Montse Moliner, directora de sostenibilidad de ManpowerGroup: “La sostenibilidad es el motor de la competitividad de las compañías actuales”
Moliner explica que el poder de los profesionales está en auge y quieren que sus empleadores prioricen bienestar y propósito, mientras proporcionan flexibilidad, salarios competitivos, buenas condiciones de empleo y desarrollo de competencias. Las empresas comprometidas y focalizadas en las personas serán los imanes del talento.
¿Cuáles son los nuevos retos a la hora de atraer talento para las empresas?
Estamos asistiendo, en la actualidad, a la revolución de las competencias. Los cambios en los modelos de empleo hacen necesario a las empresas impulsar planes de upskilling y reskilling para que sus empleados adquieran nuevas competencias si no quieren perder talento. Tras la pandemia, se han instaurado entornos colaborativos que facilitan el funcionamiento de ecosistemas híbridos (empleo presencial y virtual) que permiten que los proyectos sean encarados con éxito. Lo que ahora necesitamos es mantenerlos de forma equilibrada y a través del liderazgo que sepa gestionar este nuevo entorno y ser el guía que mantenga unido el grupo, encauce el trabajo y tenga la capacidad de tomar decisiones acertadas bajo presión.
¿Qué buscan las nuevas generaciones a la hora de entrar a trabajar en una empresa?
Vivimos una transformación de los modelos de negocio y un aumento de la volatilidad económica. Algo de lo que las nuevas generaciones saben bastante porque se han educado y, muchos de ellos, han tenido su primera experiencia profesional en un entorno de crisis económica. Todo esto hace que las nuevas generaciones prioricen la flexibilidad, la capacidad de seguir aprendiendo y la estabilidad en el empleo. En materia de flexibilidad, estamos viendo que muchos profesionales prefieren trabajar por proyectos o como freelance para formarse y reorientar su carrera, optando cada vez más por el empleo flexible para mejorar sus competencias. Esto va unido al concepto que tienen de estabilidad: valoran la estabilidad en su carrera profesional, es decir, en su trayectoria y no tanto en un mismo puesto. Por otra parte, las nuevas generaciones valoran cada vez más que las empresas cuenten con un claro compromiso social y medioambiental. En resumen, que el objetivo de las empresas ya no sea buscar su propio beneficio, sino el bien común de todo un planeta y que creen, además de valor económico, valor social y ambiental.
¿Es beneficioso para la empresa invertir en sostenibilidad?
La supervivencia de cualquier compañía depende hoy más que nunca de su capacidad de desarrollar una estrategia sólida de ESG y desplegarla en su operativa diaria. Si en su día se hablaba de la digitalización como la gran transformación empresarial, hoy, es la sostenibilidad. En un primer momento, fueron las grandes corporaciones internacionales quienes apostaron por los criterios ESG, y construyeron grandes casos de éxito en materia de buen gobierno y medioambiente. Ahora, negocios de cualquier tamaño impulsan políticas ESG en su día a día e incluso muchos otros han nacido para ofrecer productos o servicios de base sostenible. En definitiva, la sostenibilidad es el motor de la competitividad de las compañías actuales.
¿Cómo va la transformación empresarial?
Dentro de los criterios ESG, donde más se ha avanzado en la última década ha sido en las políticas Medioambientales (E) y de Transparencia y Buen Gobierno (G). Pero debemos ser más ambiciosos. En un momento como el actual, tenemos que acelerar nuestro impulso al pilar S-Social de los criterios ESG. Los acontecimientos que vivimos, la aceleración de las desigualdades que estamos presenciando tras la pandemia del Covid, nos sitúan en un escenario de recuperación en forma de K. Quienes están más preparados acaparan las oportunidades de empleo, de desarrollo, de ventaja competitiva, etc. Debemos trabajar de forma coordinada para reducir la brecha de género y la desigualdad salarial, que se han incrementado tras la pandemia
¿Están las empresas españolas adaptadas a todos estos retos?
Como decía, se ha avanzado en materia de sostenibilidad medioambiental y en Buen Gobierno, pero 2022 ha de ser para las empresas el año de poner el foco en la S-Social y a las personas en el centro de cualquier acción, para así dejar una huella positiva. En ese sentido, desde la Fundación Human Age Institute, proponemos una hoja de ruta para abordar los cinco retos de la sociedad actual: crear programas destinados a garantizar empleo sostenible y upskilling, implementar reskilling de profesionales ya en el mercado, contar con políticas claras de diversidad e inclusión, así como políticas de bienestar integral para los profesionales y, por último, poner en marcha el activismo corporativo y compromiso social.