero creo que los pasos van en ese sentido. Ahora bien, no debemos decaer y hemos de confiar en que la movilidad es fundamental en el desarrollo urbano de las ciudades y las comunidades autónomas. Es evidente que facilitando la movilidad podemos llegar a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y el precio de la vivienda, permitiendo que se pueda trabajar en una gran ciudad y a su vez vivir a una distancia considerable pero que, debido a las buenas conexiones, se convierte en una distancia cómoda de recorrer.

3) Una reforma en profundidad de la administración central, autonómica y local. No podemos continuar con la idea de que la persona que trabaja, para aquellos que hemos estado en la administración, continuará trabajando siempre bien y diligentemente y cobrará lo mismo que aquel que trabaja de una manera poco eficaz y con poca diligencia personal. Es un problema histórico y que debemos solucionar de la mejor manera posible, entendiendo que el funcionario público puede variar su salario en función de su eficacia y no puede entender que su cargo sea vitalicio si no cumple con las funciones encomendadas.

4) Una reforma de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, tal y como lo ha anunciado la presidenta en las distintas comparecencias públicas. Creo que es imprescindible reformar conceptos ya obsoletos del año 2001, a pesar del esfuerzo realizado en el otoño pasado con la aprobación de la Ley Ómnibus.

5) El Plan General de Ordenación Urbana de Madrid. Creo que no podemos estar modificando cada 15 o 20 años un Plan General de Ordenación Urbana de una ciudad tan importante como Madrid, capital de España, de casi 6.000.000 de habitantes. En este sentido, si bien creo evidentemente hay que modificar o retocar aquellos aspectos del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997, no creo que sea necesario derogarlo por otro nuevo. En mi opinión, un Plan General de hace 25 años es perfectamente viable hoy en día. Cuestión distinta es que modifiquemos las normas urbanísticas y que finalmente se puedan aprobar las mismas.

6) Silencio Positivo de la administración. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho recientemente en un acto público que introducirá el silencio positivo en la Comunidad de Madrid. Me parece un éxito sin precedentes, pues permitirá mayor agilidad a todo tipo de gestiones urbanísticas -o no urbanísticas- en nuestra comunidad. Igualmente, provocará que aquellos funcionarios que no sean diligentes en su labor diaria se pongan las pilas y comprueben aquella documentación presentada por el ciudadano.

7) El problema de la vivienda. Está en manos de la propia Comunidad Autónoma, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y resto de municipios madrileños, poner todos aquellos suelos urbanos o urbanizables a disposición de los ciudadanos mediante el medio más oportuno, bien sea a concurso público bien sea colaboración público-privada; pero resulta necesario que todos aquellos suelos urbanizables puedan ser edificados para que podamos implementar el parque de viviendas público y privado en propiedad o en alquiler. De esa manera contendremos el precio de la vivienda y mejoraremos el alquiler, sin necesidad de ir a fórmulas de “zonas tensionadas” u otras que se incorporan en el actual proyecto de ley de vivienda.

8) Transporte público. Hay que hacer un estudio detallado de qué queremos hacer con el transporte público en nuestra ciudad. No tengo claro que el ensanchamiento de las aceras o los famosos carriles bici permitan una mayor agilidad en el transporte público o privado de las ciudades. En este sentido, la calle Santa Engracia era una calle ágil, se podía circular tanto en coche privado como en transporte público con auténtica fluidez, y después de las distintas reformas se ha convertido en un auténtico tapón y en una auténtica ratonera. Los distintos partidos dicen que hay que hacer un planteamiento nuevo en la calle Bravo Murillo, que quizás sea de las pocas arterias que circulan por la parte norte de Madrid donde no se ha generado un atasco permanente del transporte público y privado. Reflexionemos sobre qué queremos hacer con el transporte público y privado en nuestra ciudad.

Y... hubiese querido continuar hasta las 25 medidas que prometí en la tribuna anterior, pero por una evidente falta de espacio no puedo acometer ese trabajo.

Se acercan las elecciones y, como no puede ser de otra forma, deseo que gobierne el partido político o la coalición más votada y que reflexione sobre el urbanismo y la vivienda en nuestra ciudad; una ciudad de una Comunidad Autónoma tan importante como es la Comunidad Autónoma de Madrid.