Innovar para adelantar soluciones ante acontecimientos previsibles e inimaginables

Frente a situaciones tan disfuncionales como las que se están viviendo por los usuarios del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) o de la Tesorería General de la Seguridad Social con bloqueos tan sonados como el que sufrió el primero de estos organismos durante los meses de la pandemia, soportando una carga de trabajo nunca prevista, con una obsoleta tecnología y falta de personal, o el actual colapso del segundo, que en la actualidad mantiene en vilo a las personas que desean jubilarse y que no tienen manera de lograr una cita previa a pesar de su insistencia en lograrlo, es necesario un desarrollo tecnológico general a corto, largo y medio plazo, con inversiones y personal.

Siempre que se quiere poner un ejemplo de buen desarrollo tecnológico se recurre al de la Agencia Tributaria, que por su estructura misión y forma de subvencionarse está a la cabeza de la innovación y eficacia entre las Administraciones Tributarias del resto del mundo, con un listado de premios y reconocimientos de impresión. La dimensión y fortaleza del departamento de Informática de la Agencia Tributaria no tiene parangón con el resto de organismos de las Administraciones Públicas españolas. Y a pesar de ello, en momentos específicos, como el de la reclamación del cobro de los 200 euros para personas vulnerables, su sede electrónica se ha visto muy ralentizada por el alto volumen de accesos. Incluso, la web de la AEAT llegó a caer y quedar sin dar servicio en 2021, justo en los días en que finalizaba la declaración y liquidación del Impuesto de Sociedades.

Sin embargo, la AEAT no es la única unidad de la Administración que se mantiene a la cabeza del desarrollo de la tecnología para adelantarse a todos los acontecimientos que se puedan presentar. Así, encontramos al Colegio de Registradores en campos tan exigentes como el de la interconexión de los Registros Mercantiles de Europa, a través del proyecto del Sistema de Interconexión de los Registros Empresariales (BRIS) o en el proyecto IMOLA I y II (Interoperability Model for Land Registers) para los registros de la Propiedad, en el que los vocabularios armonizados de los países de la UE son esenciales para lograr un repositorio semántico compartido, respetando las legislaciones de cada uno de los Estados miembros. En la actualidad se trabaja en el desarrollo de la interconexión de los Registros de insolvencias.Son esfuerzos titánicos para lograr que cualquier ciudadano pueda realizar sus gestiones en cualquier Registro europeo.

Además, el Colegio de Registradores cuenta con un ecosistema digital de seguridad preventiva para evitar el fraude en el alquiler turístico, mediante una plataforma que emplea el blockchain para aportar seguridad jurídica a todas las partes involucradas. Y ha apostado por esta tecnología para la actualización de la información para gestionar el depósito y actualización del Libro del Edificio. Su último paso es el control de las cláusulas abusivas con inteligencia artificial.