Las seis áreas estratégicas del buen gobierno de las organizaciones

El gobierno corporativo está directamente ligado a la dirección y gestión de las organizaciones abordando aspectos tan importantes como los principios de gobernanza, los conflictos de interés, la rendición de cuentas, esquemas de remuneración, responsabilidad social o gestión de riesgos.

La Asociación Española de Normalización (UNE), analiza los estándares necesarios para impulsar seis aspectos clave del buen gobierno de las organizaciones: corporativo, resiliencia, relaciones entre organizaciones, seguridad y salud en el trabajo, transformación digital y actividades sostenibles.

En su informe Buen Gobierno de las organizaciones identifica cerca de 40 normas que apoyan el buen gobierno de las organizaciones en estas áreas estratégicas. También, destaca el papel de la normalización como una actividad indispensable para el desarrollo de las mejores prácticas a fin de reducir riesgos, incrementar la resiliencia de las compañías y garantizar la continuidad del negocio. Asimismo, la normalización en este ámbito permite abordar temas transversales y disponer de una visión estratégica con un enfoque 360º.

Javier García, director general de UNE, destaca que “el buen gobierno es uno de los grandes desafíos actuales de la sociedad y las organizaciones. Su correcta gestión se hace indispensable para estar mejor preparados para afrontar los cambios, superar situaciones de crisis como la actual y generar confianza. La normalización, que se basa en los principios de consenso, apertura, transparencia y en sus sólidos procedimientos, ayudará a las organizaciones a superar con éxito este reto”.

La estandarización en el área corporativa permite establecer los principios de gobernanza, los esquemas de remuneración y gestionar los conflictos de interés, los riesgos y la RSC.

Las organizaciones están sometidas a un escrutinio cada vez mayor por parte de sus públicos interesados y su compromiso con esta materia afecta a su competitividad, reputación, atracción del talento, percepción de los inversores y relaciones con sus stakeholders.

En este sentido, la gestión del compliance conviene que esté integrada en todos los procesos de la organización (finanzas, riesgos, calidad, medioambiente, salud y seguridad) para garantizar las mejores prácticas, señala el informe. Un ejemplo ilustrativo es la Norma UNE-ISO 37301 que establece los requisitos para desarrollar un sistema de gestión del compliance eficaz en las organizaciones.

En segundo lugar, junto a la gestión de riesgos, se deben valorar los escenarios de crisis para anticiparse y adaptarse a un contexto cambiante que, en muchas ocasiones, es inestable.

Para llevar a cabo este análisis, el informe revela aquellas normas que establecen los principios, las directrices y la terminología para gestionar los riesgos y garantizar la seguridad de la compañía. Por ejemplo, la Norma UNE-EN ISO 22301 establece los requisitos de un sistema de gestión de la continuidad del negocio.

Otro aspecto indispensable en el buen gobierno de las organizaciones es la relación entre ellas. Paloma García, directora de Normalización y Grupos de Interés de UNE, subraya que “desde hace ya décadas se ha demostrado que las empresas que apuestan por el trabajo colaborativo, ya sea con carácter interno o con otras organizaciones, alcanzan mejores resultados que aquellas que promueven la individualidad entre sus trabajadores”. La serie de Normas ISO 44000 proporciona un marco para las relaciones colaborativas entre organizaciones.

El informe, además, destaca que las normas relativas a la seguridad y la salud en el trabajo constituyen una herramienta idónea para incrementar la eficiencia, reducir accidentes y enfermedades y aumentar la operatividad al disminuir las situaciones de emergencias y bajas laborales. UNE también ha recalcado las normas que ayudan a gestionar los riesgos de la Covid-19 y la salud mental. Entre estos estándares se encuentra la Especificación UNE-ISO/PAS 45005 que proporciona directrices a las organizaciones sobre cómo gestionar los riesgos de la Covid-19 en el trabajo.

Por otro lado, la transformación digital es uno de los desafíos más destacables en este ámbito. Las especificaciones UNE van destinadas a la digitalización de los procesos clave de negocio, que son aquellos que tienen un impacto significativo en los ingresos, costes o experiencia de los clientes. La integración de la tecnología se traduce en la optimización e interacción de los procesos de investigación y desarrollo, diseño, producción, logística y la prestación de servicios asociados. En este sentido, la Especificación UNE 0060 establece los requisitos para un sistema de gestión para la digitalización de la Industria 4.0.