Luis Berenguer, director Comunicación de la Oficina Europea de Patentes (OEP): “La exclusión de España de la patente unitaria no es la situación más recomendable para las empresas”

El 1 de junio entra en vigor la concesión de patentes unitarias europeas, pero España se quedará al margen como respuesta a que el español no sea una de las lenguas oficiales de solicitud, lo que disparará el coste de litigios a las empresas que vean vulnerados sus derechos de propiedad intelectual frente a otros socios del UE.

¿España está fuera de la patente unitaria?

El 1 de junio entrará en vigor y se concederán las primeras. De hecho, ya hay empresas españolas que han empezado a solicitárnoslas, pero España, que presidirá la UE a partir del 1 de junio, no formará parte del que ha sido el principal avance en materia de propiedad industrial en los últimos decenios. Se trata de la creación de una patente única con una única solicitud en un único idioma, con un único representante y con una protección para todo el territorio comunitario, cosa que con la patente europea clásica no está ocurriendo. Con esta es con la que se va a quedar España. Así, cuando un español solicite una patente europea, primero deberá ir a la Oficina Española de Patentes y Marcas y, después, habrá de acudir a nuestra oficina para pedir una patente unitaria. Creemos que esta no es la situación más recomendable para las empresas españolas. Ahora señalas los países en que quieres protección, lo que obliga a hacer trámites en cada uno de ellos, por el contrario, con la patente unitaria hay un único formulario, una solicitud, un idioma, un representante y en caso de litigio, un único tribunal. Ahora tienes que recurrir a todas las jurisdicciones en las que quieres defender tus intereses.

¿La patente es un activo para financiar?

Es un activo inmaterial, que, por ejemplo, los fondos de inversión externos, tan necesarios en muchas empresas, buscan como garantía a su inversión. Sin una patente es muy difícil otorgar una garantía sobre un avance tecnológico. Es una garantía. Un ejemplo reciente lo tenemos en el caso del Premio Popular al Inventor Europeo, recibido por Elena García Armada, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el año pasado, que presentó un exoesqueleto para niños que no pueden andar. Ella está absolutamente convencida de que la patente es necesaria para llegar al mercado con este invento y así lo hizo saber.

¿En qué situación se encuentra Europa?

Este año no ha habido crecimiento, de hecho, hay un descenso del 0,1%. Esto se debe a la disminución de las patentes de Alemania, de casi un 5%, relacionada con el sector del automóvil, que se está convirtiendo en un descenso de forma regular como consecuencia del cambio de paradigma del sector tradicional al de las energías limpias. Son otro tipo de laboratorios los que están llevando a cabo estas investigaciones.

¿Cómo valora que España sea décimo en el ranking de la UE en patentes?

Ser décimos a nivel de la Unión Europea y decimoséptimos a nivel mundial no reflejan el poderío económico e industrial que tiene España. Estamos ante un medidor de solicitudes de patentes y la economía española tiene un efecto muy potente sobre el sector servicios, turismo, comercio, que no son sectores intensivos en patentes. Sin embargo, no podemos ignorar que el efecto que se esperaría de España sería una posición más alta como consecuencia de una mayor actividad innovadora, investigadora e inventora.

¿Las empresas siguen por detrás de las universidades e instituciones públicas?

Esta situación no es en sí mima negativa. Hay otros países donde se da el mismo efecto. Lo importante es como se transfiere esa innovación al mercado, bien a través de licencias para empresas privadas bien mediante spin-off o empresas creadas por las propias instituciones. Esta es una característica de la innovación española y, como tal, parece que va a mantenerse en el futuro. En España hace falta una labor de concienciación de cambio cultural sobre la patente. Aún hay muchas empresas que consideran la investigación como un gasto y no como una inversión, cuando la realidad de las cifras nos demuestra que garantizar una inversión a través de una patente es el mejor método para lograr el éxito de una empresa.

¿El sector farmacéutico si es competitivo?

Este sector, sobre todo el clúster de Cataluña tiene una posición de liderazgo a nivel europeo. España tiene, además, un sector muy destacado en el de las energías renovables, energías limpias. El año pasado presentamos un informe sobre el hidrógeno como energía y concluimos que España está muy bien posicionada en este sector y lo mismo ocurre con las patentes del sector fotovoltaico, incluso en energía eólica. En energías renovables el aumento de las patentes ha sido del 85% con respecto al año pasado. Esperemos que se mantenga.