La crisis global frena los avances en la Agenda 2030 y la presencia de los ODS

Cada vez más empresas presentan informes de información no financiera, pero el 85% de la mención a los objetivos de la ONU no concretan la actividad que contribuye a su cumplimiento.

Durante el último año, ha habido un creciente interés de las empresas por la sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, la crisis del Covid-19 y el conflicto en Ucrania, iniciado en 2022, han frenado el avance en la Agenda 2030 y han agravado las desigualdades. Para abordar este desafío, se considera que es necesario reformar la financiación de los ODS, fortalecer el papel de las agencias y bancos de desarrollo, y potenciar la participación de los actores privados en la transferencia de conocimiento e innovación para acelerar el progreso hacia un mundo más sostenible. Estas son las principales conclusiones del sexto informe del Observatorio de los ODS, titulado Impulsar la sostenibilidad en un entorno de policrisis, elaborado por la Cátedra de Liderazgo y Sostenibilidad de Esade, en colaboración con el Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”.

La combinación del aumento de los precios de la energía y de los alimentos, la inflación y las tensiones en las cadenas de suministro ponen en jaque la implementación de los compromisos globales en materia de sostenibilidad. El informe alerta que, de seguir así, algunos ODS no podrán alcanzarse y urge a impulsar la transformación y la cooperación internacional con el objetivo de redoblar las acciones institucionales y privadas, y el compromiso de la sociedad civil.

Según Àngel Castiñeira, director de la Cátedra de Esade, “tomarse en serio la sostenibilidad obliga al mundo empresarial a pasar de la reactividad a la proactividad, del impacto neutral al impacto positivo y de la mentalidad de competencia a la de la cooperación. Habiendo transcurrido ocho años desde la aprobación de los ODS, todavía se aprecia una brecha entre las aspiraciones y la aplicación de medidas realmente transformadoras. Es crucial que los agentes sociales se involucren activamente en procesos de reflexión colectiva y en alianzas multistakeholder para ofrecer soluciones duraderas en el escenario de policrisis y revisar los preceptos más profundamente anclados en el sistema económico que nos han llevado a la situación actual”.

La transición energética es crucial para crear un nuevo modelo de crecimiento y de energía, y lograr una economía de bajas emisiones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que se requiere un enfoque sistémico que permita analizar de manera integral las conexiones entre las diferentes áreas y evitar impactos no deseados. Además, la Unión Europea se encuentra en una posición difícil en la actual crisis energética global, debido a su dependencia energética de países terceros como Rusia, y a la guerra en Ucrania. El estudio destaca el aumento del compromiso del sector privado con la transición verde, aunque alerta de la falta de concreción en los planes.