María Eugenia Coronado, directora general de la Fundación Naturgy: “En España vamos a tener un futuro complicado si no somos eficientes energéticamente”
Un informe de la Fundación Naturgy estima que Europa debe impulsar el reciclaje de las instalaciones renovables al final de su vida útil para lograr la independencia energética, no solo centrándose en la actual carrera por culminar la transición energética y materializando la educación de consumo para mejorar la eficiencia.
¿La actual crisis energética ha demostrado lo difícil que es la transición energética?
Existe una preocupación evidente puesto que tras la invasión de Ucrania queda clara la dependencia energética de muchos países europeos de Rusia, tanto en gas como en petróleo. Ahora se busca la vía más rápida para llegar a la independencia energética. Las energías renovables son un factor importantísimo, pero sufren mucha variabilidad y, por ello, es necesario contar con una fuente alternativa, tal y como han señalado los muchos expertos que trabajan sobre la materia. Lo que está claro es que el gas natural juega un papel muy importante en este proceso de transición energética. Además, las placas y los molinos tienen una vida útil que hay que considerar y tenemos que ser capaces de reutilizarlos y que se puedan emplear de nuevo y, sobre todo, en el caso de los materiales que son muy escasos y valiosos. Creemos que es importante empezar a trabajar en aspectos regulatorios y de evaluación financiera. Los estudios de nuestra Fundación proponen soluciones a desarrollar a futuro.
¿Hay conciencia en España de la necesidad de mejorar la eficiencia energética?
Creo que está calando. Si no somos eficientes energéticamente en España vamos a tener un futuro complicado. Es un trabajo permanente en el que hay que insistir día a día. Hay que modificar hábitos de consumo y poco a poco la sociedad se mentaliza.
¿Cuál es la situación de la rehabilitación?
En este esfuerzo es necesario que se impliquen las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos y los propietarios de las viviendas. Es precisa una regulación orientada a una rehabilitación, que tiene en la política energética un objetivo relevante. El parque de viviendas de España es muy antiguo. Una buena parte se hicieron antes de que entraran en vigor las condiciones que se exigen ahora para la eficiencia energética y por muy buen hábito de consumo que tengan las familias, si la unidad en la que viven no es eficiente no se consigue lo que habría que lograr. En función de los fondos y de las políticas vemos que la Unión Europea y España están alineados con esta preocupación.
¿Qué actuaciones se están realizando?
Seguimos trabajando en este tema que es como nuestra bandera, nuestro proyecto más relevante en materia de vulnerabilidad. Este año lo cerraremos con un total de 3.200 viviendas rehabilitadas, lo que da idea de que hemos tenido un año intenso, que además se complementa con un programa de acompañamiento a las familias para darles consejos de consumo para que sus facturas sean lo más racionales posibles en términos de economía familiar. Vamos haciendo nuevos proyectos de innovación social que apunten a la sostenibilidad. Y trabajamos en programas para centros de acogida para que puedan dar una solución energética a personas en situación de vulnerabilidad, en este caso fotovoltaica. También ayudamos a las familias vulnerables en el cambio de calderas y otras ayudas en colaboración con Cáritas, Cruz Roja y otras instituciones.
¿Qué se hace en formación profesional?
En los últimos años hemos hecho un esfuerzo por poner en marcha ciclos de formación profesional para personas que ven peligrar su empleo por la transición energética al cambiar el modelo tradicional. Trabajamos para los más jóvenes, sobre todo para evitar el abandono escolar y que les compense realmente el esfuerzo de preparación que tienen que hacer. Buscamos ahora cerrar el círculo con la contratación de los jóvenes que pasan por los programas. Las posibilidades de que se coloquen son prácticamente inmediatas. También lo hacemos con los mayores que tienen que reciclar sus competencias. Hablamos por ejemplo de digitalización de las redes, instalación y mantenimiento de placas. Además, estamos alineados con el Instituto de Transición Justa y a punto de publicar un informe sobre las oportunidades de la transición energética para las mujeres, en qué situación están en la actualidad y, sobre todo, conocer las barreras que les impiden acceder al mercado laboral. Por otra parte, trabajamos con niños desde las primeras etapas de primaria para darles una conciencia energética y para que aprendan sobre la materia, porque ellos van a tener un papel protagonista en el futuro energético. Y hacemos una formación sobre consumo con las familias vulnerables para que puedan mejorar su forma de consumir y puedan rebajar sus facturas.