Los beneficios de las empresas siguen un 6,8% por debajo del nivel pre-Covid

Los datos de la Agencia Tributaria muestran que, aunque en 2021 los ingresos se recuperaron y los beneficios crecieron un 32% respecto a 2020, siguen lejos de los valores previos a la pandemia del Covid

El beneficio empresarial en España sigue un 6,8% por debajo del nivel de 2019, antes de la crisis del coronavirus. Los datos de la Agencia Tributaria muestran que, aunque en 2021 los ingresos se recuperaron y los beneficios crecieron un 32% respecto a 2020, siguen lejos de los valores previos a la pandemia del Covid. Pese a la caída en los beneficios, la recaudación por el Impuesto sobre Sociedades no solo se ha recuperado respecto a 2019, sino que la ha superado en 2.894 millones. De esta forma, en 2021 los ingresos por el impuesto aumentaron un 67,9%. Es una tasa muy elevada pese a la fuerte caída en 2020 (-33,2%). En 2019, la Agencia Tributaria recaudó 23.733 millones de euros a través del Impuesto sobre Sociedades. En 2021, el último ejercicio, la recaudación llegó a 26.627 millones de euros, la cifra más alta en más de cinco años.

De esta forma, el tipo efectivo sobre la base imponible subió un 4% sobre el estimado para 2020. Si el tipo se calcula sobre los beneficios, el resultado es un tipo casi igual al del año anterior. Un 9,15% frente al 9,17% de 2020. Según los datos de la Agencia Tributaria, la variación de los tipos es consecuencia casi en exclusiva del distinto crecimiento que se estima para bases y tipos en los diferentes grupos de empresas. El único cambio normativo de relevancia con impacto -la limitación a las exenciones de rentas exteriores del artículo 21 de la ley- elevó el tipo en el grupo de empresas afectadas, aunque su importancia en el conjunto es menos significativa. Por ello, el Impuesto sobre Sociedades devengado creció un 31,8%. Por su parte, los datos de Hacienda revelan que el fuerte incremento observado en los pagos fraccionados -del 50,4%- no se traslada directamente al impuesto porque parte de ese crecimiento se traduce en una cuota diferencial más negativa. Esta cuota está estimada -el plazo para su presentación para la mayoría de los contribuyentes termina a finales de julio-, pero ya incluye el impacto que tendrá en la misma el hecho de que una parte relevante de los pagos procediese del pago mínimo, el que se calcula sobre el resultado y no sobre la base imponible.

De esta forma, cuando la aportación del pago mínimo supera el 20%, las solicitudes de devolución se sitúan por encima de los 9.000 millones según las estimaciones de Hacienda. La explicación a este hecho se encuentra en que las empresas más afectadas por el pago suelen tener una base imponible baja o cero, de manera que, al final, esos pagos suponen solo mayores devoluciones, pero no un mayor impuesto. Esto supone, en términos de reparto entre cuota y pagos y retenciones, volver a una situación parecida a la que se registraba antes de 2020. Otra parte del crecimiento del impuesto fue consecuencia de las menores devoluciones realizadas.

Los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades cayeron un 33,2% en 2020. Durante ese ejercicio, la mayor parte del descenso se debió a la caída de los pagos fraccionados por el descenso de la actividad a causa de la pandemia y en 2021 la mayor parte del crecimiento se produjo por el aumento de los pagos fraccionados (53,7%). No obstante, la cifra también es buena si se compara con la de 2019, un 12,2% superior. Los ingresos se beneficiaron de algunas operaciones extraordinarias.